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San Martín y una certeza: el único Kun es el que vende milanesas

CIUDADELA

El Pueblo Ciruja necesita de sus hinchas como ya lo ha necesitado en situaciones difíciles y siempre han estado a la altura de la historia. Sergio Agüero envió un mensaje. VIDEO

¿Disfrutar la camiseta?





Sergio Kun Agüero ha tratado de enviar un intento de mensaje desde Europa, un mensaje como los espejitos de colores que no llegan a Ciudadela. No al menos al corazón de los hinchas de San Martín en el momento que solamente necesitan defender la verdad haciendo honor al sable del Gran General: “Hace más ruido un hombre gritando que 100 mil callados”.

El Kun Agüero no ha gritado, pero ha encontrado el tiempo en su apretada agenda para mandar un mensaje que lo dice todo y nada a la vez. El mensaje incluye el envío a través de su amigo Daniel Galina de una camiseta del Manchester City, cuyo escudo y colores son nada más y nada menos que celestes y blancos. ¿Quién se pondría una camiseta celeste y blanca en Ciudadela?

“Primero y principal, el color de la camiseta no es bienvenido para una subasta lastimosa que viene con un mensaje que no tiene ningún tipo de apoyo al fútbol o a la causa por la cual hoy San Martín está atravesando todo lo que está atravesando”, analiza Martín Taddei, fanático Ciruja luego de ver el video.

Martín ha sacado, de hecho, dos entradas de 500 pesos para el partido virtual sin saber ni siquiera de qué se trataba, pero si San Martín necesita mil pesos, todos los Martín, el Martín, ponen mil pesos sin preguntar para qué ni adónde se lo va a destinar. Necesitan hacerlo, poner la plata, aunque ya se han equivocado en algunas rifas jamás sorteadas o motos nunca entregadas al ganador.

Ante la situación que vive San Martín y su reclamo legítimo por volver a Primera luego de haber sido el mejor del campeonato hasta que cayó el virus que también se metió en las oficinas de la AFA, Martín resume el sentimiento de buena parte del Pueblo Ciruja: “Este es el momento en el que una vez más el Fortín de Ciudadela se levanta ante la injusticia y ante algo que está mal, ante otra invasión porque es imposible no sentirte invadido cuando hay gente con las manos sucias que quiere tocar lo intocable: el fútbol”.