Golazo de campeón: San Pablo, el rey del fútbol tucumano
El Paulistano se llevó La Copa Tucumán 2023 luego de vencer a La Florida por 2-0 y de un andar soñado, dejando en el camino a grandes equipos, con goles de antología como el que hizo Lucas Maldonado cerrando de manera brillante esta historia. Por Nicolás Martín

¡San Pablo campeón!
San Pablo es el flamante campeón de esta Copa Tucumán 2023. Un formato nuevo que, teniendo en cuenta la paridad del fútbol tucumano, provocó grandes triunfos y tuvo increíbles revelaciones. Desde Graneros hasta Burruyacú, 50 equipos, clubes tanto de primera como del ascenso emprendieron el sueño de poder bordarse una estrella en su escudo. Y como si se tratase del guion de una película, todo acababa donde comenzó: el Estadio de La Ciudadela, aquel que albergó el primer cotejo de este torneo, también era el coliseo para la batalla final entre el Paulistano y el Tricolor.
El conjunto venía de hacer una fase de grupos casi perfecta, siendo uno de los equipos más goleadores de esta Copa y demostrando una cuota anotadora que iba más allá de los destellos de un delantero bravo o de un enganche exquisito: un relojito suizo donde cada engranaje no tenía problema de ponerse el overol o el traje (dependiendo de la situación) para que el balón fluya y termine en las redes. Un equipo camaleónico de Adrián Uslenghi.
Por el otro lado, La Florida tuvo sus altibajos, pero logró enderezarse en la victoria que le dio la clasificación por 1-0 ante Unión Simoca como visitante y sin amedrentarse por ser un equipo del ascenso, empezó a derribar Goliats a su paso: Newbery, Concepción FC y Graneros. Todos equipos grandiosos en nombres, que se toparon con los gladiadores comandados por Marcelo “Tigre” Tello. Luchar cada pelota como si fuera la última es el lema principal de este “Tricolor” que también basa su identidad en el paso constante de los laterales al ataque y en ser compactos para no liberar espacios.
Tarde fría en el Jardín de la República, sin embargo, nada evitaría que el esférico ruede sobre el campo de juego de La Ciudadela en un verde digno de un billar, a pesar de las condiciones climáticas. Las tribunas ya se empiezan a teñir de los colores de la fiesta que íbamos a tener: azul y amarillo por un lado; rojo, blanco y negro por el otro. Darle la importancia a nuestro fútbol local también es brindarle las comodidades pertinentes a los clubes de la Liga Tucumana para que haya un espectáculo digno de apreciar en las mejores condiciones posibles.
La número 5 empieza a girar y un fenómeno natural parece desestabilizar la estantería de La Florida: el Paulistano es una tromba que presiona bien alto y genera situaciones en los primeros minutos de juego. La catástrofe para el Tricolor parece inminente, ante un equipo que lo está pasando por arriba. Y el libreto que propone Adrián Uslenghi de convertir primero y velozmente se cumple, luego de que su apuesta para este partido, Juan Cruz “Quebrachito” Juárez logre desbordar y meter un centro de esos que tienen veneno, porque tienen el efecto justo para alejarse del guardameta, pero el necesario para arribar hacia un compañero, en este caso, el zaguero Silvio Lescano, que, a pesar de estar en terreno desconocido, empuja con mucho oficio esa pelota y pone el grito sagrado a favor del Paulistano, que a los 3 minutos ya rompió el candado del “Tigre” Tello.
Los fuegos artificiales están a la orden del día para seguir dándole condimento a la tarde especial donde el “Ají” Véliz cabecea todos los ladrillos que le tiran, Rodrigo Lizarraga empieza con sus gambetas y ya vemos las corridas del impredecible Gastón Amaya. La Florida va creciendo ante un San Pablo que se va replegando por el marcador a su favor y que aguanta bien los embates tricolores. Nos vamos al descanso y el complemento sigue con la misma tónica: La Florida atacando sin mucho peligro y un San Pablo que no puede aprovechar los espacios. Fricción latente que saca chispas. Mas charlado que jugado. El partido se empieza a achatar. Hasta que el entrenador Paulistano manda al campo de juego a Lucas Maldonado. Sus compañeros lo apodan “Vini” por sus gambetas y desparpajo. Y su presencia se hace sentir, ganando faltas y enfriando el duelo a temperaturas bajo cero a favor del conjunto de azul y amarillo.
Las jugadas parecen repetirse con centros sin destino o infracciones sin sentido. Hasta que la bruma se espesa. El ambiente parece ir cambiando en ese marco de incertidumbre para ambos bandos. Otra vez un envío al área. Otra vez un rechace. Pero algo cambia, le cae la pelota a Maldonado. Se acomoda y se llena el pie de balón. Un misil teledirigido hacia donde duermen las arañas. Gol. Golazo. Golón. Prendió mecha y elevó la temperatura de ese esférico y del pueblo Paulistano, que, faltando 20 minutos, ya se siente campeón. “Vini” no quiso ser menos que su amigo Juan Cruz Juárez que metió una infernal volea ante Talleres, y hoy, todos los flashes pasarán a ser para el número 15, que, si hubiera anotado este gol en alguna liga europea, no pararía de pasar por las grandes cadenas televisivas, o ser un loop eterno en las redes sociales. Luego, a través de los micrófonos de La Tribuna Amateur, confesó que remato porque ”tenía que terminar la jugada para no estar mal parado porque sino me iban a matar”. A partir de este momento, Uslenghi le va a pedir que finalice todas las acciones si va a patear así.
La Florida se desboca. Dos expulsiones que vuelven su panorama más oscuro. Lo próximo pasó a ser anecdótico. Hasta que suena el pitido final. Lágrimas, gritos, algarabía. Aplausos para el Tricolor, que volvió a estar en los primeros planos de la provincia, y que quiere volver a ser lo que alguna vez fue. Un equipo del ascenso que puso en jaque a muchos equipos de la A. Demostrando que la igualdad existe fuertemente en nuestro fútbol tucumano. Y que lo encantador del fútbol es que lo inesperado está a la orden del día. No hay brujo o adivino que pueda predecir lo que vaya a suceder en este deporte tan hermoso.
Entre las emociones y los festejos, un minuto de rezo. Hombres de fe, hombres que creyeron y hoy hicieron posible esa ilusión, no solo de un grupo de trabajo, sino de todo el pueblo Paulistano que inundará las calles de la provincia con ese azul y amarillo. Vuelta Olímpica y foto con la Copa, que termina rota tras una embestida del arquero Augusto Nieva. Una se le puede perdonar al arquero que fue brillante atajando penales ante Alto Verde y Deportivo Llorens. Y luego de 79 días de una vibrante competición, San Pablo logra estampar su primera estrella en el escudo, y sigue soñando, ahora con hacer un buen papel en el Torneo Regional Federal Amateur ¿Quién le quita lo bailado?
El fútbol tucumano está más vivo que nunca. De las ligas local que más nivel tienen en el país. Una sociedad apasiona y futbolera a más no poder, que, demostró que se puede, llenando un estadio emblemático de la provincia con dos aficiones que mantuvieron el folklore pero sin violencia. Que todo sea en paz. Y que siga así. Ahora se vendrá el Torneo Transición 2023 en dos semanas. Momento para renovar esperanzas.