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La sonrisa de los pibes y el futuro del Decano

CORAZÓN DECANO

Atlético Tucumán le ganó a Independiente con una soberbia actuación de sus juveniles, que ganan terreno y pisan fuerte en Primera.

Foto: Instagram Nicolás Laméndola





Este domingo al mediodía, Atlético Tucumán le ganó 1-0 a Independiente en Avellaneda con gol de Leonardo Heredia y una gran actuación de sus juveniles, los pibes del Club: Camilo Albornoz, Agustín Lagos y Abel Bustos jugaron un partidazo; Ramiro Ruiz Rodríguez y Nicolás Laméndola entraron con todo y llevaron peligro en el complemento. Nicolás Romero debutó en momento muy chivo y se la bancó. A ellos se suma Gabriel Risso Patrón, que tiene 25 años y es formado en Ñuñorco de Monteros, pero se terminó de forjar y consolidó en 25 de Mayo y Chile.

Albornoz fue el líbero de la defensa de tres centrales que ensayó De Felippe y que resultó muy eficiente para contener a los dos 9 de Independiente. Rápido para anticipar de arriba y abajo, fuerte en los cruces, inteligente para leer la jugada y hasta dispuesto para intentar salir jugando de abajo, Albornoz mostró buenas credenciales en Avellaneda.

Agustín Lagos fue clave en el esquema Decano: se adueñó del carril derecho, oficiando de lateral a la hora de defender, con oficio de 8 a la hora de jugar y hasta la decisión de un extremo en ataque. Promediando el primer tiempo apareció con furia en el área para conectar un centro de Heredia que casi fue el 1-0 parcial. Incansable ida y vuelta y pura entrega.

Abel Bustos regresó a la titularidad y compartió el eje con Guillermo Acosta: fuerte en la marca, ágil en el pase corto y siempre listo para meter y con predisposición para pedir la pelota e iniciar la jugada. En silencio, Bustos aportó mayor equilibrio que Erbes y Mussis y demostró que no le faltan condiciones para el 5 titular de Atlético Tucumán. Este mediodía lo ayudó una destacada actuación de Acosta.

Ramiro Ruiz Rodríguez y Nicolás Laméndola ingresaron en el complemento y generaron peligro en ataque con su velocidad y gambeta, y fueron generosos en la marca para ayudar a sostener la victoria. 'Oreja' ya mostró su ida y vuelta incansable y su capacidad para llegar al gol; Laméndola renovó contrato, se queda en El Deca y espera seguir sumando minutos y demostrando su juego.

Nicolás Romero debutó con apenas 17 años por la lesión de Camilo Albornoz y se la bancó: en su primera jugada en Primera, fue a trabar con todo y reventó una pelota sin ponerse colorado ni dudar cuando las papas quemaban. En buena hora.


 
Hernán Rosales, Kevin Nickler y la figura de la Reserva, Ignacio Maestro Puch, lo vieron desde el banco y no sumaron minutos. Ya les llegará su momento de ponerse la Celeste y Blanca y demostrar lo que saben.

A ellos se suma Mauro Osores, hoy lesionado, que demostró con creces que es un central de categoría a la altura de El Decano tucumano.

Por detrás de ellos, hay tantos otros que se matan semana a semana en Ojo de Agua en inferiores y en Reserva a la espera de su momento. Los pibes son una realidad y su sonrisa es la de todo el pueblo Decano.