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Los mellizos de la Cebra: "Siempre supimos que íbamos a venir acá"

ESTUDIANTES CAMPEÓN

Ignacio y Conrado Echevarría acaban de consagrase en el Torneo Regional de básquet con el club de calle Monteagudo, que hace 51 años no lograba un título. “Cuando vaya pasando el tiempo ahí nos vamos a dar cuenta”, dicen.





“Pienso en los últimos partidos contra Central Córdoba, en la gente que ya empezaba a cantar el ‘dale campeón, era algo tremendo, no lo podía creer”, dice Conrado Echevarría, escolta de Estudiantes que el domingo pasado se consagró campeón del Torneo Regional de básquet, logrando un título luego de 51 años de sequía. Al lado de él esta su hermano, Ignacio, alero y también campeón con la Cebra, en una noche que quedará en sus memorias, porque ellos son de corazón blanco y negro.


Conrado e Ignacio comenzaron a jugar al básquet a los 13 años y son hijos de Sergio Echevarría, actual presidente de la Cebra y socio de toda la vida, “Cuando yo nacía, el club salía campeón por última vez”, revive el mandatario que también se sumó a la charla con eltucumano.com.


“Empezamos jugando al fútbol en San Martín”, revive Conrado sobre su inicio en el deporte junto a su hermano. “Después, no podíamos ir a entrenar a la siesta porque teníamos escuela, íbamos a la Agricultura. Justo ese año pusieron básquet en el club y así empezamos. Estuvimos un año y medio más o menos y de ahí nos vinimos acá, porque él era de acá de toda la vida”, agrega.


“Cuando tenían siete años los traje a un entrenamiento y no querían saber nada. ‘Nosotros queremos jugar al fútbol’, me dijeron”, dice, apartado a un costado de la cancha, el papá de los mellizos. Luego Conrado continúa continúa: “Fue algo hermoso venir, conocer la gente del club, gente nueva para nosotros, es algo muy lindo. El barrio es muy lindo”. 

“Sabíamos que en un momento íbamos a estar acá. De una u otra manera siempre supimos que íbamos a venir acá”, acota Ignacio.

La condición de mellizos puede ser muy beneficiosa para dos personas que se llevan como Conrado e Ignacio: “Estamos de novio ahora. Antes, cuando éramos más chicos hacíamos muchas cosas. Una vez me pasó que una chica quería salir con él, y él no quería. Le pedí el buzo y fui yo. En la escuela también, él sabía más que yo y rendía por mí. Me hacía las pruebas. Ser compañeros de curso fue muy bueno porque cambiábamos rápido las cosas y listo”, reviven entre risas.


- ¿Y en la cancha también sacan ventajas?
- No sé si aprovechar, pero ayer, ante Concepción BB, nos pasó que uno dijo “yo lo marco al 8”, a mí, y después lo estaba marcando a él – responde Ignacio y agrega - Se confunden, pero se confunden, no sacamos ventajas.

Conrado, Sergio, Gustavo Gaete (entrenador del club) e Ignacio en el estadio Coco Ascarate.-


El título con Estudiantes luego de 51 años


Lo vivido el domingo por la noche en la final del Torneo Federal quedará en la memoria de toda la familia de la Cebra: “Aún no caigo. Cuando vaya pasando el tiempo ahí nos vamos a dar cuenta. Gustavo y mi papá lo sintieron más que nosotros, porque están hace mucho acá. Creo que nosotros nos vamos a dar cuenta cuando pase un poco más de tiempo, lo que fue el campeonato para el club”, dice Conrado.


“En ese momento pensaba mucho en todo lo que pasamos como equipos, porque durante todo el torneo tuvimos bajas muy sensibles, lesiones, problemas familiares de unos compañeros; éramos 5 o 6, con casi nada de rotación, y así y todo tuvimos una racha de 20 partidos ganados consecutivos, pudimos sacarlo adelante”, agrega Ignacio.


El básquet entró a sus vidas hace siete años y desde ahí no pararon más. “Nos damos cuenta que queremos jugar en un buen nivel, a nivel profesional. Entrenamos y hacemos todo para eso. Es nuestro objetivo. Ahora con el Federal si no entrenas doble o triple turno no podés jugar. Termina el torneo local y ya tenemos que pensar en la pretemporada, en ponernos bien y en condiciones para hacer un buen torneo”.


Estudiantes vuelve a jugar el jueves contra Concepción BB por el segundo punto de una de las semifinales del torneo local. El primero ya lo ganó en su estadio: “No veo la hora que termine el torneo local. Necesitamos descansar. La semana pasada jugamos cinco partidos en siete días. Ojalá ganemos mañana así tenemos un poco de descanso”, sentenció Conrado, que junto a Ignacio y toda la familia Cebra busca seguir dándole alegrías al club.