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"Me estaba ahogando": la historia de "resurrección" de Braian Guille, que llega a "hacer historia" en Atlético Tucumán

25 DE MAYO Y CHILE

De ser una promesa de Selección en las inferiores de Racing a caer y levantarse para romperla en el Federal A. "Hoy estoy más fuerte de la cabeza", afirmó.

(Foto tomada de infoeme.com)





Atlético Tucumán cayó ante Boca en el debut en La Bombonera, pero el equipo de Lucas Pusineri ya dio vuelta la página y piensa en el duelo ante Talleres del próximo domingo. Se espera que el entrenador pueda contar con Braian Guille, su último refuerzo y nueva carta en ofensiva, quien tiene una fuerte historia personal que compartió en una entrevista con Infobae. "Me estaba ahogando por tomar malas decisiones", recordó, pero aseguró que "hoy estoy más fuerte de la cabeza" y que llegó a 25 de Mayo y Chile con "ganas de hacer historia".

"Se me cerraron muchas puertas, me estaba ahogando por tomar malas decisiones", confesó al describe su "peor crisis" antes de llegar a Olimpo de Bahía Blanca, romperla en el Federal A y estar a punto de ser refuerzo de Colón, pero llegó el llamado del Decano y se convirtió en la esperanza en ataque de Atlético. Comenzó a jugar en los torneos barriales de Olavarría, antes de pasar por Embajadores y ser apadrinado por Fernando Tero Di Carlo, quien lo recomendó en Racing, previo pase frustrado por las inferiores de Argentinos Juniors.

"No tuve más lugar en el club y mis viejos no podían bancarme económicamente. No se los demostraba a ellos, pero sufrí. Yo no me quería ir, pero me volví a Olavarría y terminé en Sarmiento de Junín, que jugaba los torneos de AFA. Me iba mal en la escuela y por eso no me ponían. Se acumularon varias cosas y a los siete meses me volví otra vez a Olavarría. A la semana me había arrepentido de irme de Sarmiento", detalló, y tras ello fichó por La Academia a los 15 años.

Allí se sumó a la categoría 97, donde compartió delantera con Lautaro Martínez, hoy Campeón del Mundo con La Scaloneta: "Con Lautaro llegamos los dos en 2014 y compartimos habitación en la pensión. Él era de mentalidad muy fuerte, evitaba tomar una gaseosa o comerse una hamburguesa con papas fritas. Una vez fui a comer a la casa y él tenía una porción re chica en el plato. Le pregunté cómo se podía llenar con eso. Yo no podía, si tenía hambre me compraba cualquier boludez. Por eso él estaba todo marcado y fibroso, ni lo movías. Por detalles como esos algunos no llegamos adonde está él y obviamente te arrepentís".

Guille y Martínez ya se habían enfrentado en los duelos Sub 15 entre Olavarría y Bahía Blanca: "Ellos eran como la Scaloneta ahora. Y ahí estaba con la 10 el Cabezón, que ya la rompía", sentenció, y confesó que en la pensión él "vivía suspendido", mientras que Martínez se destacaba por su discplina: "Él era como muy correcto y centrado, sabía lo que hacía. Yo no, yo era un barrilete, no me importaba nada. Recién ahora estoy entendiendo las cosas, imaginate el tiempo que me costó".

"Él destrababa los partidos. Lo que le pedimos hoy a Messi era él en nuestra categoría. Nos marcaba los pasos. Nosotros le teníamos que tirar la pelota correcta y, si le daban un metro, la mandaba a guardar. Usaba muy bien el cuerpo, tenía viveza para moverse y entender el juego. Cuando me marcaba el pase con el brazo o escuchaba su grito, se la pasaba y era gol cantado del Toro", explicó, antes de ser convocado a la Selección Argentina para jugar el torneo de L’Alcúdia.

"Nunca lo había visto jugar como en L’Alcúdia, fue una locura. Ya había explotado en Racing, había hecho como 50 goles en dos años entre Inferiores y Reserva, pero ese torneo fue un plus de todo lo que había hecho. Coronó todo. El arquero le tiraba un pelotazo de área a área y la bajaba con el defensor pegado en la espalda haciendo jueguitos. Al único que le vi hacer cosas así fue a Messi. Tenía una confianza de locos, por eso salió goleador y mejor jugador del torneo", elogió a su amigo.

Braian Guille no se quedó atrás y su carrera también tuvo un crecimiento meteórico. Y así de rápida fue también la caída: "Me pasó todo muy rápido. Me recuperé de una lesión de meniscos y fui al Sub 20 sin estar en Primera. Volví de ahí y firmé contrato. En cinco meses me pasó de todo. Estaba feliz, sentía que el esfuerzo que había hecho desde los 11 años daba frutos. Pero no fui fuerte de la cabeza". Bajó a buscar continuidad a la B Nacional, primero a Santamarina y luego a Brown de Adrogué.

"Era la B Nacional, pero iba con unas ganas bárbaras, llegaba siendo jugador de Racing. Pero te das cuenta dónde estabas, dónde llegaste y ahí empecé a tomar malas decisiones. Me arrepiento de muchas cosas, como haber faltado a entrenar, irme de una práctica... Me arrepiento mucho", admitió, pero su cesión en Brown repuntó en un partido de Copa Argentina.

Así lo manifestó: "Dejamos afuera a Independiente en la Copa Argentina y a mí me salieron todas. El Chacho Coudet dijo que si seguía así me iba a tener en cuenta en Racing. Me escribió todo el mundo, prendía la tele y me veía en TyC Sports. Nunca lo había vivido y no tuve claridad para manejar las cosas. Me ‘subí al pony’, como se dice. No es que me iba de joda, me quedaba durmiendo en mi casa porque no tenía ganas de entrenar. Y no tenía necesidad porque el club me quedaba a cinco cuadras".

Pero no terminó de afianzarse y mostrar todo su potencial, y su carrera "tocó fondo": "Hoy me arrepiento porque no gané nada, tiré todo el sacrificio que había hecho de chico. Se me cerraron muchas puertas por mi irresponsabilidad y las malas decisiones que tomé. Olimpo me agarró justo cuando me estaba ahogando y me sacó. Alfredo Dagna (presidente de la entidad bahiense) me bancó mucho. Miro para atrás, aunque trato de no hacerlo tanto, y yo estaba en las últimas, no me quería nadie. Si en X club preguntaba por mí, respondían ‘sí, es bueno el Negro, pero empecé a averiguar y mejor no, por su conducta".

En Olimpo llegó la "resurrección", cuando fue de menor a mayor y marcó 14 tantos y fue la gran figura para ganar la Zona Sur de punta a punta y ser el gran candidato al ascenso, pero perdió las semifinales ante Villa Mitre por penales: el 10 no jugó porque vio la roja en Cuartos de Final. Con 25 años, se reinventó y estaba tomando fuerza como refuerzo de Colón, pero firmó contrato con Atlético Tucumán.

"Hoy trato de hacer las cosas bien, no excederme, cuidarme en todo. Hasta lo que publico en las redes. Entiendo qué sí y qué no. Y para mi vida personal también. El nacimiento de mi hijo me cambió todo. Todo lo que hago, lo hago por él y mi mujer. Estoy mejor de la cabeza, estoy más fuerte y eso es fundamental. Para el jugador, estar fuerte de la cabeza, tener ganas de hacer historia y ser alguien es muy importante", sentenció.