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¡La previa más larga del mundo!: San Martín se prepara para una fiesta inolvidable en La Ciudadela

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En el tramo final del torneo, el Santo tendrá una jornada que empezará temprano y terminará a altas horas de la noche. Será carnaval rojo y blanco que invadirá toda la provincia.





¿Te imaginás lo que puede ser ese lunes?: juega el Santo a las 18.30 y ahí nomás se engancha la vigilia, caravana y fiesta por el Año Nuevo Ciruja. Así no hay Ciudadela que aguante, ni barrio, ni ciudad, ni provincia. 

Para el Pueblo Ciruja cada nuevo cumpleaños de San Martín es mucho más que la conmemoración de un aniversario de la fundación del club, es el día en el que se celebra la existencia no solo de una pasión, sino de una forma de vivir. 

Es por eso que todos  los primeros de noviembre, la gente sale a la calle vestida de rojo y blanco, se trepa a autos, motos, camiones, caballos y colectivos para llegar, como sea, a la plaza San Martín, epicentro en el que aquellos jóvenes fundadores se reunían a darle forma a algo cuyo tamaño jamás alcanzaron a dimensionar. Desde ahí en caravana todos juntos a La Ciudadela, mítico solar en cuya esquina se esperan las 12, para la explosión de los fuegos artificiales en el cielo y de emociones en el corazón que parece que no va a aguantar, pero al final aguanta, siempre aguanta. 

Pero a todo ese ritual, que ya de por sí es maravilloso, habrá que sumarle nada menos que un partido del equipo. Sí, en medio de la vigilia, San Martín jugará un partido, pero no cualquier partido, sino uno clave en la lucha por el ascenso ante un rival directo: Agropecuario. 

Será ese lunes primero de noviembre a las 18.15 en el estadio más caliente del país cuyo aforo puede que se amplié para el 70%, aunque falta que el Gobierno lo confirme. Ojalá que se de esa flexibilización porque va a hacer falta. 

Ese día no habrá camino del mundo que no conduzca a La Ciudadela. Las gargantas ya se afinan para cantar hasta morir, los hígados se entrenan para los golpes propios de las jornadas inolvidables, los trabajadores empiezan a inventar excusas, los jefes empiezan a buscar los remplazos para ese lunes y martes. En fin, todos se preparan y La Ciudadela, como siempre, ya está lista y el Pueblo ciruja, también. ¡Que se venga un Año Nuevo Ciruja y que sea con triunfo del Santo, papá!