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Así fue el camino de San Martín a Primera División

¡A LA SUPERLIGA!

El Santo tuvo que cambiar de entrenador en medio de la temporada, se repuso a situaciones adversas y ahora disfruta. Es su cuarto ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.

Foto: Gentileza Mariano Morente





La campaña del San Martín fue de menos a más, en lo que tiene que ver con su nivel de juego y resultados, a pesar de haber arrancado la temporada con el pie derecho, ganándole a Ferro en La Ciudadela y empatando de visitante con Aldosivi, todo comenzó a caer lentamente, con muchos altibajos, llegando a tener siete encuentros sin conocer la victoria, sumando seis empates.


Se volvió al triunfo frente a Boca Unidos, de visitante, pero en casa el Santo seguía sin ganar. Los buenos resultados llegaban fuera de Tucumán, y eso la dirigencia no lo toleró. Luego del empate frente a Gimnasia en Jujuy, Diego Cagna daba un paso al costado y dejaba su puesto como entrenador, justo cuando terminaba la primera etapa del campeonato, allá por el 11 de diciembre de 2017.


Llegó Yagui y la historia comenzó a cambiar




Apenas unos días después de la partida del Flaco, Rubén Forestello asumió en la institución para empezar a imponer su juego. Programó una pretemporada y trajo a Damián Arce y a Gabriel Graciani rápidamente, pero todo se complicó cuándo Sebastián Prediger partió a Tigre y dejó en banda al equipo. Para colmo, parecía que Claudio Bieler también se iba, pero el goleador decidió quedarse, se puso la cinta de capitán y la historia comenzó a cambiar.


Se arrancó con el pie derecho, ganando a Los Andes, pero con un juego que dejó más dudas que certezas. Dudas que se agrandaron con la goleada sufrida ante Riestra de visitante, la última que sufrió el Santo en el campeonato hasta la fecha final, ante Brown de Adrogué, y el posterior empate ante Estudiantes de San Luis en casa. Todo era complicación, pero siempre que llovió, paró.


El equipo de Forestello comenzó una seguidilla de buenos resultados que le dieron la posibilidad de pelear el campeonato. Los de arriba se caían y San Martín estaba cada vez más fuerte. Así pasaron los triunfos frente a Santamarina, Nueva Chicago, Juventud Unida, Agropecuario y Brown de Madryn, más los empates ante Almagro, Instituto y Flandria. Esto le permitió al Santo pelear el ascenso directo hasta la última fecha, pero no pudo ser, terminó tercero en la tabla y pasó a pensar netamente en el reducido. 

El octogonal final


El torneo reducido que definió el segundo y último ascenso a la Superliga fue más que sufrido, como están acostumbrados los hinchas de Ciudadela. El partido ante Villa Dálmine parecía perdido bajo una lluvia impiadosa. La visita lo ganaba 2 a 0, pero los de Forestello se repusieron y lograron empatar. Sin embargo, un descuido en el fondo volvió a poner al frente a los de Campana e hizo temer lo peor, cuando sólo faltaban minutos para el final. El milagro llegó en los pies de Juan Galeano, luego de que el arquero visitante salvara inexplicablemente una pelota que parecía más adentro que afuera. El volante metió un zapatazo épico e inolvidable a una pelota que quedó bollando en el área grande, ante la vista de los defensores que parecían saber que esa pelota se perdería en lo más profundo de la red, marcando el pase a semifinales del local.

En semifinales ante Agropecuario apareció lo mejor del equipo, consiguiendo un empate sin goles tranquilo de visitante, y liquidando en casa con un contundente 3 a 0. Matías García y Claudio El Taca Bieler marcaron el camino hacia la victoria.

Vino la final con Sarmiento y llegó la locura. Tras perder en Junín por 1 a 0, los dirigidos por Forestello dieron vuelta la historia en Tucumán con una paliza (5 a 1), y festejan el retorno a la máxima categoría del fútbol argentino.