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"Aunque la AFA no quiera": la histórica lucha de la hinchada de San Martín

CIUDADELA

El Santo esta siendo perjudicado por la decisión del Comité Ejecutivo. El hincha no se echa atrás y se planta ante la injusticia. En cada casa se levantó una bandera roja y blanca, y las redes sociales se desbordaron de reclamos de fanáticos del Santo. Fiel como siempre, el pueblo Ciruja acompaña al club hasta el final. Video.

La hinchada de San Martín se caracteriza por su fidelidad. Esta vez copó las redes para apoyar a su equipo.





El Comité Ejecutivo de AFA determinó, arbitraria e injustamente, negarle el ascenso a San Martín tras dar por finalizadas la temporada 2019/2020.

Desde entonces, el hincha del Santo se viene haciendo escuchar de diferentes maneras: algunos más organizados, otros más espontáneos, pero siempre genuinos, porque si hay algo que no saben negociar es la pasión por los colores. 

La principal característica de los Cirujas es su fidelidad, que va más allá de las categorías, o de los pasares deportivos ocasionales, porque su gente llega en motos, bicicletas o carro tirados a caballos, cuando sea y a donde sea. Porque así como copó la tercera bandeja de la Bombonera, o metió 10 mil personas en el monumental de Nuñez, también llenó tribunas de madera podrida en Sunchales un miércoles a la tarde, o soportó la lluvia intensa y helada de un domingo gris en Formosa. 

Hay quienes dicen que los de San Martín “son hinchas de su hinchada” y es probable, sino no se explica que haya gente capaz de pasar un Día de la Madre en la tribuna visitante de la cancha de Altos Hornos Zapla en Palpalá, viendo como a su equipo le dan vuelta 2 a 0, para perderlo 3 a 2 y después de eso siga queriendo viajar.

¿Cuantas pedradas habrán llovido en Perico o Catamarca? ¿Cuántos grados hacía en Pirané aquella tarde fatídica? ¿Quién tuvo ganas de subirse al alambrado a descolgar esas banderas minutos después del gol de oro de Cipoletti en Río Cuarto? 

Cualquier otro no volvería nunca más, ni a la ruta, ni a la cancha, ni a ningún lado. Pero el hincha de San Martín sigue ahí, golpeado, malherido, lastimado, pero cada día más vivo. 

Ahora el rival es el peor de todos: la propia AFA, que ya tiene sus elegidos para el ascenso y que no tendrá, porque nunca tuvo, ningún decoro para meter su mano negra en la lata y arrebatar, en el escritorio, lo conseguido en la cancha. 

Pero no importa, este es un partido perdido de antemano, como tantos otros. Sin embargo, los Cirujas están presentes y de pie. Esta vez no hay tribunas, ni rutas, hay que quedarse en casa y con la tecnología mediante, hacerse escuchar, cómo se pueda.

Por eso no sorprende que desde un grupo de whatsapp de hinchas haya salido el hashtag #JugamosTodosONojuegaNadie y que en pocos minutos se haya vuelto tendencia, explotando todas las redes sociales. O que ayer a la tarde, todas la familia sanmartiana se haya ataviado de rojo y blanco, embanderando balcones, terrazas y ventanas, para decir “Aquí estamos señores, a San Martín no lo abandonamos ni aunque un virus amanece con terminar con la humanidad”.

Este partido es distinto, sin pelota y contra la autoridad, contra el poder. Entonces no queda otra que sacar la mejor arma que se tiene a mano: la rebeldía popular, la valentía de un pueblo históricamente humilde y aguerrido como el Ciruja. 

Tal vez no haya muchas formas de ganar, pero Natalio ya marcó el camino y hay que levantar las banderas ante las injusticias. Acompañarán “los pibes que alientan desde el cielo” y “los viejos que te vieron 3 veces en la A”. “El arco de los milagros” siempre da un minuto más de esperanzas, solo hay que ir a buscar esa última pelota con la fe de Agudiak o Galeano.

Hay que seguir copando las redes como si fueran el Chateau en el 85, o Salta en el 68. Después habrá tiempo de sacar conclusiones, pero no hay otra forma de entender la pasión en Ciudadela. Porque así como, a veces, lo que pasa en el campo de juego es lo de menos, lo que se defina en los escritorios también lo será. Porque San Martín es de Primera “aunque la AFA no quiera”.