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"No soy uno más": vida y obra de Gonzalo, el Ozil tucumano

HISTORIAS DE ACÁ

Pequeños Cracks, el programa de CCC, entrevistó a un niño de 13 años que la rompía en Villa Santillán con goles y un asombroso parecido al enganche de la Selección alemana. La fama después de aquel video, el nuevo objetivo en mente y todo lo que siente el orgullo del Trula. MIRÁ EL VIDEO

El Ozil tucumano y la nota que cambió su vida.





Gonzalo Galván tiene 19 años y trabaja en un drugstore de la calle Colombia para ayudar a Lidia, su madre. Es el hermano de Pablo, quien juega en Carué, y de Emanuel, actualmente en Tarija. Hace seis años este joven llamaba la atención de Pequeños Cracks, el programa de CCC, por su nivel de juego y por su parecido físico a Mesut Ozil, el crack de la Selección Alemana de Fútbol: “Tenía 13 años en ese momento. Jugaba en Villa Santillán, metí dos goles y cuando me hicieron la nota, ya me decían Ozil. Él en ese época jugaba en el Real Madrid”.

Gonzalo es hijo de Pablo de la Cruz Galván, quien llegó a jugar en San Martín, y respeta una máxima de todo los Galván mencionados: “Somos todos enganches. Me caracterizo por lo que hace el enganche, tengo muy buen juego, soy medio pachorra, soy zurdo como Ozil y tengo rasgos del vaguito. Veía mucho fútbol de todas partes, a Ozil, a Riquelme, de ellos aprendí”, explica el Ozil tucumano, quien estudiaba Ingeniería en Sistemas cuando, por la crisis que nadie puede gambetear en el país, debió dejar los estudios y ponerse a trabajar.

El video que se volvió viral en su momento marcó un antes y un después en la vida de Gonzalo Galván, el Ozil tucumano: “El video se viralizó recién al año y medio del día que me hicieron la nota. Era chico, pero me acuerdo patente cómo me enteré: estaba lloviendo, me iba a bañar, y mi hermano me avisan que me llaman de una radio: ‘Quieren tu número’. Salí en la radio, empezó a hacerse viral el video, y no paró más”.



Hasta el día de hoy, jura el Ozil tucumano, que la fama de aquellas imágenes lo acompaña: “Lo tomé bien al video, es al pedo renegar con esas cosas. Siempre que se lo haga con respeto, va a estar todo bien. Ando en las calles, en los boliches, todos me reconocen y me piden una foto, así es hasta el día de hoy”, explica Gonzalo, quien ayuda a Lidia, su mamá, en la atención del drugstore, mientras espera que llegue el sábado para desparramar rivales en el Trula, defendiendo los colores de Unamuno, su equipo, en el complejo Lagneri: “Nos va bien en el campeonato. Como todo equipo de barrio, es difícil a veces porque los vagos trabajan. Los rivales me reconocen, pero no hay excusas: son torneos que no son para cualquiera, si vas tiernito, fuiste”.

La carrera de Gonzalo Galván, a sus 19 años, está en un impasse, pero se tiene fe en cumplir su sueño: “Además de estar jugando, quiero prepararme bien, estoy entrenando en un gimnasio, y quiero llegar a punto para probarme en el verano en algún equipo grande. No sé si San Martín o Atlético me darán la chance. Necesitaría una posibilidad. No soy uno más, tengo las condiciones, veo que hay cada perro jugando en Primera. No puedo dejar que esas cosas te bajoneen. Me gustaría ponerme bien, y también estaría bueno jugar en Central Norte, queda cerca de mi casa. En su momento ya me fui a probar y quedé. Ahora, a la espera de que las cosas mejoren en el país, yo también me preparo para volver”.


Gonzalo Galván, el primero de la izquierda, hoy: "Quiero jugar en un equipo grande de Tucumán y después ver para qué estoy".