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"Agarré el celular y salió así": Alberto de Villa Urquiza y el video épico de la fiesta de San Martín

HISTORIAS DE CIUDADELA

Ciruja de ley, siempre hace la previa con los amigos del barrio. Cuando entró el último sábado a la cancha, la adrenalina lo llevó a lo más alto de la tela y registró el recibimiento del año. VIDEO

"Y vaaaaaaamo Ciudadé..."





Esta es la historia de un hincha fanático de San Martín. Se llama Alberto Yahia y en el barrio le dicen Albertito. Siempre en Villa Urquiza y acompañado por una banda de amigos e hijos fieles al Santo, él es el protagonista de uno de los videos que resumen la locura que se vive en Ciudadela. Es un video que lo tiene subido a la tela, con la cámara del celular en la mano, explotado de felicidad mientras el Santo sale al campo de juego. 

El Loco Pancho, de Villa 9 de Julio, es quien inmortalizó este tipo de videos la noche que San Martín jugó contra Boca y ahora Alberto siguió el legado contra San Martín de San Juan el último sábado. En esta nota compartiremos la historia de Alberto. En otra nota, la historia del Loco Pancho. Ahora, con todos ustedes, vamos a Villa Urquiza:

“Tengo 38 años. Soy fanático, enfermo de San Martín. Voy desde que tengo que uso de razón. Siempre tengo la previa con los chicos de Villa Urquiza. De local voy siempre y de visitante cuando se tenga que viajar. San Martín es una familia hermosa. San Martín es mucho más que 90 minutos. San Martín es algo que se vive todos los días. De lunes a lunes. En algún momento del día, se habla de una anécdota o algo relacionado con San Martín. Es una linda enfermedad”, le contaba el hincha este miércoles al mediodía a eltucumano, mientras se preparaba para almorzar después de volver del laburo.

En una pausa de la rutina, de todo lo que el hincha deja atrás cuando entra a la cancha, Alberto sigue contándonos su historia con San Martín y la previa sagrada que hace con la banda de Villa Urquiza: “Somos del barrio y siempre hacemos la previa. Somos 15 muchachos. Nos organizamos y vamos poniendo la casa cada uno por partido. Siempre vamos rotando el domicilio. Siempre sale un asadito y estamos divididos entre los que toman vino y los que toman fernet. Pero hay tragos varios y alguno toma vodka”. 

Ya en caravana hasta Ciudadela, unos minutos quedan para la última parte de la previa antes de entrar a la cancha: “Todos somos socios y siempre tenemos la entrada asegurada. Ya a la cancha vamos con la previa encima, dejamos el auto en la Frías Silva, hacemos un par de latas y entramos. Siempre paramos en la misma parte de la Pellegrini”.

Ahí, en esa parte de la Pelle, cerca de la Bolívar, Albertito entró a la cancha con sus amigos, con su hijo y cuando vio las tribunas sintió algo especial, algo que por primera vez lo llevó a subirse a lo más alto de la tela, a sacar el celular y a registrar el épico recibimiento de San Martín el último sábado: “El video ha salido porque era una fiesta terrible, una adrenalina al máximo imposible de describir. Siempre Ciudadela es una fiesta, pero estos partidos tienen un plus. Es imposible que estés en la cancha y que no te salte una lágrima de emoción. Es una locura lo que se vive. Y el video surgió así. No soy de subirme a la tela, pero pintó. Estaba muy emocionado y con la adrenalina al 1000%. Lo único que atiné es subirme a la tela, agarrar el celular y mostrar la fiesta”.

¿Qué se siente estar ahí arriba, en ese momento, siendo el protagonista de una imagen fantástica, rodeada de gente que grita y que alienta? ¿Qué pasa por la cabeza cuando estás ahí, en ese momento, guardando para toda la vida uno de los momentos más hermosos que te puede regalar el amor por San Martín? “Me pasan muchas sensaciones por la cabeza. Mi hijo de abajo me miraba desde abajo. Me miraba muy feliz. Y a mí me agarró una nostalgia ahí arriba. Pensaba cómo pasa el tiempo. Yo antes de chico miraba a los que se subían a la tela y ahora yo estaba ahí. La gente te mira. Te sacan fotos. Y después vienen los comentarios de la familia y de los amigos. Mi mamá me decía: '¿Cómo te vas a subir así?'. Los changos se reían, pero esto solo lo puede generar San Martín”.

Padre de familia, laburante, 38 años, lo que vive Alberto Yahia es lo que viven miles de Cirujas cuando entran a Ciudadela y dejan atrás toda la semana: “En la cancha uno se transforma. En la cancha uno se olvida de todo lo que va viviendo en la semana, de todos los problemas. Es como que entro en otra dimensión Uno es de una manera dentro de la cancha y de otra fuera del estadio. He cumplido 38 años en julio y mi hermana me decía que estoy grande para subirme así en la tela. Pero aunque tenga 100 años, si me da el cuerpo, voy a seguir saltando. Esto se va a apagar cuando uno deje de estar”.

Junto a los changos de Villa Urquiza con quien hace las previas, junto a Santiago, al Tanque Aráoz, a Matías, a Raúl, a Cisterna, a Rodrigo, al Enano, al Ñato, al Flaco, a Pablo, a José, a Abel, al Banano, a Daniel, a Enrique, a Fernando, a Carpeta, a Nelson, a Sergio y a Queso, y con los hijos que empiezan a seguir el legado como Thiago, Mateo, Nathaniel, Luciano, Facundo, Juan Cruz, Joaquín y Mateo, todos están en la misma, todos esperan el próximo partido, el del domingo contra Madryn para verlo por tele, y luego para volver a Ciudadela. 

Mientras tanto, ¿cómo vive el hincha de San Martín esta recta final hacia el sueño que significa volver a Primera? Así como los hinchas suben a la tela para tocar el cielo con las manos, ¿qué sueñan? “La fe está intacta. Tenemos equipo para salir campeón. El único miedo es que nos bombee el mafioso de Tapia. Ya nos ha sacado un campeonato y nos ha quedado esa pica. Sabemos que no lo quiere a San Martín. Si esto fuera todo transparente, te aseguro y te digo: ‘Sí, vamos a salir campeón; sí, vamos a ascender’. Pero hasta que no termine el campeonato, solo tenemos que esperar. Mientras tanto, nosotros vamos a seguir ahí, como siempre, en las buenas y en las malas, con la previa, en la Pellegrini, subidos a la tela o pegado al alabrado, dejando todo por esta locura que es San Martín. Porque San Martín es una locura, hermano. Y si no me creen, miren el video".



La previa con los changos del barrio: "Infaltable".

Con su hijo, quien sigue el legado: "Es una emoción muy grande ir con él a la cancha".