El romántico tucumano que le canta al recuerdo y atesora 5 mil discos
FIESTA DEL RECUERDO
Aníbal Burgos compartirá cartelera con Tormenta, Beto Orlando y Los Iracundos: "Nunca dejé de soñar con este momento".

Aníbal Burgos brilla con luz propia y cumplirá su sueño en Villa Luján.
No había disquerías en Bella Vista hace 30 años. Entonces, con las manos metidas en los bolsillos y un par de monedas, Aníbal Burgos salía a comprar vinilos casa por casa, haciendo palmas o tocando el timbre. No importa cómo sonara su llegada mientras los vecinos le abrieran la puerta a ese chango de nueve años en busca de música: “Iba puerta por puerta. A veces les compraba los discos, pero muchos me los regalaban. Tenía un combinado marca Ambassador que andaba todo el día con aquellos primeros discos de Los Iracundos”, rememora hoy con 39 años este cantante tucumano que hace de la nostalgia una forma de vida y será una de las estrellas de la Mega Fiesta del Recuerdo en el club Villa Luján.
El tiempo pasó y con el ascenso de su carrera como cantante también creció la colección de discos: “Tengo 5 mil longplays. Hubo un momento que dejaron de entrarme en los muebles y empecé a repartirlos en distintas casas. Estaba ordenando los discos cuando me sonó el celular. Era don Nito Arrietta, el rey del recuerdo. A don Nito le debo todo lo que soy. Hubo una noche que bajé del escenario, lo abracé y le pedí: ‘Don Nito, no me olvide’. Y no me olvidó. Me dijo que estaba en la próxima cartelera junto a Beto Orlando, Los Iracundos, Los Ángeles Negros, los más grandes de todos los tiempos”.
El llamado de don Nito coincidió con la publicidad de la radio siempre encendida en la casa de Aníbal Burgos: “Cuando escuché mi nombre en la radio, lo digo sin problemas, me puse a llorar. En mi pueblo todos se burlaban de mí. Nadie creía que iba a llegar a cantar con los más grandes. Mis amigos se burlaban de mí, pero nunca dejé de creer, nunca dejé de soñar con una noche como la que viene. Cuando cierro los ojos, veo a Villa Luján esa noche, llena de gente y me veo a mí en el escenario, con mi repertorio y atuendo listo”.

Aníbal junto a Danny Cabuche
La gran noche es el sábado 14 de abril. No será en Floresta porque se espera una multitud que estará más cómoda en Villa Luján, otro de los templos que vuelve a abrir sus puertas para poner la música que sintoniza Tucumán a través de sus bares, de sus taxis, de sus colectivos, de sus amas de casas, de sus despensas y de sus gomerías. Es la música de Bésame, de Romance. “Es la música del amor. Desde 2012 comparto cartelera y es lo que hago cuando subo al escenario. Una vez que se encienden las luces, entro en una burbuja, se forma un clima único, de familias, de hombres y mujeres que creen en el amor. A ellos les voy a dedicar mi mejor repertorio: Salvatore Adamo, Roberto Carlos, Juan Ramón, Los Cuatro Soles, Raphael y Milton Cesar”.
En este maravilloso mundo de peinados con gomina y permanentes, con cadenas de oro y strás, con camisas de seda y chiffon, con tacos altos y botas de cuero, la pilcha es un detalle que no puede pasar desapercibido: “Yo soy de los chalecos coloridos de cuero y camisas con un detalle que combinen con el color del chaleco. El resto es al tono y acompaña”, aclara el cantautor que se emociona cuando canta “Es mi vida”, la cortina musical de un programa radial que conducía llamado No hay edad para el recuerdo. “Tenía las versiones de Adamo en armenio, alemán y francés, tengo discos que son únicos. Entre ellos, los de monstruos con los que voy a cantar en abril”, cierra Aníbal Burgos. Y cae el telón hasta el sábado 14 abril, cuando se enciendan las luces y el público caiga rendido a sus pies.
