San Martín, el verso para la tribuna y el único final posible
ANÁLISIS
El Santo agregó un capítulo más a una temporada marcada por la decepción, con un técnico que nunca le encontró la vuelta al plantel, jugadores que se fueron antes de tiempo y la pregunta inevitable de cara a lo que viene.
Los 11 de San Martín que cerraron la temporada. Foto Unión.
“No vinimos a pasear y a ver cuántos goles nos hacen”, declaró Caruso segundos previos al 3 a 0 en Santa Fe que pone el punto final, definitivo, hasta esperado para terminar con esta agonía que ha acompañado a San Martín desde la noche que se fue Coyette. Una noche que nunca más vio el día desde aquel empate sin goles en Ciudadela. Parecía que Lombardi traía en la valija otro pronóstico más alentador cuando llegó a sala llena, intentando provocar una revolución de la alegría en tiempos de vacas flacas, mucho slogan, mucho verso, demasiado chamuyo y pocos resultados a la vista.
Caruso no es mago. Lo dijo él cuando llegó. También dijo esta tarde que el partido que más le dolió fue el de su debut, contra Lanús, la derrota por 2 a 1, la otra noche en Ciudadela que el descenso ya tomó cuerpo y forma. Pero hay cosas que no dice Caruso o pasan por alto, dadas como naturales, como por ejemplo explicar por qué se fueron los que se fueron, por qué no pudo retener a los que por contrato deberían haber jugado por lo menos hasta hoy. Bieler, Carranza, Tino Costa y Arregui rescindieron lo firmado y se fueron, dejándole la mochila a Orellana, Federico, Lucas González, el futuro del club, los pibes que de repente debieron hacerse cargo de un muerto en el que nada tuvieron que ver desde que empezó esta tortura llamada Superliga con Forestello, con el interinato de Martos, con el Gato de esta historia, otro interinato más de Floreal y el desenlace a cargo de un técnico que declara como un enamorado de Ciudadela, pero que se va.
En estos tiempos líquidos, de contratos permeables, palabras para la tribuna, fotitos para el Instagram y toda la mar en coche, la prueba irrefutable es que un club que contrató 25 refuerzos entre los dos mercados de pases (más el plantel que ya estaba desde el ascenso a la B Nacional) hoy llegó de milagro a juntar 18 jugadores para salir a la cancha contra Unión. A la partida mencionada de algunos jugadores que fueron referentes en lo bueno y otros que sirvieron como referencia de lo malo, se suman la horda de lesiones que ha acompañado a San Martín toda la temporada y aquí hay otra clave de lo que ha pasado y se ha repetido sistemáticamente durante el año: la preparación física del plantel.
Se recuerda cómo algunos de los equipos que vinieron a Ciudadela se llevaron empates o triunfos porque jugaban a otro ritmo, con la imagen más dura del desenlace ante Defensa y Justicia. Hoy, con todos los inconvenientes del caso también mencionados, Unión se llevó por delante a San Martín durante pasajes del partido. Un Unión que jugó el jueves en la altura de Ecuador, hizo escala en Panamá, llegó a Santa Fe y eliminó a San Martín sin inconvenientes. Son detalles a esta altura del campeonato que ya poco importan, pero que pueden llegar a servir para tenerlos en cuenta de cara a lo que viene: quedan meses sin fútbol (salvo lo que pase por Copa Argentina) hasta que comience la B Nacional. Es tiempo suficiente para trazar un esquema, delinear un proyecto, darle en el clavo con el técnico, potenciar a los juveniles que están para ser titulares y afilar el lápiz con los refuerzos. Se vienen tiempos de decisiones cruciales para el futuro. San Martín demanda que no se repitan los errores ya conocidos. Ya no.
