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Las manos que tejen para los niños del Hospital necesitan ayuda

Solidaridad

El grupo Tejiendo Sonrisas pide colaboración a los tucumanos para continuar elaborando gorros y colchas para los pequeños internados en el nosocomio de Barrio Sur. “Cada vez nos cuesta más comprar la lana”, explicó una de las integrantes. Buscan lana para seguir tejiendo para los chicos del Hospital de Niño

Las integrantes de Tejiendo Sonrisas con algunas de las piezas que fabrican.-





La actual crisis económica que atraviesa el país no sólo golpea a las familias argentinas, sino que también afecta a las organizaciones que a base de buena voluntad, donaciones, y mucho trabajo, dan una mano a los que más lo necesitan.


Este es el caso de Tejiendo Sonrisas, un grupo formado por tejedoras que todos los sábados en Plaza Alberdi (Santiago y Catamarca) se reúnen para fabricar colchas y gorros, que luego son regalados para los niños internados en el Hospital de Niños y Avellaneda.


“Nosotras no manejamos dinero. Lo que buscamos es que la gente nos colabore con lana, de lo que les sobre o comprando y donándola para que podamos hacer los gorritos y las colchas para los más chicos”, contó Marta Villafañe a eltucumano.com, donde explicó que los artículos que tejen son para los niños, que una vez dados de alta, se los llevan a sus casas.


En ese sentido, la integrante de Tejiendo Sonrisas aseguró que el costo de los ovillos aumentó considerablemente en los últimos tiempos, ya que cuando comenzaron con esta campaña salía $30 y ahora tiene un costo de $125. “Una colcha, para una cama de una plaza lleva seis ovillos, por eso necesitamos la colaboración de la gente”, agregó.


Los interesados en donar lana para que estas tejedoras sigan llevando a cabo su misión deben acercase a plaza Alberdi, sobre calle Santiago, todos los sábados desde las 16 donde podrán ver sus trabajos y si tienen ganas, sumarse al grupo. “Estamos todos los sábados en plaza Alberdi, salvo este 31 de agosto, que vamos a llevar 50 colchas y 50 gorros de pandas y ovejas para que los niños que están en la sala de espera o prontos a realizarse un estudio, no estén nerviosos y se lleven un regalo a casa”, finalizó Marta.