"Los primeros entrenamientos eran de mucha violencia": el excrack de Atlético Tucumán que dedica su tiempo a menores en conflicto con la ley
El ídolo del Decano, Mauro Amato, es el encargado de brindar un taller de fútbol en un instituto de menores de La Plata, Buenos Aires. La forma de integrar a los chicos y una colecta solidaria para conseguir ropa y calzado. "Al principio me pusieron los puntos: 'acá se juega así, porque estamos en cana'", contó.

Foto El Pais/Anita Pouchard Serra.-
Los hinchas de Atlético Tucumán guardan de manera imborrable el paso de Mauro Amato por tierras tucumanas. Tras llenar las gargantas Decanas con gritos de goles, el hoy exgoleador dedica su vida a una noble causa.
Tras 14 años como director técnico en las inferiores de Estudiantes de La Plata, Amato decidió volcarse a la militancia social y encabezar un Taller de Fútbol y Valores en el Instituto Francisco Legarra, una institución que alberga a jóvenes en conflicto con la ley, ubicado en la ciudad de La Plata.
"Lo que estoy haciendo me llena el corazón. Me salí del sistema del fútbol. Desde los 6 años mi vida fue el fútbol, pero los 50 me pegaron por el lado de la reflexión, entonces decidí un cambio de rumbo". contó Mauro en el programa radia Pase lo que pase, de AM 270.
Saturado por la rutina del fútbol, Amato dio detalle de lo que hace en el instituto, donde tuvo un comienzo difícil, pero que supo superar gracias al fútbol: “Los primeros entrenamientos eran de mucha violencia. Entonces uno me puso los puntos. Me dijeron `profe acá se juega así, porque estamos en cana, no se cobran las manos, no se va`. Ahí radicaba la violencia".
"Ellos me tiraron mucha información del entorno, y desde ahí me enfoqué en cómo transformarlo. Entonces, de mi cabeza de técnico, conseguí una cinta para marcar la cancha, y explicar que el taller tenía en cuenta el compañerismo. Yo no conecto con su condena, sino con su persona. No vengo a juzgar a nadie", afirmó.
En ese sentido, señaló que logro llegarle a los pibes "con el amor". "El amor es el primer valor: a partir de ahí es donde se abre el canal de comunicación, y con el feedback empieza la transformación, de charlar de sus problemáticas, de lo que ellos quieran contarme. El fútbol nos da la posibilidad de hacer esta transformación en un contexto donde falta amor, un abrazo", detalló.
"Les hago sentir que son jugadores. Entramos en calor, con conitos, con juegos y ahí empecé a involucrarme. Primero, jugando a la pelota, intervenía en las jugadas; explicarles qué es el tercer hombre, qué es una triangulación, para qué se hace, entonces empezaron a darle sentido a la pelota, a jugar el juego. Desde ese lugar los involucraba y hacerlos reflexionar. Darle premios, por ejemplo, quién hace el mejor gol en equipo, no individual", destacó orgulloso.
Y celebró: "Bajó la violencia, se dedican a jugar y juegan al juego y ahí está la pureza del fútbol, no hay plata de por medio, ni que lo vean de otro club".
Por último, se refirió a la colecta solidaria de ropa y calzado que inició a su cuenta de Instagram, que será destinada a los chicos de la institución.