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"Fue mágico": Pablo Villán, el autor del fotón de Darío Sand y el póster que sueña San Martín

HISTORIAS CIRUJAS

Es fotógrafo de Crónica desde hace 20 años y estuvo en el lugar justo y en el momento indicado para inmortalizar al arquero y capitán del deseo de todos en Ciudadela.

Vuela Darío. Fotos: Pablo Villán.





La escena sucedió el sábado en Caseros, Buenos Aires, mientras Estudiantes y San Martín se enfrentaban por la B Nacional. No pasaba mucho en el partido hasta que a los 23 minutos del primer tiempo Juan Orellana perdió la pelota y Matías García bajó a Elías Contreras cerca del área. Entre la falta y la ejecución del tiro libre pasaron dos minutos y medio. 


Durante esos dos minutos y medio, los jugadores de Estudiantes decidían el ejecutor del tiro libre, Matías García se agarraba la cabeza por la quinta amarilla, Juan Cuevas se empujaba con Contreras y finalmente Lautaro Ovando tomaba la pelota para sacudir la red. Claro, no contaba con la imagen que acompañó el relato de La Clásica: “Está Darío Sand en el arco, el arquero récord. Va Lovando… ¡Sand, Sand, Sand! ¡Darío, Darío, Darío!”.

Los hinchas en Caseros y los hinchas en Tucumán miraron la escena, el tiro libre y la atajada. Pero nadie sabía que a unos metros, cerca del córner, detrás del arco de San Martín, estaba agazapado el fotógrafo de Crónica, Pablo Villán, el otro protagonista de esta historia. Fue el reportero gráfico quien durante la falta y la ejecución del tiro libre tomó una decisión: retratar al arquero de San Martín que evitaría con sus puños el gol de Estudiantes. No. El gol, en un click, iba a ser del autor de una de las mejores fotos que se han visto en el fútbol argentino en mucho tiempo: "Super Sand", "El Vuelo Eterno", "Sand Martín", llámenle como quieran a la imagen que ilustra esta nota y que merece la entrevista con el autor de la foto.

“Fue mágico porque generalmente los fotógrafos apuntamos al que patea, pero decidí seguir con la cámara a Darío. La pelota hubiera podido irse a la calle, pero no. Justo Darío voló y salió la foto con un detalle que tampoco es menor: el gesto de Darío cuando despeja la pelota, la sonrisa de Darío”, le cuenta Pablo Villán a eltucumano el detrás de escena de la atajada clave para mantener el arco en cero y para que después los compañeros de Sand hicieran su parte: los tres goles para el triunfo de San Martín en Caseros.

Detrás del fotón al 1 hay una historia profesional que cuenta el autor de la imagen: “Trabajo en Crónica hace 20 años y aquí, en Buenos Aires, Crónica es el ascenso. Y el ascenso es mágico: llegar a la cancha, la previa, los hinchas agradeciéndote por estar ahí, cubriendo a los equipos que otros medios no cubren y mucho menos en esta época tan digital. Hacemos mucho Merlo, Laferrere, Caseros, Chacarita, Chicago, las canchas de los grandes del ascenso. En Caseros se lee mucho el diario de papel y teníamos la oportunidad de cubrir al puntero, a un grande como San Martín”.

Además de lo profesional, hay una historia personal de Villán con los hermanos Sand: “Empecé en 2006 en Lanús y desde entonces tuve la suerte de retratar los goles del Pepe Sand, campeón con Lanús en 2007. Todas las fotos de sus goles son mías. Hasta me decían que José iba a festejar para mi lado, pero no es así. Lo que sí puedo decirte es que los gestos de los hermanos Sand son únicos. José es el mejor gritador de goles en la historia del fútbol. No hay otro goleador que los grite así. Y ahora me tocó retratar al hermano, a Darío, que habla igual que el hermano, con el mismo tono que Pepe, esa tonada correntina que los caracteriza. Lo mío con la familia Sand es salado. Son gestos increíbles y no buscados”.

Villán supo que había sacado una obra de arte recién en el entretiempo: “Cambié la tarjeta de la cámara y vi la foto cuando terminó el primer tiempo. En la cancha, después del partido, no lo quería molestar a Darío porque él hace su trabajo y yo el mío, pero después se la mandé. Su reacción fue la esperada: me agradeció porque la foto quedó muy linda. Creo que esa foto retrató el presente que tiene él, el mejor arquero de la categoría, sin dudas”.

No es la primera vez, claro, que Villán inmortaliza un momento único en la vida de un jugador como lo hizo con el gol del propio Pepe Sand el 2 de diciembre de 2007, en La Bombonera, para Lanús campeón. Entre tantas imágenes, el fotógrafo recuerda una de su autoría que atesora en el marco del día más triste del fútbol argentino, el 26 de noviembre de 2020, el día que murió Diego Maradona: “Yo ese día fui a cubrir la masiva despedida en Casa Rosada. Yo estaba en la calle cuando vi a un hincha de Boca y a otro de River abrazándose, rotos en llanto. Fue la imagen que muchos eligieron como el retrato del dolor del fútbol argentino por la muerte de Maradona. Y creo que lo fue. Ese día me explotó el celular. Desde Nápoles me llamaban”. 

¿Qué lugar en la historia tendrá la foto de Pablo Villán tomada el 3 de agosto a Darío Sand? “Por lo pronto, está entre las mejores que he sacado en mi carrera. Sin dudas. Y ahora espero que la imagen de Darío llegue a todos los hinchas en Tucumán, que usen a la foto, que forme parte de algo grande, que esté colgada en la cancha, que sea parte de una jornada cultural, lo que quieran. Es especial”, cierra Pablo Villán, quien sacó la foto como lo hace Sand cuando saca una pelota y todo lo que le tiran para convertirse en póster, el póster que los hinchas de San Martin sueñan a fin de año, el póster con el que sueña todo Ciudadela.


El video de la atajada de Darío Sand en Caseros: