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Marzo llega con un nuevo impuesto para los 0 km de más de $2.500.000

gravamen

La AFIP oficializó el pago de un impuesto interno, que regirá desde el primer día del próximo mes. Las unidades de más de u$s26.600 tendrán una alícuota de un 20%.

Imagen ilustrativa.-





La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), desde marzo aplicará un nuevo impuesto interno a los vehículos 0 km que tengan un valor de más de $2.500.000.


El organismo oficializó la actualización de la base imponible como estaba prevista de forma trimestral. Esto implica que los vehículos nuevos, desde unos u$s26.600, al cambio oficial actual, quedarán alcanzados por una alícuota del 20% correspondiente a la primera escala de este gravamen, considerado impuesto “al lujo”. Si se toma la cotización del “blue”, el valor imponible quedará aproximadamente en 17.600 dólares “billete”, señala el sitio Ámbito.


La segunda escala tendrá un sobrecargo fiscal de 35% a partir de modelos de un valor de $4.550.000. Esto se debe a la aplicación del ajuste de 11,64% correspondiente al trimestre octubre, noviembre y diciembre que surge del Sistema de Índices de Precios Mayoristas (SIPM) y que regirá hasta fin de mayo. Hasta fin de febrero, el impuesto se cobra a partir de unos $2.250.000 de valor al público. Por la forma de aplicación del tributo, una alícuota de 20% representa una suba del precio del 25% mientras que la de 35% dispara el precio en alrededor de 50%.


El valor del 0 km alcanzado por este gravamen, tomando su precio de venta de fábrica o importador a concesionaria, pasará de $1.580.935 a $1.764.993, para la primera escala, y de $2.917.700 a $3.258.450 para la segunda. A esos montos, hay que aplicarle el IVA más el margen comisional de alrededor de 15%. Es por eso que, el precio final es orientativo porque depende de si la concesionaria resigna o no parte de sus ganancias. De ese ingreso, tiene que afrontar todos los costos de la concesionaria (laboral, alquiler, servicios, impuestos y demás).


Debido a esto, muchos modelos quedan “congelados” justo debajo de la base imponible para no sufrir ese recargo. En el caso de no poder sostenerlos en ese nivel, esos autos se dejan de comercializar en la práctica ya que quedan descolocados frente a la competencia.


La mayoría de los modelos afectados por esto son importados, pero también alcanza a algunos de producción nacional. Hay que tener en cuenta que los 0 km más accesibles del mercado tienen un precio por arriba de $1 millón por lo que la franja que queda exenta es muy chica y eso hace que tributen modelos del segmento mediano.


Este gravamen se viene aplicando desde hace años con distintos niveles de intensidad. Comenzó a tener relevancia en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, fue subido a un nivel récord desde el 2014, sólo se atenuó –pese a que había anunciado eliminarlo– durante la presidencia de Mauricio Macri y volvieron a tener un impacto mayor desde la llegada de Alberto Fernández.