El Cachi y su bandera, 20 años después: "Reivindico el verdadero folclore y condeno la violencia"
HISTORIAS DE ACÁ
Hace 20 años pintó como pudo una bandera contra su clásico rival que considera "fue un símbolo" y hoy "cobra vigencia". Una vida en color Celeste y Blanco y con el Deca a todos lados. “El que tiene tablón y ama a su club de corazón entenderá el mensaje", sentencia.

La bandera del Cachi, hace 20 años. Foto: (Soy Decano - Facebook Roberto Álvaro Zelaya)
"Que 20 años no es nada dice el tango que se viene a mi cabeza cada vez que veo ésta y tantas fotos más que tengo", dice Roberto Álvaro Zelaya, a quién todos llaman "Cachi", quizás como a todos los que llevan ese apellido. El desenlace de la disputa entre San Martín de Tucumán y el TAS llevaron a este fanático de Atlético Tucumán a recordar aquel viejo trapo, ese que pintó en su casa y tuvo que atarse al cuerpo para meterlo a la cancha y que lo lleva a recordar también todos estos años al lado del Decano tucumano, en 25 de Mayo y Chile o donde sea: Viejo y Glorioso, como el Deca, son los trapos.
"Esa bandera es el fiel reflejo de lo que uno siente ahora, yo soy un hincha común más de Atlético, y desde el lugar que elijo estar siempre reivindicaré el verdadero folclore del fútbol que por ahí está muy desvirtuado todo lo que tiene que ver con la violencia en el futbol", se sincera El Cachi en diálogo con eltucumano, en un viaje al pasado pero que tiene mucho que ver según analiza con el presente, en el marco de la fluctuante relación entre su clásico rival y la institución madre del fútbol nacional.
El Cachi viaja en el tiempo, se acomoda para recordar y recuerda, toma aire, suspira y no duda en afirmar que "esa bandera fue un símbolo de lo que es la hinchada de Atlético en los últimos 15 o 20 años y es una bandera que pinté con óleo, con pintura, es el fiel reflejo de lo que era antes ir a la cancha: ahora hay gente que pinta banderas y la hace con una calidad impresionante".
Y sigue el Cachi, que se emociona de sólo pensar en Atlético: "Es el fiel reflejo de lo que era antes ir al tablón: tiene casi 20 años, la pinté minutos antes de ir a la cancha y fue todo un tema meterla a la cancha porque la policía te controlaba muchísimo". "Es una bandera pintada hace unos 20 años que hoy es muy vigente por la situación de nuestros primos”.
Zelaya no sólo no oculta su relación personal con la barra decana, sino que lo expresa orgulloso: "En mi adolescencia conocí el país con la barra", expresa, y subraya "en este ambiente de cinismo e hipocresía hay muchos que usan a las barras políticamente y luego dicen combatirlas”.
“Mi caso es diferente; no niego mi pasado en el tablón, y no por ello dejo de expresar lo que pienso y reivindicar el folclore por sobre la violencia, sin caretas ni dobles discursos ya que a la hora de hablar de violencia sólo hablan de los barras del tablón pero no de los de saco y corbata y cuentas millonarias”, arremete.
Así, remarca que desde su lugar intenta "reivindicar las instituciones del futbol desde la verdadera participación como espacio de contención social y cultural más allá de lo deportivo, pero sin los colores de ningún partido político como sucede en Atlético desde Julio Miranda a la fecha, aspecto que estamos mejorando gracias a la crítica constructiva de los socios e hinchas y de la visión superadora de quiénes tienen el honor de conducir nuestra institución”.
Hoy busca con sus compañeros darle forma a ese sueño Celeste y Blanco, el que forjó desde aquellos tiempos en los que se levantaba y pintaba una bandera antes de partir rumbo a 25 de Mayo y Chile: “Somos más de 150 socios e hinchas que desde diferentes agrupaciones y medios no oficiales desde hace más de 10 años aportamos al engrandecimiento del club; agradecidos por los grandes logros pero convencidos que hay mucho por evolucionar. Y así será, pues estamos amalgamando los diferentes sectores para ser uno solo que siga marcando la cancha cada vez que haya algo que corregir”, manifiesta.
"El verdadero socio, el verdadero hincha pide a gritos el crecimiento social y cultural del club", asegura, antes de volver a viajar en el tiempo para confesar que es "un viejo pintor de banderas". "Hice otras que decía aguante Teté, la Liga te espera", aclara, en tiempos en los que Quirós "era muy resistido y lo estaban por correr". "Muy irónica", se jacta.

La recordada bandera de San Martín agradeciendo a Grondona. Foto:
A veces la memoria lo traiciona, pero Zelaya se esfuerza para brindar todos los detalles posibles de esta bandera que hoy considera tan vigente: "Fue antes de un clásico, soy malísimo para las fechas", confiesa. Sí recuerda que "hace poco San Martín había sacado una bandera agradeciendo a Grondona ciertos favores institucionales" y que por aquellos años "había una relación entre los Ale y la AFA que era muy cercana, de mucha complicidad, mucha obsecuencia".
"Fue una forma de expresar eso en pocas palabras. Ese día la empecé a pintar y cuando terminé una de las palabras me quedé sin pintura, esa barata para pintar telas... miré a mi izquierda, siempre miro a la izquierda, vi unos oleos maravillosos de mi madre que detesta el futbol y le di con el óleo: quedó fantástica. La llevamos a la cancha, no nos la dejaban pasar, la tuve que envolver y la colgamos, quede contento con la repercusión", rememora.
Hoy El Cachi comenta con orgullo que aquel trapo "dio que hablar" en tiempos donde no había redes sociales. "Intento mantener siempre mi honestidad intelectual; es difícil ser tan pasional, uno es enfermo de Atlético y lo sigue a todos lados desde siempre, sobre todo en las malas", explica.
"A los hinchas de San Martín, más allá de la gastada que es algo sencillo, simple, me sale gastar, yo respiro y puedo gastar un hincha de San Martín, pero creo que es importante que para poder elevar la mediocridad del fútbol en general no mezclar los tantos, reivindicar verdadero folclore en clásicos rivales, reivindicar la gastada, pintar un trapo, gastarse en un asado y condenar la violencia que tenga que ver con agredir, faltar el respeto a los valores", sentencia.
Rápidamente aclara que "yo a San Martín deportivamente lo detesto, le deseo lo peor, pero desde lo humano y del lugar de hincha que sigue a todos lados respeto mucho al hincha de San Martín que vive esto como lo vivo yo".
"Lo vive como yo, pero nada más que lo vive con mucho frío y sin tener la suerte de conocer América", agrega entre risas, con la misma velocidad e ingenio que pintó aquella bandera.
El Cachi le deja finalmente un mensaje a todos los hinchas que aman de verdad al fútbol como él, con ese sentimiento que se materializó en aquella bandera y que sigue vigente: “El que tiene tablón y ama a su club de corazón entenderá el mensaje; el que piensa que ser más fanático es agredir a alguien o ser obsecuente cuando algo le hace mal al club seguirá equivocado hasta que algún día se dará cuenta que los colores deben estar por encima de todo, de verdad”, remata, cual 9 de área decano, pecho erguido, cabeza levantada, mientras ve como la pelota besa la red y grita el gol descontrolado frente a la Chile.