"Atlético clasificó porque tiene muchos huevos"
ANÁLISIS
El Decano se metió en los octavos de final de la Copa Libertadores y el Pulga Rodríguez le puso el título el flamante logro.

Foto: Twitter @PelotadeTrapoo.
(Enviado especial).- Muchas veces, se hace difícil comenzar a escribir un análisis luego de un partido de tanta envergadura, y mucho más difícil se hace titular ese análisis. Es por eso que, a la salida del estadio Dr. Nicolás Leoz de Libertad, Luis Miguel Rodríguez se animó a ponerle el título a la clasificación obtenida en Paraguay y desde acá detallaremos por qué la palabra del capitán e ídolo encaja perfectamente con todo.
Atlético tiene muchos huevos porque este plantel siempre se paró bien ante las adversidades, como ocurrió hace más de un año en Ecuador, ante El Nacional, cuando llegó sobre la hora y salió a ganar en la altura de Quito; o por qué no en las semifinales de la Copa Argentina, frente a Rosario Central, cuando parecía que se le venía la noche tras la lesión de Cristian Lucchetti; o cuando en la presente Copa Libertadores creían que estaba para el cachetazo, luego de arrancar perdiendo los dos primeros encuentros, pero supo reponerse, logrando un triunfo histórico para Argentina en La Paz y luego liquidando en el Monumental al mismo The Stronguest y Peñarol.
Este Atlético tiene muchos huevos porque en Paraguay parecía que se le complicaba la clasificación cuando Alejandro Sánchez se iba expulsado y Franco Pizzicanella tuvo que debutar bajo los tres palos del Gigante del Norte. Y el pibe no defraudó, mostrándose seguro y apoyado por sus compañeros, por un Lucchetti que no paró de motivarlo y por 3.000 hinchas que alentaron todo el encuentro y festejaron a lo loco sobre el final.

Este Atlético tiene muchos huevos porque tiene una defensa que deja todo en la cancha. Con una pareja de centrales que cada vez se entiende más y hoy se mostraron firmes y sólidos ante los siempre temidos Óscar Cardozo y Santiago Salcedo. Yonathan Cabral y Rafael García no pararon de sacar todo lo que se acercaba al área del Decano, por arriba y por abajo. Gabriel Risso Patrón también hizo lo suyo. El pibe supo reponerse del error que tuvo en la expulsión de Sánchez (a él le ganaron la espalda), y mostró mucha seguridad por el sector izquierdo, al igual que Nicolás Romat por el derecho.
También tienen muchos huevos Rodrigo Aliendro y Nery Leyes, y vaya qué huevos. La pareja de volantes centrales son el motor del equipo, luchando, quitando, corriendo e intentando jugar siempre, pero siempre. Ni qué hablar de Guillermo Acosta, que aparece haciendo el trabajo sucio, o distribuyendo, o atacando, o lo que le pida el técnico. Es la rueda de auxilio y juega de lo que el equipo necesite, como hoy, que le tocó tirarse por la banda izquierda en un tramo del encuentro. O Leandro Díaz, que tuvo que sacrificarse y pasar a jugar de volante para cubrir ese hueco de la cancha.
El párrafo aparte siempre lo merece Luis Miguel Rodríguez.
El Pulga es el alma del equipo, luchando solo arriba cuando Atlético jugó con diez, o alentando y apoyando a sus compañeros cuando le tocó salir.

Este Atlético tiene un entrenador que también tiene muchos huevos, porque Ricardo Zielinski supo bancar la parada cuando la historia estaba complicada tras la seguidilla sin triunfos, pero acomodó las cosas y hoy disfruta de la clasificación
Este Atlético tiene muchos huevos porque dio vuelta una historia que parecía que tenía un futuro negro tras la derrota con Peñarol en la segunda fecha de la Copa, pero se repuso y acá está, entre los mejores 16 equipos del continente y no se conforma, va por más. Los hinchas están por demás felices y tranquilos, saben que este Decano tiene huevos de sobra.