Horror en Tucumán: prisión domiciliaria para el hombre que mató a golpes a su suegra de 104 años
Este domingo se llevó a cabo la audiencia multipropósito contra Hugo Alberto Zelaya, que por su edad, la Justicia dictaminó la prisión preventiva por seis meses en su domicilio. Dieron a conocer el informe preliminar de la autopsia de la centenaria víctima.

Foto MPF.-
A poco más de un día del brutal crimen que sacudió a Tucumán, este domingo se llevó a cabo la audiencia multipropósito contra Hugo Alberto Zelaya, de 72 años, que el sábado por la madrugada asesinó a golpes a su suegra de 104 años y dejó internada a su esposa.
El Ministerio Público Fiscal lo acusó de ser autor de los delitos de homicidio, y tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género, y se dictaminó el arresto domiciliario por seis meses mientras avanza la causa.
Por requerimiento de la Unidad Fiscal de Homicidios II, conducida por Carlos Sale, este domingo 29 de junio se llevó adelante la audiencia multipropósito contra Hugo Alberto Zelaya (72), el hombre acusado de golpear salvajemente a su esposa Ramona Estela Medina (62) y a su suegra Rosa Andrada durante la medianoche del último sábado, en la vivienda que los tres compartían, en pasaje Agustín Maza al 500 de San Miguel de Tucumán. Como consecuencia del ataque, la mujer se encuentra internada en el hospital Padilla, mientras que la anciana perdió la vida en el acto.
En esta oportunidad, se controló la legalidad y legitimad de la aprehensión del imputado, se formalizó la investigación y formularon cargos en su contra, así como también se solicitaron medidas cautelares. Luego de narrar detalladamente la teoría de la acusación (ver aparte), el auxiliar de fiscal Miguel Fernández afirmó que al jubilado se le endilga ser presunto autor de los delitos de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género, en grado de tentativa; en concurso real con homicidio simple.
Evidencias
El representante del MPF precisó cuáles son las evidencias recolectadas hasta este tramo incipiente de la investigación. Entre ellas, destacó la intervención del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), cuyo informe señala la existencia de manchas de sangre en distintas zonas de la casa y en un bastón que se encontró allí; los testimonios de vecinos que escucharon gritos y alertaron a la Policía, y de una hija y nieta de las víctimas, que trasladó a Medina al nosocomio y reveló que Zelaya la violentaba, pero que ella nunca lo denunció.
A su vez, hizo referencia al informe preliminar de autopsia, que refiere la presencia de equimosis y excoriaciones en distintas partes del cuerpo de Andrada, fractura de costillas y shock hipovolémico como causa del deceso. Por otro lado, de acuerdo al estudio médico, el acusado sufrió “arañazos” en el rostro, lo que implicaría signos de defensa por parte de las víctimas.
Medidas de coerción
“Falleció un adulto mayor que, desde mi concepción, tiene mayor protección la vida de las personas de esa edad. Al mismo tiempo, hay que considerar el despliegue de violencia ante una persona con la que convive desde hace 17 años y con su madre”, apuntó Fernández, y agregó: “También hay que tener en cuenta cierto comportamiento del imputado al momento del hecho. Cuando llegó el personal policial, argumentó que habían sido víctimas de un robo. Ese indicio, para el Ministerio Fiscal, es indicativo sobre cuál será la conducta que desplegará durante el desarrollo del proceso. Ya hay una falta intensa de compromiso a la verdad”.
Fernández aclaró que "si bien los peligros procesales darían la procedencia de la prisión preventiva", en razón de la edad del imputado (más de 70 años) pidió que se imponga el arresto domiciliario por seis meses y reglas de conducta por ese mismo plazo, con la aplicación de un dispositivo electrónico de vigilancia. El juez resolvió hacer lugar a lo demandado por la Fiscalía, sin oposición de la defensa técnica. La medida de coerción se realizará en un domicilio del barrio La Costanera, donde residen una tía y una nieta.
La teoría del caso
El pasado sábado 28 de junio, unos minutos pasada la medianoche, en el interior de una casa ubicada en el pasaje Agustín Maza al 500 se encontraban Zelaya, su esposa (Medina) y su suegra (Andrada). En un momento, por razones que se desconocen y con intenciones de causarle la muerte, el imputado tomó a Medina –con quien mantenía una relación de pareja de 17 años basada en un vínculo desigual de poder caracterizado por humillaciones y agresiones permanentes– la arrojó al suelo y comenzó a propinarles golpes en distintas partes del cuerpo.
No logró su objetivo debido a que los gritos de la señora alertaron a su madre, quien estaba en una habitación contigua, e intentó evitar que Zelaya continúe golpeando a su hija. Ante esto, el acusado, con intenciones de causarle la muerte, le realizó una serie de golpes en distintas partes de su cuerpo que le provocaron traumatismos que evolucionaron a un shock hipovolémico que la condujo a la muerte.