Cónclave y la elección del nuevo papa: estos son los pasos a seguir
Ya está definido el comienzo de la reunión secreta en la que se va a definir al nuevo líder de la Iglesia católica. Cómo es el proceso paso a paso.

Es el primer día del cónclave papal para elegir al nuevo papa, y 133 cardenales se encuentran en el Vaticano para emitir sus votos. Cada ronda de votación durará aproximadamente dos horas, ya que cada cardenal emitirá su voto individualmente. Hoy solo se celebrará una ronda de votación, pero durante los próximos cuatro días se podrán celebrar hasta cuatro rondas: dos por la mañana y dos por la tarde.
Si llegamos al final de un cuarto día y todavía no hay un ganador, en el quinto día no habrá votación, para permitir en su lugar la oración, la reflexión tranquila y el debate informal.
Después de esa pausa, la votación se reanudará no más de un día después y continuará durante otras siete rondas antes del siguiente receso.
Si el estancamiento continúa, los cardenales pueden elegir votar entre los dos candidatos principales en la votación inmediatamente anterior; entonces solo se necesitaría una mayoría absoluta.
Sin embargo, es poco probable que la votación se prolongue tanto. Los dos últimos papas, Benedicto XVI y Francisco, fueron nombrados el segundo día de votación. Antes de ellos, Juan Pablo II fue nombrado el tercer día.
Aunque esto sería impensable en la era moderna, el cónclave papal más largo duró casi tres años, desde noviembre de 1268 hasta septiembre de 1271, debido a luchas políticas internas entre los cardenales.
Asi es el paso a paso para votar un nuevo papa:
Distribución de papeletas y selección de roles
Durante la fase previa al escrutinio, los maestros de ceremonias preparan y distribuyen “al menos dos o tres” papeletas a cada cardenal elector. Luego, se sortearán nueve nombres de entre los cardenales electores para actuar como adjudicadores durante cada sesión. Esto ocurrirá una vez por la mañana y otra por la tarde.
Los roles son:
- Los tres primeros nombres seleccionados son los escrutadores, responsables de contar los votos.
- Los siguientes tres son los enfermeros, que recogen los votos de los cardenales que han permanecido en Santa Marta debido a problemas de salud.
- Los últimos tres nombres son los revisores, que revisan los resultados de la votación y verifican los conteos realizados por los escrutadores.
Proceso de votación
Cada día pueden realizarse hasta cuatro votaciones (dos por la mañana y dos por la tarde). La votación se realiza de manera escrita y es anónima. Cada cardenal escribe el nombre de su candidato en una papeleta, la cual dobla y deposita personalmente en una urna sobre el altar.
El “Universi Dominici Gregis” establece que “la papeleta debe ser rectangular y debe llevar en la mitad superior, impreso si es posible, las palabras Eligo in Summum Pontificem (“Elijo como Sumo Pontífice”).
El manual del cónclave de Juan Pablo detalla además que “en la mitad inferior debe haber un espacio para escribir el nombre de la persona elegida; así, la papeleta se hace de tal manera que se pueda doblar en dos”.
Cada cardenal “escribirá de manera legible, en la medida de lo posible con una caligrafía que no pueda ser identificada como suya, el nombre de la persona que elige, cuidando de no escribir otros nombres también”.
El “Universi Dominici Gregis” establece que cada cardenal deberá sostener la papeleta en alto, una vez que haya escrito el nombre y la haya doblado, al llevarla al altar.
En el altar, donde están parados los tres escrutadores, “se coloca un recipiente, cubierto por un plato, para recibir las papeletas”.
“Al llegar al altar, el cardenal elector dice en voz alta las palabras del siguiente juramento: Llamo como testigo a Cristo el Señor, quien será mi juez, que mi voto se da a aquel que, ante Dios, creo que debe ser elegido”.
El cardenal elector “luego coloca la papeleta en el plato, con el cual la deja caer en el recipiente. Habiendo hecho esto, se inclina ante el altar y regresa a su lugar”.
“Después de que todas las papeletas de los cardenales electores sean colocadas en el recipiente, el primer escrutador lo agita varias veces para mezclarlas”.
Conteo de papeletas
Una vez que todos los cardenales han depositado sus papeletas en la urna para ser mezcladas, los cardenales escrutadores las cuentan y leen en voz alta.
El primer escrutador “toma una papeleta, la desdobla, anota el nombre de la persona elegida y pasa la papeleta al segundo escrutador, quien a su vez anota el nombre de la persona elegida y pasa la papeleta al tercero, quien la lee en voz alta y clara”.
También se lee en voz alta para que los cardenales en la Capilla puedan registrar el voto en una hoja de papel.
“Cuando todas las papeletas han sido abiertas, los escrutadores suman la cantidad de votos obtenidos por los diferentes nombres y los anotan en una hoja de papel diferente”.
El último escrutador perfora cada una con una aguja a través de la palabra ‘Eligo’ y la coloca en un hilo.
“Después de que los nombres han sido leídos, los extremos del hilo se atan en un nudo, y las papeletas así unidas se colocan en un recipiente o a un lado de la mesa”.
Suma de votos y verificación de resultados
Tras terminar la votación, los escrutadores suman todos los votos que cada cardenal ha recibido durante la sesión, ya sea la de la mañana o la tarde. Cualquiera que sea el resultado, los revisores deben “verificar tanto las papeletas como las notas hechas por los escrutadores, para asegurarse de que estos últimos han realizado su tarea de manera exacta y fiel”.
Para que un candidato sea elegido papa, debe obtener al menos una mayoría de dos tercios de los votos. Luego, las papeletas se queman en una estufa y se añadirá un producto químico que dará color al humo dependiendo del resultado. Si no hubo elección aquellos que esperan en la Plaza de San Pedro verán humo negro. Pero si se eligió un nuevo papa, el humo que saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina será de color blanco.
Una vez elegido el papa, un cardenal se asoma al balcón de la Basílica de San Pedro y pronuncia la famosa frase: “Habemus Papam” (“Tenemos papa”), seguido del nombre que eligió el nuevo pontífice.