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¡Se pone la 9!: el show de goles de Arce en el entrenamiento de San Martín

ciudadela

De palomita, chilena y tijera. De todos los colores y con todos los recursos, el arquero de San Martín demostró que está para sumarse al ataque. Teléfono para De Muner.





Bajo un sol radiante y en un ambiente distendido, San Martín cerró hoy su puesta a punto en las Termas de Río Hondo y ya emprendió su  regreso a Tucumán para a ultimar detalles de cara al transcendental duelo del próximo lunes a las 21.10 frente a Belgrano de Córdoba. 

Desde el corazón de la última práctica, trascendió un llamativo video en el que los jugadores realizan un ejercicio que termina con un desborde por izquierda y un centro al punto del penal donde espera un delantero. Lo llamativo de la situación es que entrando al área no está ni Estigarribeña, ni Cano, ni Lucas González, ni Nicolás Morenos. Tampoco aparecen volantes con llegada como Cuevas, Imbert, Vella o Chávez. Ni siquiera defensores con buen juego aéreo como Pellerano, López, Sansotre, Maxi Martínez. 

El que aparece por el centro de la escena es nada menos que Ignacio Arce, el único arquero en la historia del club que hizo un gol. En el video se cómo Nacho no es ningún improvisado a la hora de definir. Es más, muestra variados recursos para vencer al arquero de turno, testigo privilegiado de como se le mete la pelota en el arco en cada intento del Negro. 

Son tres golazos con la autoría del arquero que pide a gritos jugar un rato arriba, como Jorge Campos, guardameta de la Selección mexicana que supo ser delantero en muchas ocasiones en sus clubes. 

Volviendo a Arce, el primer tanto proviene de un buen centro de Leandro Vella que el Negro facturó con una palomita de pique al suelo. De manual. 

El segundo, es una pelota que queda bollando, y Nacho la levan y acomoda para clavar un chile perfecta, también de pique al suelo, como la de Rivaldo, jugando para el Barcelona contra el valencia. 

El último y mejor gol comienza con un control y centro de Diarte que el arquero de San Martín conectó con un tijera tremendo, a lo Van Basten, ocasionando la ovación de todos sus compañeros.