Luna llena Tauro/Escorpio: La iluminación

En la luna llena que corresponde al ciclo taurino, que cae este año hoy 10 de mayo, se conmemora el Wesak, la celebración más destacada de la religión budista, en la que los fieles acuden a templos y hacen ofrendas para Buda. Se considera que el dios nació, alcanzó la iluminación y murió en sendos días de Wesak.

La historia cuenta que pocos días antes de morir vio llorando a su fiel servidor Ananda. El Buda le aconsejó no llorar, sino comprender la Ley universal de que todas las cosas (incluyendo su propio cuerpo) son impermanentes. Sin embargo, al morir Buda, Ananda se quedó a su lado, completamente inmóvil, llorando.

El resto de los discípulos le repitieron que no tenía por qué llorar, ya que su maestro había alcanzado el fin de sus días totalmente iluminado y debía alegrarse por ello. Ananda respondió que ellos no entendían el origen de su dolor: no lloraba por su maestro, sino por sí mismo, ya  que si había estado a su lado durante mucho tiempo y no había alcanzado la iluminación, sentía que ya jamás la alcanzaría. El discípulo se pasó la noche en vela, meditando y sintiendo profundo dolor. La historia dice que la mañana siguiente halló la luz.

Este mito simboliza profundamente a Tauro/Escorpio. “La iluminación” es en el fondo la profunda comprensión que permite trascender las formas y el dolor. Con la identificación con las “formas” (cuerpo, profesión, vínculos, materia) emerge el apego que caracteriza a Tauro/Escorpio: “Si no tengo eso, si no consigo aquello, si no estoy con él/ella, no soy”. Un profundo sentido de propiedad sobre las cosas y las personas que acarrea la necesidad de control sobre destinos propios y ajenos. Y esa es quizás la herida narcisista profunda que vemos en esta polaridad de signos: la separación entre nosotros y lo que deseamos, una bolsa densa e indiscriminada de cosas y personas cosificadas: recursos, dinero, pareja, éxitos, goce, placeres y reconocimientos.

¡Ojo! El combo también incluye vida espiritual y de conocimiento; la eterna y ambiciosa “superación personal” vivida como una estrategia decoradora de interiores. Por afuera hacemos arquitectura e inversión inmobiliaria, por dentro diseño de interiores. Así, vamos identificándonos cada vez más con las formas a un punto que sentimos que no damos más. Este es el primer paso.

Ilustración de Meraki Labbe

El dolor que estás sintiendo quiere sincerarte, quiere desnudarte los velos. El dolor hace sincero al ser humano, es aquello que falta en la consciencia. La sanación sólo es posible cuando asumís la parte de la sombra que el dolor encierra y para esto es importante trascender victimizaciones y abrir el corazón a esa sabiduría/iluminación que te eleva sobre el barro de tus mundanas ambiciones.

Acumulo, entonces desacumulo. Amarro, entonces suelto. Poseo, entonces entrego. Destruyo, entonces regenero. Rompo, entonces reparo. ¡Qué amorosa es la reparación, y qué exclusiva de las consciencias que comprenden y los corazones que saben recibirla! La vida se abre paso, mi amigo, sin pedirte permiso. La vida te necesita para experimentarse a sí misma y ese es el luminoso servicio que ofrecemos, tomándola y viviéndola como ella misma se vive a sí misma: naciendo, creciendo y muriendo. Nada te pertenece, pero todo está disponible. 

Ilustración de Meraki Labbe

¿Descubriste qué estás necesitando verdadera y genuinamente? ¿Es necedad o nece-SI-dad? ¿A qué le das valor? ¿Valorás sólo lo escaso o lo que te falta? ¿Sentís que estás desconectado de sentidos abundantes? ¿Registraste las trabas que esta lunación informó a tu consciencia?

Maravilloso, la luz empezó a filtrarse por ahí. 

Gi Juliano

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