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Gustó, pero no ganó ni goleó: San Martín y un empate agridulce

ANÁLISIS CIRUJA

Fueron dos partidos, uno sufrido, con Arce atajando ladrillazos y Tino Costa corriendo solo. Pero antes hubo otro en que el Santo atacó por todos lados y mereció más de un gol, pero no metió ninguno. Los de De Muner fueron de mayor a menor, no supieron golpear en el momento justo y casi se vuelven con las manos vacías.

Tino Costa fue la figura de la cancha. La foto es de diariouno.com.ar





El punto sirve, siempre que sea de visitante, un punto suma. Y más si es contra el segundo que si ganaba quedaba puntero. Si te daban la lapicera 21.00 firmabas el empate de acá a la China, no me digás que no. Pero es verdad que ahora tenés ese saborcito agridulce, porque San Martín erró mucho en el primer tiempo, y porque daba la impresión que si metía una, podían caer más.  

Tampoco nadie va a negar que el pitazo final fue un alivio, no me digan que no. Arce que casi no la había tocado con las manos tuvo que salvar la ropa con dos atajadas de esas que te hacen laraga un “¡Bueeeeenaaaa Negrooooooo!” a los gritos y con la cara casi apoyada en la pantalla. ¿En qué casa del Pueblo Ciruja no se habrá estado pidiendo la hora a esa altura?, ¿Quién no se habrá bajado las angustias de la garganta con una trago de cerveza helada cuando Bruno Bocca le cerró el telón a la noche?

Si cuando el partido terminó, El Santo ya llevaba más de 20 minutos sin dar dos pases seguidos, y todas las llegadas y luces del primer tiempo ya se habían apagado hacía rato. En el último cuarto del partido, el equipo solo intentó llegar a la orilla como quién sabe que ya tiró el resto y que si no se puede ganar, al menos hay que empatar, y está bien.  

Tal vez el parate afectó en lo físico porque, si bien entrenaron con normalidad las últimas dos semanas, 20 días sin jugar es mucho tiempo y no sería raro que hayan perdido el ritmo que da la competencia, algo que se irá recuperando de apoco.

Cómo será de cansado que se veía al equipo sobre el final que Tino Costa era el que más corría. Gigante Tino hoy y siempre. Jugó todo el campeonato, en casi todos los partidos está llegando a completar los 90 y además llega enterito, fresco como una lechuga. Sin Ballini ni Gallucci Otero, se puso el traje de volante de marca y recuperó más pelotas que ninguno. El quite del final a Cristian Llama con cuerpazo incluido es el símbolo de su actuación, porque hoy se cruzaba con ese pelado que es un crack de su mismo calibre, pero Tino fue más, le ganó casi todos los duelos. Y sí, el otro también mostró lo suyo, pero Tino es Tino, y Llama que siga llamando.

Antes hubo otro partido, uno distinto, uno en el que San Martín era lúcido, profundo, punzante, picante, de ese también era la figura Tino que con Chaves manejaban la pelota a gusto para que de golpe Imbert y Gonzalo Rodríguez cambien la marcha dejando atrás a todos los mendocinos, también se sumaban Sansotre y Diarte por sus bandas, solo faltó el gol, ese que no metió Estigarribia.

¿Qué decir de Estigarribia? Delantero que hace todo bien, menos el gol, que le falta la una sola cosita, la más importante: meterla. Gana siempre de aire, batalla contra los defensores, aguanta todo, se genera situaciones y hasta le sirve algunas a los compañeros. Pero no hace goles ¿Cómo sostener a un 9 que erra todo? Difícil, pero mientras no se pierda es más fácil, hay siempre un poquito más de paciencia.

“Hoy con Estigarribia más fino, San Martín se iba ganando 3 a 0”, dicen algunos y puede ser, pero hoy sin Estigarribia y con Cano, el equipo ni siquiera pateó al arco. Las dos caras de un mismo San Martín.

Ese es otro tema, ¿Por qué entra Cano y Lucas González se queda en el banco? Hace seis meses que González la mete cada vez que entra, sin embargo, en un partido 0 a 0 en el que el 9 titular erró todas, entra el otro 9 suplentes que ni siquiera las erra, dejando en el banco al otro 9 suplente que cuando entra las mete.  Pareciera que para De Muner el delantero más goleador del equipo es tercera opción, por detrás de dos delanteros que no hacen goles. Es raro y alguna explicación tendrá. Tal vez Cano ofrece más velocidad y el entrenador apostó más a algún contragolpe. Puede ser, pero la verdad que Cano casi no la tocó.
Hablando de 9 que las meten, en la cancha estaba Lentini que tuvo la más clarita en su cabeza, erando una de esas que en Ciudadela no solía errar. Gracias por esto y por todo, Ramonín, nunca te olvidaremos.

En la defensa hay otros misterios que sobrevuelan sobre los pasillos de Ciudadela ¿Qué pasa con Sandona? ¿Por qué todos los técnicos prefieren a cualquiera antes que a él? Digo cualquiera porque Sandona va siempre al banco, pero cuando se produce alguna lesión o baja entre los titulares que debería generar su ingreso casi nunca entra él y lo saltea alguno que antes no era ni convocado, como si quisieran evitar ponerlo a toda costa. Lo hizo la dupla, lo hicieron los interinos y ahora también De Muner que la fecha pasada lo eligió entre los titulares, el jugador cumplió, anduvo bien, no se desentonó en lo que fue una buena actuación colectiva, pero hoy entró Martínez y Sandona volvió al banco por razones que no son de público conocimiento.

Es raro lo de Sandona, sobre todo porque no se ve en Martínez hoy un hombre de confianza para ese puesto. De hecho Maxi no es Stopper, es lateral, incluso en algunos equipo que integró y usaban línea de tres, él hacía de carrilero, como hoy lo hace Diarte, que en contra partida si fue marcador central durante sus formación como futbolistas. En definitiva a Maxi Martínez el puesto le costó mucho y fue de los más flojos del equipo, padeciendo la marca y con muchos problemas en la salida.

Para resumir, se vio un partido con cierto parecido al de la Selección Argentina contra Colombia: al comienzo, San Martín fue como Argentina y superó con claridad al rival, aunque le faltaron los goles. Después se quedó y Gimnasia creció como Colombia, pero también le faltaron los goles. Fue 0 a 0, pero pudo haber sido 2 a 2.

En líneas generales San Martín cumplió, hizo un partido aceptable y se trajo un buen resultado de una cancha difícil ante uno de los mejores equipos del campeonato al que podría haber vencido. No está mal, nada mal, y todavía se puede seguir mejorando.