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Robo, poco fútbol y errores repetidos: San Martín y la misma película de siempre

ANÁLISIS CIRUJA

Otras vez a tragarse la bronca. Otra vez a Escupir odio. El Santo mostró virtudes y defectos y le terminaron anulando un gol insólito. Viejos vicios de un equipo en formación que se pareció más al de la última temporada que a uno nuevo.





La última imagen de la noche eclipsa a todas las otras: Lucas González, con los brazos abiertos, le reclama al juez de línea la decisión de anularle tremendo golazo que forzaba el empate sobre la hora.

El delantero la había matado con el pecho y con una media vuelta hermosa le rompió el arco a Cozzoni que volaba para la foto. González estaba dos metros habilitado, pero el asistente vio cualquier cosa y levantó la bandera.

No hay dudas, que nada es más importante que un gol mal anulado en el minuto adicional, pero antes se jugaron 95 minutos de un partido en el que el Santo volvió a cometer errores, en el que la dupla mantuvo viejos vicios, y San Martín, con sus altibajos, se pareció mucho, demasiado, al del torneo de transición y, con pandemia de por medio, no juega un buen partido desde hace más de un año.

Desmenuzando el partido, se puede separar el juego en cuatro actos: el primero aburrido y chato, sin llegadas y con dos equipos que más se estudiaban que jugaban. Típicos primero minutos de un primer partido de temporada.

El segundo momento, muestra a San Martín que de apoco toma las riendas del juego, tiene más volumen de juego que el rival, ataca por izquierda con algunos destellos de Daniel González. Marcelo Estigarribia se muestra peligroso, aunque no acierta al arco, Tino Costa tiene una tiro libre, pero el arquero se lo ataja.

Así termina el primer tiempo y así comienza el segundo: el Ciruja juega mejor, pero no encuentra el gol ni es tan profundo, el rival se cuida y no inquieta.

De golpe, acá empieza el tercer acto, los sanjuaninos logran hacer pie, San Martín se queda sin piernas y se ve superado físicamente, algo recurrente en los últimos partidos. Entonces, la defensa se ve superada, especialmente por el lado de Sansotre que no puede con Aguirre que pasa al ataque en todos los tiros.

Es ahí donde Arce salva una, dos y tres veces, el gol está al caer y la derrota se ve venir. La dupla mete mano en el banco y se equivoca en todos los cambios.

Saca a González por Emanuel Cuevas que nunca se acomoda. Pone a Ballini por Tino Costa en un cambio defensivo que más que un cambio es un mensaje.

Como viene pasando hace rato, cuando a San Martín le anuncian que le van a ganar, por lo general, le ganan. Esta vez no fue la excepción y como los delanteros rivales no lograban meterla, entre el destino y la mala suerte se encargaron de que una carambola insólita termine en un gol en contra de Lucas Diarte a tan solo seis minutos el final.

Sobre el final encontramos el cuarto y último acto del partido: San Martín va al frente con lo poco que le queda, con vergüenza deportiva y busca el empate como sea y arrincona a un rival que solo quiere el final del partido.
 
Volvemos la escena del comienzo, o mejor dicho del final: Lucas González captura una pelota dentro del área, controla y define con jerarquía, se grita, pero el grito se ahoga rápido. Es off side, o mejor dicho cobran un off side que no es. González está habilitado, habilitadísimo, un robo descarado y mano armada. Otra vez hay que tragarse la bronca, otra vez a escupir odio. La derrota está consumada, aunque Lucas Cano casi lo empate sobre el final y San Martín llegué más y mejor en los últimos 3 minutos que los primeros 93.
 
La eliminación de una certamen que claramente no es prioridad no es tan grave en si misma, lo que sí es preocupante son las escenas repetidas de la misma película. San Martín parece jugar siempre el mismo partido: uno en el que no aprovecha sus pocos buenos pasajes, y siempre lamenta los minutos en los que es superado.
 
Para colmo, desde el banco no parece encontrarse respuestas. Es cierto que es tan solo un primer partido, pero es inevitable encontrarle rasgos de continuidad de la etapa anterior por varias razones: por empezar, los técnicos son los mismos y buena parte del plantel también.

El dibujo táctico en el que se insiste con un solo delantero y un Gonzalo Rodríguez de carrilero, muestra claras falencias ofensivas, además de que tampoco se viene viendo la solvencia defensiva que supo mostrar antes de la pandemia.

En fin, es solo el primer partido y el menos importante. Se vieron momentos interesantes, habrá que fortalecerse alrededor de ellos, corregir algunos errores y evitar algunos viejos vicios que se vienen repitiendo, para no acostumbrarse a perder.