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El Pueblo Ciruja se moviliza para ayudar a uno de sus personajes más queridos

En las malas, mucho más

Sergio Contreras es fanático del Santo, hizo inferiores en el club, estuvo a punto de debutar en primera y desde hace unos años lleva los partidos de visitantes a cada uno de los hinchas de San Martín en el mundo. Ahora está internado con Coronavirus y la gente sale a bancarlo.





Uno de los personajes más queridos del mundo San Martín está atravesando un momento difícil y como tantas veces el Pueblo Ciruja salió a poner el pecho y bancar a uno de los suyo cuando más lo necesita.


Se trata de Sergio Fabián Contreras, un Ciruja de alma y vida que está internado en el hospital Muñiz de Buenos Aires con una Neumonía provocada por el Coronavirus.


Sergio, también conocido como Valeria, pasó toda su adolescencia y juventud en las entrañas de Ciudadela, integrando una importante generación de juveniles que pedía cancha en los tiempos donde grandes cracks ocupaban los principales lugares del plantel superior.


Ahora, el ex futbolista se convirtió en la cara visible de Santo de la Ciudadela, el medio partidario más popular de San Martín. En su función periodística, Valeria suele estar a donde pocos llegan, realizando todas las coberturas de los partidos que el Santo juega en otras provincias, incluyendo largas horas de previa, notas a los protagonistas y hasta trasmisión en vivo del propio partido. Así, Contreras se fue ganado el corazón de los hinchas que gracias a su trabajo pueden seguir el minuto a minuto del equipo.



“Él es fanático de San Martín y una vez lo entrevistamos para el programa donde contó toda su historia con el club. A los pocos meses, se comunicó con nosotros y se ofreció para ser corresponsal. Él está en todos lados, es impresionante”, explica Rafael Gallucci, uno de los fundadores de Santo de la Ciudadela. 

La historia de Valeria  en el club arranca a finales de los 70, cuando llegó al club para jugar en las categorías inferiores. Fue contemporáneo de grandes jugadores como Raúl Pito Roldán, Cococho Jiménez, Roberto Dilascio y Leonel Del Castillo (padre del Kun Agüero), entre otros.


En aquellos años 80 vio llegar a figuras como Troitiño, Pichón Juárez, Capo Noriega y Pelusa Cejas. Con ellos compartió prácticas y plantel, aunque Sergio no llegó a debutar, no por falta de condiciones, sino por excesos de figura de alto nivel que elevaban la vara demasiado alta para cualquier adolescente.  

Más adelante continuó con su carrera de futbolista en San Pablo, a las órdenes de Lito Espeche, y entonces le surgió la oportunidad de irse a Atlanta, donde jugó algunas temporadas, quedando afincado en Buenos Aires hasta el día de hoy donde ejerce su oficio de Peluquero.


En la Capital, Valeria jamás olvidó al club de sus amores al que fue a ver cada vez que lo tuvo más o menos cerca en los últimos 30 años. Se volvió un personaje tan querido que en las concentraciones durante los años 90 siempre tenía las puertas abiertas y viejos amigos esperandolo algún mate esperándolo para compartir con viejos amigos.

 

En los últimos años, su exposición en el medio más popular y antiguo del mundo San Martín, Contreras se ha vuelto una figura conocida y querida por todos. Incluso, fue agregado a un grupo de WhatsApp que integran viejas glorias del club de todas las épocas, como Raúl de la Cruz Chaparro, Pichón Juárez, Capo Noriega, Oscar Acosta, y varias decenas más de jugadores que dejaron y se llevaron para siempre una huella de Ciudadela.


Ahora son todos ellos, los ex jugadores, los ex compañeros, los hinchas, los seguidores de la página, los amigos, todos, absolutamente todo el Pueblo Ciruja, el que pone la cara por él y con rifas o donaciones salen a colabararle en este momento en el que un virus le complica la salud.


“Sergio Fabián deja todo por ir a ver al Santo. A la cobertura las hace por pasión, por puro amor a los colores y a los hinchas que no pueden ir. Él muchas veces abandona su peluquería los sábados que es el día más fuerte, para llevarle imágenes a los que se quedaron en Tucumán”, comenta Gallucci.

“Él pierde plata con San Martín y a veces a su familia le cuesta entenderlo, pero ahora que están viendo como la gente lo ayuda con donaciones económicas y con gesto de cariño, creo que lo deben estar entendiendo y por eso me pone muy contento las reacciones de la gente”, agrega y resume un poco el comportamiento solidario de la comunidad San Martiniana que vuelve a decir “En las malas, mucho más”.