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"Le está dando un toqueteo": el video inédito de una noche de gloria de San Martín

HISTORIAS CIRUJAS

Fue un lunes de mayo hace más de 26 años, el Santo venció a la Roma de Italia y ahora el Departamento de Historia y Estadísticas del club subió una joya de archivo: el partido completo relatado por Tito Biondi y comentado por el Nene Sanfilippo en una trasmisión en vivo de ATC para todo el país. Reviví aquella hazaña histórica.





Es lunes a la noche y un niño que está a punto de cumplir los 8 años de edad se sienta en la misma butaca en la que tres días, antes, el viernes, se había sentado para ver el pálido empate San Martín con All Boys 0 a 0. Ese viernes había escuchado muchas veces decir: “Uhhh la Roma nos va a meter 10”, pero ahí estaba firme, como siempre.

Vio los dos partidos: primero Atlético que perdió con el Napoli, con un gol de Ciro Ferrara, compañero y amigo del Diego, y otro de Giogio Bresciani. Después llegaría el turno del Santo que enfrentaría a la Roma en una noche inolvidable para ese niño que, ya con 35 años, revive gracias a que el Departamento de Historia y Estadística de San Martín subió ese partido épico completo a YouTube.
 
La joya filmográfica que estaba en posesión del fanático José María Barchini y que ahora puso a disposición de todo el Pueblo Ciruja, tiene la previa, las entrevistas posteriores y los 90 minutos completos de la trasmisión de que esa noche del 17 de mayo del 94 hizo en vivo el canal ATC para todo el país.
 
La trasmisión estuvo a cargo de Pablo Tiburzi, en el campo de juego; José Sanfilippo en los comentarios; y en los relatos, Tito Biondi, aquel legendario periodista al que Maradona le confesó su sueño de jugar un Mundial.
 
En los primero minutos se escucha el “ole ole” de la hinchada de Atlético ante cada buen toque de La Roma: “Dominan los italianos, pero sin profundidad”, comentaba San Filippo.

Con el correr de los minutos, el Santo se fue agrandando y empezó disputar el partido de igual a igual. A los 26 minutos,  tras una buena jugada colectiva, José Mana probó desde afuera del área: “Buen intento de San Martín, que está llegando, por lo menos más parejo que el partido anterior”, decían en la trasmisión.

Un minuto después, el Cachi Zelaya se escapó por la derecha del ataque y con una definición digna de su calidad, la clavó por encima del arquero y con tres dedos: “¡Golazo!”, exclamó Sanfilippo, que después agregó: “Definió a la perfección, con la parte de afuera del pie, con efecto. Golazo”, mientras de fondo se escucha el clásico cántico: “Es para vos, es para vos…”, dedicado a la hinchada Decana.

Cada minuto que pasaba, San Martín se agrandaba y dominaba más el partido. La Roma fue perdiendo los estribos y no encontraba la forma de inquietar al arquero paraguayo Claudio Ibarra y chocaba contra la prestancia de Ramón Galarza y la garra de Rescaldani.

El Ciruja pudo haber ampliado gracias al desequilibrio de sus juveniles Juan Lucena y Julio Cesar Berthalet, que a pura gambeta y paredes volvían locos al serbio Sinisa Mihaijlovich y Aldair, que un mes y medio después estaría consagrándose campeón del mundo en Estados Unidos. 

La más clarita vino tras un jugadón que terminó con un tiro en el palo de Sansone y un rebote que José María Jerez no pudo empujar abajo del arco. El santiagueño tendría revancha un mes después cuando si la empujaría desde una posición casi idéntica pero contra Atlético en los play off del Nacional B.


El gran Gisseppe Giannini, histórico 10 de La Roma, ídolo de Totti, sucumbía ante la férrea marca del uruguayo José Montelongo que esa noche lució la cinta de capitán. Los italianos extrañaban demasiado a los argentinos Caniggia y Balbo que no jugaron en Tucumán.

Caniggia había vuelto al fútbol después de una larga sanción y se cuidaba para el Mundial que empezaría menos de un mes después. Había precalentado en la Ciudadela, pero sintió una pequeña molestia y prefirió no jugar, para no arriesgar. Se sentó en la platea y desde allí vio al Santo lucirse.

“Te imaginas cuando termine el partido, las cargadas de las hinchadas. Perdió Atlético y está ganando San Martín. Esta Copa la van a recordar por años”, decían los comentaristas cuando promediaba la segunda mitad y tenían razón.

Si alguno cree que esa noche la Roma jugó a media máquina y que le daba lo mismo perder o ganar, miren las reacciones de impotencia de algunos jugadores como el codazo del serbio Mihaijlovich a Montelongo, o la bronca del delantero Rizzitelli que a dos minutos del final increpó le pegó un manotazo a Pancho Lamolina que no dudó en expulsarlo.

Cerca del final ingresa Marcelo Molina por Cococho Jiménez: “Es un gran jugador Jiménez, un ídolo acá. De los mejores de San Martín”, decían.

“Ha jugado muy bien San Martín y merece algún gol más. Ha hecho un partido extraordinario”, decían y resaltaban a cada momento.

A la hora de elegir la figura, los periodistas no se pusieron de acuerdo y desde el campo de juego Tiburzi lanzó: “Yo elijo a Montelongo”. “El mejor para mí fue el 4, Mario Jiménez”, afirmó Biondi. “A mí me gustó mucho el 9, Zelaya, la forma de encarar, de definir; y el 2, Galarza, sacó todas y no perdió ninguna”, concluyó Sanfilippo.

Sobre el final del partido, el Santo agigantado se animaba a los lujos, y un sobrero precioso de Bini, con un toqueteo posterior hacía bajar otro “ole ole”, esta vez en favor de San Martín.

 “¡Ganóoooo San Martín. Finalllll, Finallllll! El Modesto San Martín de Tucumán se adjudica la Copa”, anunciaba Tito Biondi a todo el país.

En el momento para fotos con la Copa de la Gobernación auspiciada por Palito Ortega que junto a Luis Garretón, presidente de San Martín, habían gestionado la presencia de los clubes italianos en Ciudadela.

Los relatores anuncian que al término de la trasmisión empezará Tribuna Caliente con Julio Ricardo: “Programa para alquilar balcones con varios temas para polemizar sobre La Selección”, dicen, pero eso a quién le importa.


Cococho Jiménez, figura de ese partido, junto a Luis Ortega, hijo de Palito, quién actualmente es director de cine. El detalle es que el hijo del por entonces gobernador ya tenía la camiseta Reuch que ni siquiera había sido estrenada por el equipo que todavía se vestía con Topper.