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"Murió en la cárcel, como corresponde": quién fue el Turco Julián, el torturador clave en la última dictadura

memoria, verdad y justicia

Este martes falleció Julio Simón, represor conocido como "El Turco Julián”. Fue un conocido torturador durante de la última dictadura cívico-militar en Argentina, actuando en la Policía Federal. Fue una pieza clave en la maquinaria represiva que secuestró, torturó y desapareció a miles de personas.

  • 25 Mar 2025 - 19:19

Foto: NA




Este martes falleció Julio Simón, represor conocido como "El Turco Julián”. Fue un conocido torturador durante de la última dictadura cívico-militar en Argentina, actuando en la Policía Federal. Fue una pieza clave en la maquinaria represiva que secuestró, torturó y desapareció a miles de personas.

Operó en los centros clandestinos de detención "El Olimpo" y "Club Atlético", ambos ubicados en Buenos Aires. Estos sitios, camuflados en la ciudad, funcionaron como espacios de terror donde miles de detenidos desaparecidos fueron sometidos a torturas y, en muchos casos, asesinados.

Los testimonios de sobrevivientes describen a Simón como un torturador despiadado, conocido por su brutalidad y por exhibir simbología nazi en su vestimenta y en las salas de tortura, lo que denota su ideología de odio y violencia.

“Murió un símbolo de la impunidad y de los alcances de nuestra incansable lucha por la memoria, la verdad y la justicia”, destacó Miguel D’agostino esta tarde, cuando la noticia sobre la muerte del represor que lo torturó salvajemente a modo de bienvenida en el centro clandestino conocido como “Club Atlético” fue confirmada.

En 1995, Julián apareció en un programa televisivo admitiendo su participación en torturas y asesinatos, ofreciendo un testimonio escalofriante de la sistematicidad del plan represivo. Sus declaraciones no solo confirmaron las denuncias de las víctimas, sino que también dejaron en evidencia la magnitud del aparato de exterminio estatal.

“Era imposible no saber que el Turco andaba por ahí. Por su voz, por su impronta, era omnipresente”, recordó D’agostino, sobreviviente del Atlético y voz fundamental para la reconstrucción de la represión en ese campo de concentración.



Hincha de Boca, usual conversador con sus víctimas, “estaba constantemente allí, iba voluntariamente más allá de los días que le tocaba de guardia”, sumó, además de detallar que “los golpes de puño, con palos, con cadenas” eran “el método de tortura preferido” del genocida; que “ostentaba su ideología nazi” y que muchos secuestrados padecieron especialmente su ideología antisemita”. Sobrevivientes contaron como empaló víctimas en la tortura, ha sido acusado de abuso sexual y violación.

En 2005, fue condenado a 25 años de prisión por la detención ilegal y torturas a José Poblete y Gertrudis Hlaczik, así como por el secuestro y apropiación de Claudia Poblete, su hija, en ese entonces era una beba de ocho meses. Años después, fue sentenciado a 23 años de prisión en la causa ‘Batallón 601’, en la que se investigaban secuestros, torturas y desaparición forzada de personas, entre los años 1979 y 1980.