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Que no se termine nunca la Primavera Celeste y Blanca

ANÁLISIS DECANO

Florece la ilusión del Pueblo Decano, con otra noche inolvidable de la mano de San Pusineri. Mateo Coronel y Augusto Lotti fueron las grandes figuras del triunfazo ante Estudiantes. 25 es una fiesta, 25 es carnaval. Quedan seis finales y el sueño esta cada vez más cerca.

El festejo de Lottu y Pereyra y la Fiesta Decana. (Foto: Diego Aráoz - Télam)





No lo despierten nunca de este sueño al hincha Decano. Atlético Tucumán le ganó a Estudiantes y San Pusineri lo hizo de nuevo: con muchas bajas, lesionados en pleno partido, con El Ruso Zielinski ovacionado en el otro banco. Actuación maradoneana de Mateo Coronel: gol, asistencia y penal. Festejo maradoneano de Augusto Lotti, que puso el 2-1 en la primera que tocó y liquidó de penal. Que no se termine nunca la Primavera Celeste y Blanca, que quedan seis finales y El Gigante del Norte quiere hacer historia.

Tras los festejos por el Día del Estudiante y la llegada de la Primavera a Tucumán luego de las lluvias, San Pusineri se vistió de Profesor para la victoria ante Estudiantes, del Profesor Ruso. Sin Carlos Lampe y Bruno Bianchi, pilares defensivos, referentes y líderes del plantel; sin Martín Garay, incansable lateral; sin El Polaco Menéndez, el guerrero de los goles de fuego. Pero Pusineri siempre tiene un milagro bajo la manga, una estampita para besar en cada gol, un cambio ganador y otra victoria del Decano que sigue soñando y se ilusiona.

Pusi vio que la mano venía complicada y empezó a jugar el partido un día antes, con un banderazo que congregó a Decanos amanecidos y sin dormir, una fiesta para la familia Decana y un mimo a los jugadores que días atrás confirmaron que El Deca es de Primera y de Primera no se va, y que ahora saben que para ser campeón hoy hay que ganar. Desde todos los rincones de la provincia, el Pueblo Decano llegó masivamente a 25 de Mayo y Chile para otra edición de La Fiesta Más Grande del Norte, con fuegos artificiales, globos, banderas y toda la pasión Decana. Pasen y vean, y a bailar.



Comenzó mejor Estudiantes y hasta un amigo de la casa como Gustavo López advirtió que parecía el visitante el que peleaba el torneo. Se venía El Pincha y apareció el Gol Decano: presión y asistencia del crack de Selección, el preferido de los Decanos, el que fue citado de nuevo pero esta vez se quedó para esto. Ignacio Maestro Puch asistió a Mateo Coronel que encaró y encaró e inclinó el cuerpo y sacó una bomba rasante que Andújar no pudo controlar. Avalancha en la Chile, explota la Bolivia, se para y se abraza la platea, se viene abajo la Laprida, vuela a la mierda tu fernet en el festejo y gana El Deca puntero 1-0.

Pero nunca es justa la felicidad y parece que en 25 de Mayo y Chile hay que sufrir para soñar. El sufrimiento es doble cuando El Loco Díaz gana de cabeza entre Di Franco y Capasso, pone el 1-1 y por supuesto pide perdón. Leandro será muy loco pero no le pidan que lo erre de gusto al goleador, que seguro ya volverá por estos pagos. Pagó caro Atlético la lesión de Sandoval, que fue reemplazado por Tesuri y obligó a improvisar con Di Franco en el lateral derecho. Encima en el segundo tiempo también salió golpeado Manu Capasso.

Y ahí cambió el partido. Increíble. Otro milagro de San Pusineri. El técnico miró a los suplentes y tomó una decisión. Dos decisiones. A la cancha el catamaqueño Nicolás Romero, de 18 años, para pararse en la zaga; adentro también Augusto Lotti en lugar de Maestro Puch. Podrían haber ingresado Camilo Albornoz y Ramiro Ruiz Rodríguez. Pero algo sintió Pusineri: era la noche que siempre soñó el marcador central que con su zurda sorprendió en Reserva, y era la noche del 9 que por unos partidos fue relegado al banco de suplentes y ahora tuvo su gran revancha.

El reloj marca 12 minutos del segundo tiempo, hay ansiedad en el José Fierro y la pelota no le quema a Nico Romero, que controla y no se asusta ante la presión del Loco Díaz o Mauro Boseelli. Con su botín izquierdo la acaricia en un pase profundo, preciso, certero, a las espaldas de Morel, que salió lejos y mal. Con campo y pelota, encaró Coronel que es picante con espacios y tiene un cañón en la pierna derecha. Pero el 37 es generoso y la toca de zurda porque por el corazón del área viene un toro.

Augusto Lotti acababa de saltar al campo de juego y no había tocado todavía la pelota, porque la primera pelota que tenía que tocar era esa definición con la derecha desde el punto penal y contra el palo, con clase y tranquilidad, para desatar un festejo loco, como Díaz. Vasos que vuelan y abrazos con extraños y hermanos en los cuatro costados del Monumental, y grito loco del 9 que sale a buscar a la cámara como El Diego contra Grecia y la agarra y la mueve y la sacude y lo que tiembla son los porteños, que ven que El Deca no se cae, sigue pisando fuerte y va por más, mucho más.

Y otra vez la receta del Deca de San Pusineri. A resistir con aguante y salir con todo a buscar el tercero. Hoy no se lució, pero fue clave para el tercero El Bebe Acosta, que recuperó y asistió a Tesuri que se metió en el área buscando el tercero. Lotti recibió y no remató, y tampoco Coronel, que otra vez quedaba con la pelota dentro del área pero de espaldas. Un defensor se lo llevó puesto, penalazo y partidazo del 37 que se anotó con un gol, una asistencia y le hicieron el penal.

El 9 se hizo cargo. Carrera había tomado la pelota, pero le encomendó el remate final al Toro. Tres pasos, bomba de derecha contra el palo derecho justamente y otro grito sagrado en 25 de Mayo y Chile. El Deca es puntero y la Primavera es toda Celeste y Blanca. Otra noche bien Decana, otro domingo ideal, otra fiesta Monumental, otro paso gigante en el camino de la Revolución Pusineri porque para ser campeón hoy hay que ganar y ganó El Deca, carajo. Dale, gritalo de nuevo, con los jugadores, como en las noche más hermosas, las del José Fierro a todo trapo: Viejo y glorioso Decano, de corazón sin igual, la banda te lo agradece y te alienta hasta el final, y Dale Deeeeee y Dale Deeeeeeee...

Triunfazo Decano, puntero en soledad. Aunque siga sumando Boca, aunque se prenda Racing y los porteños sueñen hasta con Huracán. Acá está Atlético. Y pisa bien fuerte. Gran partido de Marchiori, que le cuidó bien el arco a Lampe; incansable Tesuri, que debe seguir corriendo; puro fútbol y huevos Ramiro Carrera y Joaquín Pereyra, como siempre. Pero esta fue la gran noche maradoneana de Coronel y Lotti y será otra noche inolvidable de este sueño Decano.

Tomemo somo Atlético que se va otro domingo con El Gigante del Norte mirando a todos desde arriba, puntero inobjetable, con la misma identidad, las mismas ganas y el mismo estilo a pesar de las bajas o de lo que venga. Tomemo somo Atlético, por esas lágrimas de emoción al final, por las malas que pasaron y las buenas que ya van a venir y que acá están. Y qué buenas que son. 

Tomemo porque es lunes y la semana empieza con una sonrisa. Que siga la fiesta, abrí otra lata, subile a ese temazo y seguí bailando que 25 es una fiesta, 25 es carnaval. Todavía falta, quedan seis finales. Pero vos no te despiertes nunca, seguí soñando. Que no se termine nunca la Primavera Celeste y Blanca.