La historia de un dedo mutilado y contradicciones en la suspensión
Víctor Macías apeló al fallo de 99 años sin jugar que le habían dado y le fue bien. La víctima, Daniel Contreras, explota de bronca.
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La historia ocurrió en julio del año pasado y tomó fuerza a nivel nacional, dado lo impactante que era la noticia. Víctor Macías, jugador de Aguará Guazú, había sido suspendido por 99 años por el Tribunal de Disciplina de la Unión de Rugby, luego de haberle mordido un dedo a Daniel Contreras, de Corsarios: le arrancó la falange.
Según el argumento tomado por el Tribunal, compuesto por Juan Carlos Ghiringhelli, Arnaldo Alonso, José Taboada y José Dante Ibáñez, Macías actuó en legítima defensa luego de que “Chanchín” Contreras lo tomara del rostro y le pusiera el dedo en la boca. “Leo todo lo que dicen y como que justifican lo que hizo y me agarra una terrible bronca”, expresó el jugador de Corsarios. “El árbitro, Fernando Martorell, estaba a la par. Se tendría que haber dado cuenta que yo le estaba haciendo algo”, agregó.
Todo fue rápido, nebuloso, como casi todo lo que ocurre en la Unión de Rugby de Tucumán. El Tribunal de Disciplina dio a conocer que cambiaba el fallo en la semana previa al fin de año, justo cuando los ojos se centraban en las elecciones presidenciales. No se levantó mucha polvareda y se pudo bajar la sanción, pero la bomba explotó y ahora, en plenas vacaciones, nadie se hace cargo.
En julio, luego lo ocurrido, desde el Tribunal decidieron la suspensión de 99 años para Víctor Macías, y parecía lógica. “Vamos los dos cuando pasamos el ruck, nos caemos y ahí rápido me pare y vi la mano. Se la mostré a Martorell, él (Macías) aún estaba arrodillado en el suelo y se agarraba la boca”, recuerda Contreras sobre lo ocurrido aquella tarde. “¿Qué pasaba si yo le hacía algo? Era una contra reacción y yo pasaba a ser el sancionado”, agregó. “Me parece que si le reducen no debería haber sido tanto. Él en tres años vuelve a jugar y yo seguiré con mi dedo mutilado. Si van a desautorizar tanto los tribunales es porque está muy mal la cosa. Hasta el boletín estaba borroso”, se quejó “Chanchín”.
La historia que parecía acabarse con la suspensión de 99 años de Macías tomó otro rumbo. Luego de conocerse que serían solamente tres años sin jugar, se despertó la furia de Contreras: “Yo pensé que este tema está terminado, pero con esto no. Ahora voy a ver la parte civil. Alguien se va a tener que hacer cargo que me falte el pedazo de dedo. El seguro de la Unión no cubrió nada, todo fue por la obra social. Ya mandaremos todos los papeles con mi abogado. Esto es para que no pase más. Alguien hizo algo, le perdonan y después es peor, y así arranca la cadena. No fue una simple piña, fue una mutilación que me va a quedar de por vida”, señaló, dejando en claro que va por todo.
