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Juntos por el candidato de Milei y el lobby sionista: Manzur y Beatriz Ávila operan en el senado para sentar al juez Lijo en la Corte Suprema de la Nación

NEOCOLONIALISMO

Los diarios Clarín y La Nación dan cuenta que los senadores tucumanos Beatriz Ávila y Juan Manzur "operan" (SIC) y llevan adelante un trabajo coordinado en el Senado para la designación de Ariel Lijo en la Corte Suprema. Ávila facilitó el dictamen para el tratamiento del pliego, mientras que Manzur opera entre senadores peronistas para alcanzar los dos tercios de votos necesarios. El magistrado cuenta con el respaldo de Israel y la DAIA, y ha sido elegido por Javier Milei para integrar el máximo tribunal del país.

Juez federal Ariel Lijo con el ministro de la Diáspora y la Lucha Antiterrorismo israelí, Amichai Shikli.





La reciente firma del dictamen de la Comisión de Acuerdos que recomienda la designación de Ariel Lijo como ministro de la Corte Suprema de Justicia ha reavivado las especulaciones sobre los acuerdos políticos y judiciales detrás de esta nominación. Según La Nación, el exgobernador tucumano Juan Manzur opera para Lijo en senado y tomó un rol clave en la estrategia para garantizar los votos necesarios y destrabar el pliego del magistrado. Lijo es una de las dos figuras elegidas por el presidente Javier Milei para cubrir las vacantes en la Corte Suprema, junto a Manuel José García-Mansilla, según Infobae.

Los senadores tucumanos Beatriz Ávila y Juan Manzur, a pesar de militar en espacios políticos aparentemente opuestos, han desempeñado roles complementarios en la estrategia para sentar a Lijo en la Corte Suprema. Ávila, aliada del macrismo y ahora de Milei, firmó el dictamen de la Comisión de Acuerdos, lo que permitió que el pliego del juez llegara al recinto para su votación. Mientras tanto, Manzur, exgobernador y exjefe de Gabinete peronista, negocia activamente con senadores para alcanzar la mayoría especial de dos tercios requerida para la designación.

Según Página 12, Manzur articuló apoyos entre senadores peronistas que, hasta hace poco, respondían a la conducción kirchnerista. Tres figuras ya se alinearon en el dictamen favorable: la catamarqueña Lucía Corpacci, el sanjuanino Sergio Uñac y la santiagueña Claudia Ledesma Abdala. Sin embargo, los esfuerzos del exjefe de Gabinete no se detienen ahí, ya que estaría negociando con otros legisladores para asegurar el umbral de los dos tercios necesario en la votación final.

El silencio de Cristina Fernández de Kirchner y su entorno añade incertidumbre a la definición. Sin un pronunciamiento público, se especula que la estrategia del peronismo podría ser habilitar la votación sin asumir costos políticos directos.

El respaldo del lobby sionista

Uno de los aspectos más llamativos en torno a la candidatura de Lijo es el respaldo explícito de sectores de poder con influencia internacional. En julio de 2024, medios israelíes como Israel Hayom elogiaron su papel en la causa AMIA y su supuesto compromiso con la lucha contra el antisemitismo. En ese mismo contexto, el magistrado se reunió en Buenos Aires con el ministro de la Diáspora y la Lucha Antiterrorismo de Israel, Amichai Shikli, en el marco del 30° aniversario del atentado a la mutual judía.

Poco después, Lijo protagonizó un fallo sin precedentes en la jurisprudencia argentina: ordenó la eliminación de una acepción discriminatoria de la palabra "judío" en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) y dispuso el bloqueo del portal web de la institución en Argentina hasta que se cumpliera su resolución. La DAIA y otros sectores de la comunidad judía respaldaron la decisión, consolidando un alineamiento entre el juez y estos sectores de influencia.


Ariel Lijo y su historial en Comodoro Py

Más allá del respaldo político y diplomático, la postulación de Lijo está marcada por una serie de impugnaciones que fueron ignoradas en la Comisión de Acuerdos del Senado. Su trayectoria como juez federal de Comodoro Py lo ha convertido en una pieza clave en la estrategia de dilación y archivo de megacausas de corrupción que involucran a distintos gobiernos argentinos en los últimos 20 años.

En dos décadas al frente del Juzgado Federal N°4, Lijo sólo 14 causas fueron elevados a juicio oral (15,7%) sobre 89 expedientes de corrupción a su cargo, Investigaciones clave como las de YPF, Correo Argentino y la Fundación Messi han quedado virtualmente paralizadas en su despacho.

En 2014 procesó al vicepresidente Amado Boudou en la causa Ciccone.

Además, Lijo llevó adelante también la investigación de irregularidades en la causa AMIA, en la que mandó a juicio oral a Carlos Menem, al ex jefe de la SIDE Hugo Anzorreguy y al ex juez Juan José Galeano.

En la actualidad, tiene la denuncia contra la ex titular de AYSA, Malena Galmarini -esposa de Sergio Massa, por supuestos sobreprecios en la compra de camionetas para la empresa estatal. También, tiene una denuncia en su contra en la comisión de Disciplina del Consejo de la Magistratura. Y es uno de los que el gobierno de Javier Milei propone para integrar la Corte.