"La puta madre que los parió": Asunción, la jubilada tucumana que reveló qué le hicieron
Asunción cobra la mínima y su calvario en el PAMI causa indignación. Los testimonios más crudos en el móvil de Franco Carletto en latucumana.
Asunción, la cara del calvario que sufren los jubilados.
El calor en Tucumán es insoportable y nuestros jubilados y jubiladas salen de sus casas, esperan el colectivo, miran la vida que se les va a través de una ventanilla sucia y bajan en la parada cerca del PAMI. Cuando llegan, se suman a la fila de personas que reclaman dónde están sus pastillas para la presión, quién tiene sus estudios del corazón, cómo hay que llenar una declaración jurada, qué tienen que tomar si no les dan los medicamentos para seguir vivos.
Asunción es una de las jubiladas afectadas que pone en palabras lo que le están haciendo y solo genera indignación: “Me hice todos los estudios en Luz Médica, estudios de tiroides, de corazón, de todo. Cuando fui a buscarlos, me dijeron que fui trasladada al Pasquini. Cuando vuelvo a preguntarle al médico cómo hago el traslado, me dice que me lo tienen que solucionar en el PAMI: ‘Tenés que hacer el cambio del sanatorio en el PAMI’, me dice. Me han dado el turno para el miércoles de la semana que viene. Yo quiero saber los resultados de mis estudios, pero tengo que esperar hasta la semana que viene. Sufro muchísimo, señor”.
La catarsis de Asunción es total. Se agita cuando habla y le hace mal agitarse. Le hace mal a su salud, a su presión, a su corazón, a su estómago hecho un nudo. Lo dice ella misma: “No puede ser, señor. Mucha burocracia hay acá. Les pregunto a los que nos hacen esto: ‘¿Usted no ha llegado a viejo?’. La puta madre que los parió”.
El subsidio a los medicamentos implicaba un pequeño alivio a los bolsillos rotos de los jubilados y jubiladas que sobreviven en esta Argentina: “El diazepam me lo da el PAMI, pero el que tomo para el estómago y me lo sabían dar ahora, lo tengo que pagar 5500 pesos. A eso sumele el Tafirol de 1 gramo que también ya lo han sacado. ¿Y? ¿Qué te queda para comer? Vivo sola, cocino y me queda comida para dos o tres días nada más. Fruta puedo comer una sola vez. No puedo comer banana (que tengo que comer), manzana no puedo. Le digo la verdad: no me alcanza”.
“Voy a seguir luchando porque esto no puede ser. Mi hijo el mayor me dice: ‘Preguntá, mamá, cuánto cuesta por particular'. Pero no es el tema. Si a mí me están descontando de la obra social. Mi hijo también tiene su familia. Lo mismo que con los impuestos. Si usted no paga los impuestos, le quitan la casa. Y como está la mano, eso puede pasar en cualquier momento”.
Pero Asunción no es la única, claro. Los jubilados y las jubiladas se arriman al móvil de Franco Carletto para contarles lo que les pasa: “Tengo artritis reumatoidea y artrosis cervical. Cuando fui a buscar los medicamentos, no aparece ninguno en el sistema. Son seis medicamentos los que tomo. Cobro la mínima de 200 y algo y no me alcanza. Para recibir la cobertura de medicamentos tengo que presentar una declaración jurada. Tengo que llevarle la declaración jurada a la doctora para que me lo llene en la Banda del Río Salí, supongo. Y sin los medicamentos no puedo andar sola. Me caigo, me mareo. Si no me dan los medicamentos voy a ir a la Casa de Gobierno”.
“¿Sabe para cuándo tengo turno? Recién para el 8 de enero. Y hasta que estén los medicamentos, ya tomo cualquier cosa. Para los dolores tomaba algo más fuerte y ahora tomo un tafirol o un ibuprofeno, para el estómago unas gotitas. Tengo una hija con síndrome de Down no vidente de 39 años que no cobra la pensión por discapacidad desde que nació”, expresó otra jubilada tucumana y su marido agregó: “Mi hija cobra el salario mínimo de acuerdo a mi sueldo. Yo salía y volvía de noche. Lo mismo con la luz: antes pagábamos 80 mil pesos y ahora el doble. El mes pasado nos llegó 300 de luz. Así nos tienen”.
¿Qué hace una jubilada que no recibe los medicamentos? “Me pongo una pomadita y me voy a la cama porque me mareo y me golpeo. Así deberé estar hasta el 8 de enero, cuando tengo el turno”.
“Nos han quitado todo. No tengo sueldo para pagar los remedios. Al Gobierno le pido que nos ayuden. ¡Cuídennos! Si es plata nuestra, señor. Ayer fui a la farmacia y la cuenta era de 50 mil pesos. No tengo, no me alcanza. Con 75 años trabajo en la casa haciendo comida para vender. Trabajé 12 años en una fábrica y cobro la mínima. ¿Le parece justo?”, agregó otra señora en la vereda del PAMI.
Los testimonios en vivo para latucumana de mañana indignaron a Ana Pedraza y a Gabriel Sanzano: “Esto es desgarrador. Yo tengo a mi madre que tiene la misma enfermedad que la señora que hablaba recién y sé el dolor que genera esa enfermedad. ¿Tan complicado tiene que ser todo para nuestros viejos? Laburaron toda su vida, los negrearon, y los tienen de un lado a otro. ¿Tan complicado hay que hacerles las cosas a nuestros viejos? Hay gente que se deja morir ante esto. ¿Cuál es el objetivo de hacerles tan complicadas las cosas? ¿Quieren que se mueran todos los vivos?”.
Gabriel, por su parte, expresó: “No hay un sector que esté bien en la Argentina. Bah, alguno habrá. Pero los jubilados seguro que no. Recién leía un comentario: ‘Milei dijo desde el día uno que no hay plata’. Pero oro para mandar a Inglaterra hay, para pagar adelantada la deuda hay, para las fotitos con los famosos millonarios hay. Pero para el remedio de la presión de un jubilado no hay”. Mirá el informe completo: