Una perrita despellejada se recupera gracias al amor de los tucumanos

La historia de Angelita, la cachorra despellejada y abandonada en Río Seco, muestra las dos caras de una misma sociedad: por un lado, el desprecio total por la vida de un animal y, por otro, la solidaridad sin límites de quienes se organizaron para brindarle todos los cuidados necesarios para que siga viviendo y recupere la confianza en los humanos.

Andrea Nacul es el nombre de la mascotera que rescató a la perrita de la calle, cuando apenas tenía 45 días y temblaba por el dolor que le producían las heridas. "Estaba hecha un ovillito esperando la muerte. Ni hubo tiempo para buscar culpables. Sólo pudimos alzarla en brazos y correr por la ruta tratando de llegar a una veterinaria", relató desde su cuenta de Facebook. Gracias a la premura con la que actuó la voluntaria, Angelita llegó con vida a Aguilares, donde los profesionales Alejandra Frías y Roberto Urruchua la operaron durante 3 horas y le realizaron 25 puntos de sutura.   

La buena noticia es que ayer, gracias a los cuidados intensivos y al amor de los tucumanos que se solidarizaron a través de las redes sociales y acercaron donaciones para costear los gastos, los doctores le sacaron los vendajes a la perrita. "Para quienes la querían ver con su patita libre, se le retiró el vendaje por 24 horas. Por fin comenzó a mover la colita, señal de que reconoce el cariño de la gente y, aunque fue cruelmente torturada, aún tiene confianza en los humanos", posteó Andrea en su cuenta.

La responsable de haberle dado una segunda oportunidad, añadió que Angelita "fue visitada en la veterinaria por mucha gente que quiso conocerla, darle su apoyo y regalarle unos mimos. Hasta un precioso peluche recibió y unas cartas de amor que parten el corazón por lo emotivo del mensaje. Angelita está muy feliz de recibir tantísimo AMOR!!!!", escribió la mascotera con el corazón hinchado de alegría por haber logrado darle a esta historia un buen final.