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Día del Arquero: un repaso por los mejores de la historia de Atlético

VAMO LO DECA

Desde Genaro Sica a Cristián Lucchetti, eltucumano.com realiza un viaje en el tiempo de más de 100 años homenajeando a los futbolistas que mejor custodiaron el arco Decano.

Cristian Lucchetti, para muchos el mejor arquero decano de todos los tiempos.





Hablar del arquero es hablar de un tipo raro, ya de por si se viste diferente, usa otros colores, ni siquiera parce del mismo equipo. Además puede tocar la pelota con la mano y hasta agarrarla: algo que roza lo indigno para el que tiene vocación de potrero. Por eso en el barrio, en los baldíos y en las calles nadie quiere ser arquero: “Un gol cada uno”, suele proponerse para democratizar el martirio; “¡Ulti pa quedar!”, dice el más pícaro, sabiendo que tal vez evita la tercera  o cuarta ronda; “Yo ya he quedao cuatro veces, te toca a vos”, ordena otro en el medio de un partido que ya lleva 4 horas y que va 16 a 13. 

Sin embargo, de vez en cuando, aparece alguno, que de manera voluntaria se ofrece para el puesto, al comienzo se lo recibe con desconfianza, se lo mira de reojo, pero se le concede el honor de atajar toda la tarde, porque no importa si es bueno, en el peor de los casos será un mal necesario. Para esos personajes extraños que prefieren los buzos, los pantalones largos y los guantes aunque haga 45 °C, para ellos va este pequeño homenaje.  Porque nadie tiene un camino tan estrecho entre el héroe y el villano como el arquero, que puede calzarse un traje u otro varias veces en un mismo partido. 

Ahora repasamos los mejores arqueros de Atlético. La primera referencia es casi inmediata. Sucede que el Decano está pasando el mejor momento de su historia y mucho de eso tiene que ver con Cristián Lucchetti, sin dudas el mejor arquero de la historia del club y probablemente de la historia del fútbol tucumano. Llegó en Nacional B y daba la impresión que venía para retirarse al poco tiempo, sin embargo, año tras año ha ido demostrando su vigencia.  Con unOs reflejos pocas veces visto y caracterizándose por atajas tan espectaculares como importantes, el Laucha ocupa un lugar privilegiado en el firmamento albiceleste.

Cuando Lucas Ischuk apoyó la cabeza en el suelo seguro pensó que todo el sueño de un año se había esfumado en un segundo, que la pelota había viajado demasiado rápido y se había metido detrás de él, sin que pudiera terminar de reaccionar.  Cuando se levantó y vio el banderín en alto, Lucas supo que a esa revancha no la iba a dejar pasar: había estado muerto, pero estaba más vivo que nunca. Entonces, aplaudió pidiendo ánimo y espero su momento, el de gloria, el que había esperado toda su vida. Monumental repleto, penales contra Racing de Córdoba en una final para el infarto. Lucas estaba ahí, era él o él, la cancha estaba llena, pero no había nadie más. A su juego lo llamaro: dos penales atajados y  definió las serie con una ejecución suya. Ischuk esa tarde se colgó de la historia para siempre. Después la seguiría escribiendo, siendo clave para el ascenso a primera de la siguiente temporada. 



Durante los 90s y 80s Los Decas tuvieron varios arqueros que dejaron buenos recuerdo, pero que no obtuvieron los objetivos colectivos que se esperaban. Un ejemplo fue el de Nilton Pardal que llegó junto a una constelación de estrellas para conformar un equipazo dirigido por Humberto Zucarelli que, pese a realizar un campañón, quedó a las puertas del, por entonces, ansiado ascenso. Sus actuaciones fueron muy buenas, pero no alcanzaron.

Otros Arqueros destacables fueron el santiagueño López que venía de Central Córdoba, o el Loco Munutti que a finales de los 80s levantaba a la hinchada con su espectacularidad. Ya en los 70s, El Negro Ruiz fue el arquero con más partidos en la historia del Decano y sin dudas, de lo mejor que pasó por 25 de Mayo y Chile. 

Viajando en el tiempo, los vitalicios decanos suelen coincidir en un nombre que durante la los años 60s, era dorada de la institución, custodiaba el arco mejor que ningún otro: Roberto Ponce, un golero no demasiado alto, pero con un reflejos únicos, capaz de recorrer todo el arco con voladas espectaculares. Para muchos el mejor de todos.


Sin embargo, en los primeros años de nuestro fútbol aparece un tipo que fue un adelantado para su época, tal es así que logró mantenerse vigente durante más de 15 años, hablamos de Genaro Sica, que atajó allá entre 1915 y los comienzos de la década del 30. Arqueraso que marcó el rumbo del puesto en nuestra provincia.

En fin, a todos los arqueros que, solitarios, se revolcaron muchas veces para evitar lo inevitable, hoy eltucumano.com les envía un feliz Día Internacional del Arquero.