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2 Minutos y la fiesta interminable del punk en Tucumán

POGO, SUDOR Y PORRÓN

Los festejos por los 25 años de "Valentín Alsina" trajeron a suelo tucumano a la banda emblema del punkrock en español. Una noche inolvidable, con picos altísimos, mucho pogo y toda la fuerza y vigencia del eterno Mosca y los suyos. "Esto no es coca, papi", advierte el ícono, y tiene razón.

2 minutos punkeando para vos en Jazmín de Luna.





Crestas, remeras negras, pogo, birra, chalecos. Jazmín de Luna luce diferente esta noche de viernes. Lejos de los tacos, las polleras, las camisas apretadas y los cortes de moda, hoy el palacio de la cumbia, la bailanta y hasta alguna vez del folclore del microcentro tucumano presenta un escenario completamente inusual. Esta noche toca 2 Minutos, banda insignia del punk argentino, y la comunidad punkrocker tucumana dice presente, pone el pecho y vive su fiesta interminable.

El escenario está caliente en Jazmín. El aire lo está. Hay olor a recital, a recital de punk. La escena es prácticamente un clásico de la movida, que resiste al paso del tiempo, a las crisis económicas, a lo que venga: remeras negras, cuerpos sudados y cervezas que se calientan en lo que dura un tema de 2 Minutos: 2 minutos. Hace 25 años veía la luz y la noche por primera vez Valentín Alsina, el primer disco de 2 Minutos, que los catapultó al estrellato punk, si es que existe tal cosa, y hoy vienen a celebrarlo por estos pagos.

Eructo en contramano, banda de vasta trayectoria en el under local y rodaje fuera de la provincia, pone a bailar y poguear a los inquietos y ansiosos, que hasta se suben a las vallas y se golpean con el amor con que saben golpearse los punks. Rolo Marin le pide al sonido que le levanten más el micrófono, pero el micrófono no da más: el líder de Rolo y los fucking adictos es además el productor del show, el motor de la esperada visita de 2 Minutos a Tucumán. "Loca Soledad", "Gloriosa sensación" y el clásico de su formación anterior, la 448, "Polución en Tucson", marcan los picos más altos de su show. Es la hora del Mosca, de 2 Minutos, y el público espera ansioso entre cervezas y un calor que desborda al complejo bailable de la renovada calle Mendoza.

El reloj marca las 3 de la mañana cuando 2 Minutos sale al escenario con toda su furia y esa fuerza que los define. "Barrio obrero, Valentín Alsina", grita Mosca, y gritan todos, varias veces. Valentín Alsina es el nombre del primer tema, del primer disco de 2 Minutos, es el lugar donde nació la banda y el único donde vivió Mosca.  Suena "Amor Suicida" y sube el pogo, y hace calor, pero todos pensamos en Antonio, que perdió la vida en Malvinas y su novia, que no pudo más y se voló la cabeza por su muerto amor delante del mismísimo Mosca, según se interpreta en su inconfundible letra.

Mosca se lleva la mano a la sien, emulando un saludo militar en "Amor Suicida"

"'Vos no confiaste' es de 1994, estamos en 2019 y nos comemos el mismo garrón", asevera Mosca, devenido en analista político. "Caramelo de limón", la canción de Ricky Maravilla, es casi una balada romántica entre tanto agite; suena uno de los clásicos de clásicos de 2 Minutos, "Ya no sos igual". Si el DJ la pone un viernes o sábado cualquiera en Jazmín de Luna, seguro todo el boliche la canta, porque es un tema que trasciende al tiempo y los gustos. Otros hitazos como "Demasiado tarde", "Arrebato" y "Lejos estoy" desatan nuevos y furiosos pogos. 

El que, como Carlos, ya no es igual es el mundo del punk, que no es para nada ajeno a los tiempos que corren: las pibas mandan en el pogo, no la miran de afuera ni de costado y es bueno que así sea. También hay un nuevo actor en cada embiste al ritmo de poderosas guitarras: más de uno transmite en vivo a través de Instagram cómo poguea en un show de 2 Minutos, mientras se balancea como puede al tener su mano más hábil ocupada en su transmisión, muchas de las cuáles terminan con abruptos golpes o caídas. Gajes del oficio centennial.

En un confuso episodio, los locales de Ácidos populares se adueñan del escenario, y ya no hay Mosca ni 2 Minutos, y de nuevo hay que esperar. Más cerveza. La banda regresa para el tramo final del show y ya son más de las 4 y media de la mañana, nos pasó por arriba un aluvión de punkrock y pogos, pero la gente quiere más y 2 Minutos le dará más. Algunos aprovechan para descansar en el que usualmente oficia de VIP del boliche. 

Una imagen hace años impensada: una remera de La 25 en un show de 2 minutos. Grieta cerrada, ya nadie pide matar un stone.
El VIP de Jazmín de Luna luce diferente esta noche.
Fundamental: no olvidar atarse los cordones antes de entrar de cabeza al pogo.

Cuando las luces se encienden, dejan ver las ya transpiradas remeras negras de bandas varias al por mayor: Bulldog, Flema, System of a Down, Los Ramones, Sex Pistols, Nirvana, Motley Crew, Ska-p, y hasta La Renga, La 25 y Los Redondos. Son muy pocos los que no cumplen con el axioma del rock y la noche que reza que la remera no debe coincidir con la banda que vas a ver: algunos jóvenes lucen sus remeras de 2 Minutos, recién compradas, y no cumplen esa máxima inobjetable, que no está escrita en ningún lado pero todos conocemos y respetamos.

Si alguien sabe algo sobre el punk en Tucumán es Rolo: "El punk es autogestión, como esencia artística es autogestión, es el hazlo tú mismo, que puede romper moldes y estructura y llegar a lugares como este. ´Es la primera vez que un rockero me viene a buscar´, me dijo el dueño", explica en un ínterin del show, y enfatiza que "vos no tenés que esperar nada, el punk es así. Si no hay, inventalo. Y una vez que lo inventés, cuidalo y protegelo y generá la historia". Mientras se prepara para emprender una gira por México con sus fucking adictos, Rolo recuerda que compartieron escenario con 2 Minutos en el mítico Luna Park y no duda en afirmar que son "la banda de punk latina más importante hoy por hoy, y quizás de todos los tiempos".

Rolo y los fucking adictos, teloneros de lujo y hermanos de ruta de 2 Minutos.

Mosca vuelve al escenario y vuelve con todo, sin escatimar energías ni picardía. Se pone una careta de Jason, el protagonista de Martes 13,  y le da el micrófono al que se lo pida, desde la valla o desde el pogo, porque en un show de 2 Minutos vos podés cantar los temas de tu vida. "Esto no es coca, papi", advierte el ícono, y suena "Tema de Adrián", a quién se llevaron "los de moralidad por haber gritado la verdad", pero "no te preocupes nena" que cuando Adrián salga te pasará a buscar y seguro van a ver a 2 Minutos.

"Esta canción la lleva cada uno ya sabe adónde", dice Mosca, se toca el corazón y mira al cielo. Y tiene razón Mosca, porque "el mejor recuerdo, es una simple canción para alguien que ya no está", y más de uno se toca el pecho y mira también al cielo, que es, en realidad, el techo de Jazmín de Luna y sus bolas de espejos, pero se entiende y se siente. Pasan "Nada que hacer" y "Otra mujer", y el líder de 2 Minutos confirma su mancomunión con los tucumanos abrazando a los locos que sortean la valla para abrazarlo entre el calor.

El final es un huracán de punk y pogo y calor y cerveza, que vuelan por todos lados: todos bailan y saltan y, por supuesto, tiran golpes de puño al aire en "Piñas van, piñas vienen"; en "Aeropuerto" escuchamos a Mosca, pero también a Rolo que ya está sobre el escenario, y un muchacho con camiseta de Gimnasia de Jujuy a quién el frontman le cedió el micrófono, porque el punk es así. El cierre es, justamente, con "2 Minutos", tema homónimo cuya letra define de cuerpo entero a la banda emblema del punk argentino: "2 Minutos punkeando para vos, esta noche, con huevo y corazón. Solo te pido un puto favor: respeto al de al lado y diversión". Eso es 2 Minutos. Más de 600 tucumanos lo saben y lo reconfirmaron en Jazmín de Luna.



Mosca. Prócer del punk en Jazmín de Luna.
Enajenado pogo.