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"Antes que nada somos tucumanos": la historia de Héctor y Harry, los hinchas del fin de semana

HISTORIAS DE ACÁ (Y DE ALLÁ)

Es la imagen que llenó de orgullo a Tucumán el sábado cuando en la Isla Maciel, Buenos Aires, un fanático de Atlético y otro fanático de San Martín, fueron a la cancha de San Telmo. La historia detrás del desarraigo y qué es lo que más nos une.

Harry y Héctor, los grandes tucumanos sean unidos.





“¡Cómo no me voy a acordar de mis amigos de Villa 9 de Julio! ¡Miguel! ¡El Turco Elías! ¡Los Toita! ¡El Diego! ¡El Rengo! ¡Pepe! ¡El Dani! ¡Corcho, mi amigo de toda la infancia! ¡Y toda mi familia! ¡Mis tíos! ¡Mi tía Beba! ¿Cómo no me voy a acordar de todo mi Tucumán!”.

Héctor Cruz tenía apenas 7 años cuando su familia le dijo que debían dejar su casa en Blas Parera 310, en el corazón de Villa 9 de Julio, despedirse de sus amigos del Alto, y partir a Buenos Aires. “Era 1977, eran tiempos jodidos con los militares, en diagonal a mi casa habían matado a toda una familia. Ese día se perdió mi perrita. Me quedó grabado en la mente. Encima no había laburo y como muchos tucumanos decidimos dejar la provincia. Fue muy duro. Pero nunca me olvido de Tucumán. Nunca”, le cuenta Héctor este lunes a eltucumano.

Héctor es el hincha de Atlético que se juntó con Harry, un hincha de San Martín, a ver el partido del Santo contra San Telmo en la Isla Maciel, donde vive Héctor desde hace 45 años. “¿Allá hace frío? Acá también, no sabés de fresco que está, paisa. Acá vivimos en el puerto y el río no sabés cómo pega. Siempre vivimos en la isla. Aquí durante la infancia era todo San Telmo, cumbia santafesina y las mejores mujeres. Era un paraíso”.

El último sábado, como pasó desde que Héctor y la familia Cruz dejó Tucumán para buscar una vida mejor en Buenos Aires, para dejar el pago con todo el dolor del desarraigo, para buscar changas, un laburo en bares, parrilladas, en la construcción o en la mano de obra y en todo lo que conformara la principal fuerza de trabajo del cordón del conurbano bonaerense, muchos tucumanos se acercaron a la cancha de San Telmo. 

“Harry, el hincha de San Martín, es vecino mío. Es un chango que vino de Tucumán y vive en El Matadero, a dos cuadras. Y ese día le dije que lo acompañaba a la cancha. Le hice el aguante y fuimos. Él con la camiseta de San Martín y yo con la del Decano que me dio El Pulga. Acá hay muchos paisanos tucumanos. Y hay buena onda con Atlético y San Telmo: la titular de San Telmo y la suplente de Atlético son iguales. Los colores son muy parecidos. Llegamos a la cancha, nos sacamos los buzos y nos sacamos un par de fotos. No es que se nos ocurrió ni planeamos nada raro. Nos dijimos: ‘Bueno, culiao, somos tucumanos, vamos a ver el partido’. Y así fue. El resultado fue lo de menos. Antes que nada somos tucumanos”.

Pero Harry no fue el único hincha de San Martín que estuvo presente. Como destacamos en este diario el día del partido, cuando dos o más tucumanos se encuentran fuera de Tucumán, en otra cancha, la rivalidad queda de lado, la provincia queda unida por la sangre, por la tierra, por los bollos y los tamales que un niño como Héctor Cruz vendía a los 4 años para ayudar a su abuela, niños que por distintas razones debieron dejar esta provincia y, por más que el acento haya cambiado, nunca el tono, nunca esa tucumanidad que tira y no se olvida y se lleva adonde uno vaya.

“A todos los primos de San Martín se los trató bien. Cuando todos se están agarrando, nosotros estamos unidos. ¿Qué importa la camiseta? Tenemos otra mentalidad, no nos molesta. Acá somos re unidos los tucumanos, nos damos siempre una mano. Mi viejo recibió mucha gente, muchos que venían con problemas de trabajo, nunca se deja en banda a un tucumano. Mucho menos ahora que sabemos que la cosas está difícil, ¿no?”, remarca Héctor, quien además de trabajar en el puerto tiene un programa en FM El Riachuelo, con quien comparte sus sensaciones, su vida, lo que pasa, lo que siente y lo que no olvida, de lo que no se olvida, de aquel Tucumán, de este Tucumán, de sus amigos, de su familia, de lo bueno y lo malo, de todo, de todos.