"Ya termino el mate y arranco pa’l entrenamiento": Tinaglini, el 1 uruguayo que San Martín necesitaba

“¿Tan temprano va a salir al aire?”, nos preguntamos en la cocina de latucumana. “Ya estoy, llámenme”, dice Francisco Tinaglini desde la cocina de su nuevo lugar en el mundo, mientras la pava eléctrica ya cargó el primer termo de los varios que tomará el arquero uruguayo que tanto necesitaba San Martín.

No hay con qué darle: el espíritu charrúa es distinto, es el que acompaña al arquero uruguayo de 24 años adonde va, y es el que cargado de optimismo viene a poner una pausa entre tanto pesimismo que habitaba Ciudadela en los últimos días.

Iván Delfino ha visto más que un reemplazante en el arco de Darío Sand (ya disponible) y de Nicolás Carrizo (el titular hasta la fecha pasada). Esas ganas de estar son las que deja ver Francisco mientras dialoga con Gabriel Sanzano en latucumana, a quien le cuenta antes de salir al aire: “Llamame ahora porque me gusta llegar tempranito al club”.

Y mientras su compañero de puesto Darío Sand va a buscarlo, el uruguayo cuenta cómo vive estos días: “Sí, ahora termino el mate y arranco pa’l entrenamiento. Me trata bien Tucumán. Más allá del calor y de algunas costumbres somos muy parecidos los uruguayos y los tucumanos. El calor fue lo que más me costó pero me acostumbré. Es bastante parecido el tucumano al uruguayo. Estoy contento de estar acá”.

¿Qué sintió el yorugua cuando debutó el domingo? “Fue mi primera vez en Ciudadela. Sentí mucha felicidad, un momento muy lindo para mí. No tuve mucho juego. Fueron algunas pelotas aéreas. Pero siempre es lindo jugar con el arco en cero”.

Y atentos: cuando Francisco habla de su estilo de juego recuerda a un arquero que dejó su sello en el último ascenso a Primera. ¿Adivinen a quién? “Me gusta salir, soy bastante arriesgado, me gusta jugar con los pies. Por ahí al ser el primer partido se arriesga un poco menos, pero cuando tenga más acción se va a ver mi juego”.

Tinaglini viene de jugar en el City de Uruguay, un club nuevo, sin hinchas. Cuando llegó a Ciudadela todo fue una locura, la Rondeau al palo, la Bolívar hasta la hernia, todos los hinchas cerquita, casi tocándolo con las manos, pidiéndolo que lo dejen todo: “La presión es un plus para mí, nunca me tocó jugar con tanta gente a mi favor, me dan ganas de seguir creciendo. Tuve compañeros y amigos que han jugado acá como Petryk, me decía la exigencia de lo que era la gente, de lo que conllevaba vivir en Tucuman, me lo describió como un club gigante y sí, San Martín es muy grande. Vas al súper el primer día y ya te conocen”.

Ahora sí, Darío Sand está llegando en su auto para buscar a Tinaglini. Nico Carrizo los espera en el Complejo: “Los dos son muy buenos arqueros, me han tratado muy bien. Darío me pasa a buscar, competimos de buena manera. Con mi edad lo que vine es a aprender y hay que seguir compitiendo”.

Y para el cierre, antes del último mate, el mensaje al hincha: “La vamos a pelear hasta el final, estamos con mucha ilusión, la gente tiene que confiar, hay veces que vamos a jugar bien, otras diferente. Vamos a ganar, empatar. No vinimos de pasada, vinimos a ascender, es una responsabilidad grande, es a lo que vinimos”.