La verdadera historia de Las Minifaldas y su canto a San Martín

Miguel Ángel Roldán había creado el grupo Las Minifaldas en 1971, la primera banda musical de mujeres de Tucumán que, a escala Gladys, Gilda o Karina, reventaban todos los bailes del interior de la provincia. Fue tal el furor que generó la irrupción en la escena tropical que, inmediatamente, llegó la primera grabación: un disco que incluía "La Milagrosa" y "Difunta Correa", éxitos que sonaban en todas las radios de la época. 

Pero algo le faltaba a Roldán, socio emblemático de San Martín e histórico vecino de villa 9 de Julio, frente a Lawn Tennis. Eso que le faltaba lo encontró una mañana, mientras caminaba bajo los árboles del parque, y empezó a tararear una letra que le daba vueltas por la cabeza como un campeonato. Primero silbaba y después la entonó: "Canto a San Martín y a La Ciudadela, canto a los Santos y así yo soy feliz, canto a los Santos y así yo soy feliz..."

Apenas llegó a su casa, dueño de un apellido históricamente ligado a las grandes alegrías de San Martín, Miguel Ángel Roldán siguió escribiendo la letra: "Dale, dale Santo, grita la popular, vos sos campeón, campeón de Tucumán, vos sos campeón, campeón de Tucumán". Y el título lo encontró en la siguiente estrofa: "Te sigue La Brava, te alienta sin par, si ganas o pierdes lo mismo será, en frío o calor, no importa a La Brava, dale, dale Santo, es nuestra canción".

"La canción lleva por título La Marcha de La Brava. Sí, la compuso y la escribió el señor Miguel Ángel Roldán. Era muy hincha de San Martín. Iba todos los domingos a la cancha y tenía una excelente relación con los dirigentes. Así fue como un día les acercó la idea y el club la adoptó como el himno oficial de San Martín", relata hoy Narda Morán, Pinky para todo el mundo, la dueña de Las Minifaldas que llegó a la formación original a las 16 años y llegó a tocar con sus tres hermanas, Betty, Nancy y Niní.

La letra estaba escrita y la música compuesta, pero faltaba la voz, el (con el perdón del término) inimitable registro mezzosoprano de Dora Paz, la cantante de Las Minifaldas en el 75 cuando la canción se convirtió en un éxito sin igual que se cantó en el centenario del club y, hasta el día de hoy, suena cada vez que juega San Martín en Ciudadela. "Dorita la grabó, ella es la que voz original. Ahora está radicada en Orán, por eso yo grabé la versión que se escuchó en Elegidos. Pero nadie la canta como Dorita", relata Pinky y celebra: "¡Este año vuelve Dorita a cantar con nosotras, Las Minifaldas!". Y aclara: "Eso sí: yo, al igual que mis hermanas, somos músicos, nuestro padre era músico, él me permitió dejar los estudios. Con el señor Roldán ensayábamos todos los días cinco horas, de dos a siete de la tarde. Él era muy estricto, pero el esfuerzo valía la pena: éramos muy populares". El ritual de Las Minifaldas también era sagrado: "Una modista nos hacía la ropa, con especial cuidado en las minifaldas que usábamos. Tenían que ser cortitas y con vuelo para que acompañe el movimiento del baile. Las polleras las hacía de raso o lamé y abajo combinábamos con botas blancas o negras". 

Ese look se mantiene hasta hoy en los carnavales y bailes de Los Costillas, Mancopa, Lules, Simoca, Capitán Cáceres, Garmendia, lugares donde siempre los hinchas de San Martín piden el himno: "El tema es que también hay hinchas de Atlético y, como a todo nuestro público nos debemos, no podíamos hacer diferencias: primero cantamos la marcha de Atlético del Maestro Avelino y después sí la canción de nuestro San Martín. Antes la gente era más respetuosa y no había problemas. Ahora no queremos que nos tiren con nada así que cantamos las dos marchas y todos quedan contentos", se ríe Pinky, quien en la actual formación toca el órgano, el piano y canta, le canta a San Martín la estrofa que cierra el himno, a días del viaje a Buenos Aires para jugar el partido clave contra Almagro: "Cuando lejos juegas La Brava te sigue, te alienta La Brava donde sea que vas, canto a San Martín y a La Ciudadela, canto a los Santos y así yo soy feliz".

La versión con la voz de Pinky Morán:



La versión con la voz de Dorita Paz: