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A pesar de las atajadas de Marchiori, Estudiantes venció a Vélez en los penales y gritó campeón

copa de la liga

El ex arquero Decano brilló en la definición del torneo pero sus compañeros no lo acompañaron y el Fortín no pudo dar la vuelta. El tucumano Álvaro Montoro falló un penal decisivo. VIDEO.

Foto: @morenabeltran10 en Twitter.





En una definición para el infarto, Estudiantes de La Plata se consagró campeón de la Copa de la Liga frente a Vélez Sársfield, en el partido disputado en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero.

El Fortín fue superior en la mayor parte del juego, pero el que abrió la cuenta fue el Pincha. A las 14' del primer tiempo, el equipo de Eduardo Domínguez jugó corto un córner, movió la pelota hacia el centro de la cancha y Eros Mancuso, con un preciso remate, venció a Tomás Marchiori en el primer tiro al arco. Vélez mantuvo el dominio del juego y tuvo varias situaciones que no pudo concretar en la primera mitad.

Todo parecía desmoronarse para los dirigidos por Gustavo Quinteros cuando iban 13' de la segunda parte: el árbitro Nicolás Ramírez expulsó al defensor Damián Fernández. Sin embargo, con uno menos, Vélez llegó al empate cinco minutos más tarde: el joven Alejo Sarco, recién ingresado y en la primera ocasión que tuvo, pudo hacer el gol que tanto se le negó en el primer tiempo al equipo de Liniers.

En un ratito cambió el panorama del partido, ya que Vélez no sólo logró el empate con un jugador menos, sino que a los 24' el defensor del León, Gastón Benedetti, vio la roja por un foul de último recurso.

Si bien el panorama parecía favorable para Vélez, que continuó teniendo el dominio del partido, ninguno pudo vulnerar el arco rival. Ya en el alargue, Estudiantes emparejó las acciones, mostrándose mejor desde lo físico. El ingreso del juvenil tucumano Álvaro Montoro para Vélez no pudo inclinar la balanza. El partido, con apenas algunas aproximaciones en lo que fue el tiempo extra, culminó en la definición por penales.

Allí se lució el ex arquero de Atlético Tucumán. Luego de que Emmanuel Mammana y Pablo Piatti metieran sus penales, Marchiori tuvo un atajadón y se tomó revancha de Mancuso.

Sin embargo, lo que parecía darle un impuslo decisivo a Vélez, duró poco y nada: en el penal siguiente Joaquín García pateó mal y Matías Mansilla, arquero de Estudiantes, contuvo el disparo. Joaquín Correa igualó el marcador y Mansilla volvió a hacer de las suyas: tapó el segundo penal consecutivo, en este caso a Santiago Cáseres. Edwin Cetré hizo el suyo y puso arriba a Estudiantes por primera vez en la serie.

Obligado a convertir fue Lenny Lobato, que no se achicó y convirtió. Si Santiago Ascacíbar metía el último penal del Pincha en la serie inicial, Estudiantes se consagraba campeón. Pero ahí apareció Marchiori nuevamente: volando hacia el mismo palo que en el penal contra Mancuso, pero con el cuerpo hacia abajo, adivinó el remate del Ruso. Con suspenso, porque la pelota quedó atrás de su cuerpo y un mal movimiento la podía empujar al fondo del arco, Marchiori le daba vida a Vélez y llevaba la definición al uno contra uno.

El que se hizo cargo del siguiente penal para Vélez fue el tucumano Álvaro Montoro, joven de apenas 17 años e importante promesa del fútbol argentino. Mansilla volvió a adivinar y detener el penal, dejando a Fernando Zuqui con toda la responsabilidad. El experimentado mediocampista no falló en el sexto y la serie terminó 4 a 3 a favor del León.

Estudiantes cosecha así su segundo título en apenas seis meses, ya que en diciembre pasado había alzado la Copa Argentina tras ganarle a Defensa y Justicia. Vélez, por su parte, volvió a jugar una final después de casi una década y logró, con esta campaña, espantar los fantasmas que lo colocaban en la zona baja de la tabla.