Jorge López revolea el brazo en la Bombonera cuando aparece la primera frase: "Tocamos el cielo". Es el cielo que señala con las manos Dante Unali cuando cae de rodillas para festejar la fiesta que se completa con el triplete de Vidal González que corre con el dedito arriba, no como el Capo Noriega que se queda de pie ante su elegancia en Ciudadela contra Brown, pero sí como el Bomba que ya lo hizo olímpico en Isidro Casanova.
Del día se pasa a la noche cuando la placa de La Gaceta dice: "San Martín 1 - Desamparados (San Juan) 1. Resultado Final" y es cuando aparece la segunda frase: "También nos caímos". Inmediatamente, la última imagen que motivó a Legión Ciruja a realizar este video hoy lunes, después del fin de semana más difícil de San Martín desde que volvió a Primera:
Beccacece sonriente y corriendo por el 2 a 1 del viernes que ganó Defensa y Justicia.
"Pero tu gente jamás te abandonó", dice con las imágenes de la Ciudadela llena con telones en todas las tribunas. Y otro recuerdo más para que escuchen y vean todos los dirigentes de San Martín, todo el cuerpo técnico de San Martín y todos los jugadores de San Martín, no hace falta que lo recuerden los hinchas: "Pero te levantaste" y corre el minuto 95 cuando Lentini llega y Agudiak te deja sin voz mientras el Toro sale su carrera sin control con rumbo a la platea y termina cruzando toda la cancha con destino a la Pellegrini y de rodillas a la tribuna selecta de milagros que es la Bolívar.
"Te levantaste para seguir escribiendo la historia", reza con el festejo de Ramonín y con el grito loco de Gonzalo Rodríguez a la cámara, en las dos últimas finales que ganó San Martín y esas cosas sí hay que tener más presentes. Es el mismo Gonzalo que abraza a Lentini y su ametralladora mágica para que de repente irrumpa el relato de radio que, como en el gol de
Agudiak, sólo la radio pueda gritar ese gol de
Juan Galeano, el gol que hizo ascender a San Martín cuando faltaban jugarse las semifinales y el ascenso después del dolor que fue el viaje a Adrogué.
"Los grandes siempre se levantan", continúa el grito de gol mientras las imágenes inolvidables acompañan tu vida: el de Gonzalo ya con otro corte ante Sarmiento, los del capitán Claudio Bieler, el Taca, para el ascenso a Primera después de diez años, todos apretados con gorros y banderas para volver a la categoría máxima a la cual pertenece San Martín, pero para que nadie se lleve puesto a San Martín, nadie haga a caer y que resista los embates San Martín como
Matías García cuando desborda como desborda cuando es el 10, y toca atrás a contramarcha de Racing para que quién más que Bieler te devuelva la fe con dos goles ante el todavía puntero del campeonato.
Es la sensación que se confirma cuando Tucumán se vistió de rojo y blanco la noche del 3 a 2, del 1 de diciembre, del 2 a 0 abajo, del descuento de Pons, del empate de San Lucas y del
grito que empezó a convertir a Tino Costa en lo que es hoy: uno de los jugadores más importantes para soñar con mantener la categoría y la última frase que es hace años es bandera: "Los grandes como San Martín luchan hasta el final".