Lanzan un concurso de memes para pensar la pandemia
Educación y coronavirus
La singular iniciativa es de la cátedra de semiótica de la UNT y busca reflexionar acerca del coronavirus, el aislamiento y la comunicación. Los premios son remeras, cervezas y resaltadores. “Los memes han operado una transformación, nos ha abierto para que surja algo más afectivo entre docentes y alumnos”, dice la profesora Ana Coviello. Muchos memes al final de esta nota.

Drake, el rapero más famoso por los memes que por sus temas.
No podemos decir con la euforia y el optimismo democrático del ex presidente Raúl Alfonsín que con el meme se come, se cura y se educa, pero si estamos en condiciones de afirmar que con el meme se ríe, se piensa y se educa. Eso no parece poca cosa y, mucho menos, en estos tiempos donde se ha vuelto tan necesario reírse, reflexionar y aprender. En la cátedra de Semiótica, que se dicta en las carreras de Letras y Ciencias de la Comunicación de la UNT, así lo han entendido y lanzaron un singular concurso de memes entre estudiantes y graduados. La convocatoria ha tenido gran repercusión y ya ha generado decenas de piezas de humor gráfico. Para la profesora Ana Luisa Coviello, una de las artífices de la iniciativa, se trata de un recurso pedagógico que sirve como herramienta para sobrellevar estos momentos de incertidumbre en plena pandemia: “Estamos viviendo una cosa rarísima y tenemos que retomar la comunicación con los alumnos, por eso dijimos hay ponerle algo de onda para salir del letargo”.
Ante la crisis y la conmoción que el coronavirus ha generado en nuestras vidas cotidianas, los docentes Ana Luisa Coviello y Diego Toscano decidieron apelar a la creatividad como recurso. Según cuenta Coviello, con las aulas de la facultad de Filosofía y Letras cerradas por el aislamiento obligatorio, el contacto con los alumnos se trasladó a la cuenta que la cátedra de Semiótica tiene en Facebook. Pero, pandemia de por medio, las respuestas de los estudiantes no eran demasiado entusiastas. Entonces, como quien se guarda un as bajo la manga, surgió la iniciativa que ha despertado al alumnado de la modorra: “Dijimos hay que hacer algo que entusiasme y ahí surgió la idea: por qué no hacemos un concurso de memes. El lunes surgió esto y se han prendido un montón y ya han puesto un montón de memes. Muchos están muy buenos”.
La convocatoria invita a los alumnos y egresados de las carreras de Letras y Comunicación Social a participar hasta el 24 de abril subiendo memes a la cuenta de la cátedra. Estos deben abordar tres temas: Semiótica y cuarentena, semiótica y coronavirus, semiótica y comunicación. Las bases del concurso establecen que los memes deben ser originales, es decir, creados por los participantes y no publicados en ninguna red social anteriormente. Respecto a los premios, los mismos suscitaron un arduo debate entre los docentes de la cátedra, ya que, en un principio, habían pensado en una serie de apuntes sobre la materia en cuestión. Pero fue Toscano quien llamó a salirse de los protocolos académicos para proponer los siguientes galardones a los tres mejores memes: una remera con el semiótico favorito del ganador, un pack de cervezas para el segundo y un pack de resaltadores para el tercero. En apenas un par de días ya se produjo un aluvión de memes por lo que se espera que el certamen sea reñido.
“Para mí el meme es un signo de juventud, aunque no todos los que hacemos memes somos jóvenes. Creo que las dos grandes virtudes que tiene es que, por un lado, conecta lo visual y eso genera más adhesión. Por otro lado, está la cuestión del humor, es un signo que en el acto genera una onda expansiva que se multiplica”, explica Ana Luisa los que, a su entender, son los mayores atributos de este nuevo formato que se instalado en nuestras vidas y que parece haber llegado para quedarse. Sin embargo, Coviello reconoce que, en un principio, no le vaticinaba mucho futuro a estas nuevas formas de humor gráfico: “Yo no le daba tanta vida al meme, pero todavía sigue entusiasmando. Eso me llama la atención, hay que reconocer que son muy ingeniosos”.
La docente de cincuenta años empezó a experimentar con los memes hace casi dos años cuando, junto a la profesora Jorgelina Chaya, decidieron cerrar un congreso de semiótica en Misiones con una conferencia que incluía una serie de memes. La innovación fue todo un éxito. Los memes, que se volvían día a día cada vez más virales en las redes sociales, habían irrumpido también en los claustros académicos: “La gente se ha re divertido, han generado una buena onda impresionante”. Después, empezaron a implementar los memes en las clases para el dictado de los diversos temas y en la cuenta de la cátedra en Facebook. Tampoco desentonaron: “El humor y esa cosa descontracturada que genera hizo que haya otra predisposición de los alumnos. Ahí hemos empezado a soltarnos un poco más. Yo soy muy seria dando clases y me he dado cuenta de que la gente construye de mí una imagen que no es la manera en que me autopercibo. Esto ha venido a relajar un poco esa relación donde me veían con cierto temor y distancia. La relación entre docentes y estudiantes es una relación conflictiva por naturaleza y los memes han operado una transformación, nos ha abierto para que surja algo más afectivo entre nosotros”. Por esos años, un meme del semiólogo argentino Eliseo Verón se volvió una especie de talismán entre los alumnos de la cátedra. El mismo rezaba: “Compartí este Eliseo Verón de la suerte para aprobar semiótica”.
Los memes también forman parte de una búsqueda personal de la docente para mejorar la relación con sus alumnos. Ana Luisa hace memoria y recuerda que el cambio se produjo hace ya varios años después de una clase en el colegio Santa Rosa en la que decidió innovar con una cumbia que hablaba de la conjugación de los verbos. El experimento no sólo fue éxito por la forma en que sus alumnos estudiaron y aprendieron ese tema del programa, sino también porque motivó a un cambio en la relación con los estudiantes: “Desde hace tiempo que vengo explorando la relación entre docente y estudiante desde lo afectivo. Cuando empecé la docencia era muy seria y pegada a lo académico y ese año me descontracturé y tuve una respuesta increíble”.
Estos días en que la pandemia y el aislamiento han calado hondo en nuestras subjetividades y estados de ánimo han coincidido con la popularización de un meme audiovisual donde se puede apreciar a un grupo de africanos bailando con un ataúd a cuestas. Se trata de un grupo de sepultureros de Ghana que hace ese extravagante ritual con una serie de bailes y coreografías a la hora de despedir a los muertos. Las imágenes de esos ritos funerarios combinados con el tema de música electrónica “Astronomía” de Tony Igy, se han vuelto el meme del momento en todo el mundo. ¿Casualidad? Para Ana Luisa nada es azaroso en el mundo de los signos: “La gente necesita reír y creo que se meme es sintomático. Es un signo, es decir, un índice de un estado de cosas que están pasando”. El humor y la risa juegan con la muerte. Para exorcizarla, para perderle el miedo, para ahuyentarla. ¿Y el meme? ¿Le depara una larga vida o serán los mismos sepultureros ghaneses los encargados de enterrarlo dentro de poco con los honores correspondientes? ¿Seguirá vivito y coleando para disfrute en las aulas y estudios dentro de las ciencias sociales? Su vitalidad ya ha sorprendido a esta docente una vez y por eso prefiere no arriesgar un pronóstico: “No creo que el estudio del meme dé para una línea dentro de la semiótica, pero no se sabe, después de todo el signo es inagotable”.
Mientras prepara las clases virtuales que comenzarán la semana que viene para los alumnos de la facultad de Filosofía y Letras, Ana Luisa busca tender un vínculo con los estudiantes que trascienda los contenidos curriculares y que sea un lazo humano, afectivo, porque eso es, en definitiva, lo más importante en estos tiempos teñidos de incertezas y angustias: “En lo que nuestra catedra se refiere, lo que les decimos a los alumnos es que no se preocupen. En este tiempo no van a haber lecturas obligatorias ni compulsivas ni vamos a evaluar remotamente. Además, entendemos que no todos tienen acceso a esa educación virtual y nosotros no queremos profundizar las desigualdades que ya existen. Hay que aplicarle más humanidad a la cosa y contenernos mutuamente. Hay que llevar tranquilidad, ya que estamos todos angustiados, por lo menos, echar un manto de solidaridad. Porque a mí eso también me hace bien, tranquilizar al otro es como un boomerang. Creo que así hay que encarar la relación en estos tiempos, con mucha solidaridad”.
“En tiempos de endiosamiento de la virtualidad, la informática y la tecnología, no hay nada que reemplace la interacción humana. Estoy hablando de las clases, pero también de toda la vida por fuera de las aulas, la vida con el otro. Todos ahora están deseando juntarse porque es lo que más están extrañando y no hay nada que reemplace ese estar con el otro. Ahí se ven las limitaciones de la tecnología porque el contacto con el otro es irremplazable”, reflexiona Ana Luisa mientras espera con ansias ese regreso a las aulas y al contacto humano y vital con sus estudiantes. Hasta entonces, ahí están los memes para arrancarnos risas y sonrisas hasta que vuelvan los abrazos.
Algunos de los memes que participan del concurso:







