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¿Gasoil o nafta? Qué combustible se consume más en Argentina

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Si bien el conflicto bélico en Europa afectó el suministro de diésel, el mercado argentino es diferente a lo que creemos.





Hace algunas semanas se desató en algunas provincias de Argentina una crisis por faltante de gasoil, afectando severamente a Tucumán y poniendo en riesgo sus principales industrias.

La complicada actualidad, que se vio agravada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, provocó que el Gobierno Provincial iniciara una serie de gestiones para acelerar la llegada del combustible que aún mantiene foco de conflictos abiertos, principalmente entre los Transportistas de Carga.

A pesar de este contexto, el sitio IProfesional, publicó una investigación sobre el mercado de combustibles en el país y cuyos resultados provocó una sorpresa, ya que si bien en un principio los vehículos a nafta parecen dominar el país, los usados para el transporte, colectivos, camiones, utilitarios y camionetas, que crecen cada vez más en ventas, hacen que se venda más diésel en la Argentina que nafta. De acuerdo a datos de una petrolera, el 60% del combustible que se vende es diésel, y el 40% es nafta.

En ese sentido, el informe señaló que en los últimos años, se manifiesta un incremento notable de la demanda de diésel con ultra bajo contenido de azufre, esto, entre otras cosas, por el cambio de tecnología de los vehículos que necesitan de un mejor combustible.

Del parque automotor circulante en el país, que es de 10,6 millones de unidades promedio (según datos de vehículos patentados), casi el 80% consumen nafta, mientras que solo 2,2 millones consumen diésel. Sin embargo, como son vehículos que requieren más combustible y recorren más kilómetros, como los camiones, esto hace que la demanda sea mayor.

De esos modelos que usan gas oil, más de la mitad son camionetas y utilitarios; mientras que el resto se divide entre camiones, colectivos y autos.

A nivel país, el consumo total de gasoil se ubica en 14 millones de m3 anuales. La producción local es de 11.500.000 de m3 anuales. Por su parte, la demanda para biodiésel es de 520.000 metros cúbicos. Esto hace que se deban importar 1.980.000.

Por otro lado, el gobierno nacional estudia aumentar el corte de biodiésel para que rinda más, y que pase de 5 a 12% promedio, pero el problema es que esto incrementaría los precios del producto en los surtidores porque, aunque paga menos impuestos, es más caro.

Según el sitio especializado en economía, en el mercado argentino de combustible está concentrado el 60% de las ventas de combustibles en manos de YPF, el 17 % Shell y el 16% Axion. El resto se reparte en Puma y Refinor. Además operan algunas empresas de bandera blanca que compran a otros proveedores.

En cuanto a la falta de gasoil, son varias las hipótesis, pero algunos especialistas sostienen que, si la producción de las petroleras no se achicó en los últimos tiempos, y tampoco creció la actividad agrícola o el consumo en el país, lo cual justificaría un mayor movimiento del transporte (solo durante la pandemia creció por el e-commerce), hay otras cuestiones que analizar que ponen al sector en alerta.

"La hipótesis es que, la demanda que está surgiendo los últimos meses, y que lleva a una escasez de combustible, es por una compra especulativa por parte de industrias que temen que falte gas, y se estén anticipando comprando combustible para almacenar", finalizaron.