Video: artista monteriza que baila flamenco en España fue sorprendida por Juan Falú
"Eras, mi tempranera": Una tucumana que baila en Sevilla fue homenajeada por el maestro Juan Falú, y también invitada a bailar con él.
En una jornada cargada de emociones y reencuentros inesperados, Daniela Vera Rodríguez, una talentosa bailarina de flamenco de Monteros, y que emigró a España siguiendo su propio sueño, vivió un momento inolvidable en las calles de Sevilla. La artista se encontraba realizando su espectáculo en los Jardines de Murillo, junto a su grupo “Flamenco de Ida y Vuelta”, una compañía compuesta principalmente por migrantes, cuando sucedió lo impensado.
El cuadro flamenco, formado ese día por dos bailarinas argentinas, una cantante catalana y un guitarrista japonés, se encontraba en plena actuación cuando Daniela, al levantar la vista luego de una sevillana, se encontró con una figura familiar en el público: el célebre guitarrista tucumano Juan Falú, acompañado por la reconocida cantante española Silvia Pérez Cruz.
"La conexión fue instantánea", dijo Daniela a MONTERIZOS, tras contar el hermoso momento vivido. "Juan dijo que veía en mis movimientos el espíritu de la chacarera y un aire familiar que le recordó a su tierra", rememora Vera. "Eso le decía a Silvia, mientras me veía bailar y lo repitió luego delante mío. "Ahí fue cuando ocurrió la magia del maestro".
"Éramos dos paisanos encontrándonos, yo llorando, Silvia llorando. y bueno, eso se tradujo que Juan exclamó que tenía que cantar tocar una zamba a mi paisana a la tucumana, y pidió prestada la guitarra a Andy, mi compañero japonés, en ese momento le digo yo soy de Monteros y el con asombro respondió un ¡No no no, como diciendo no creer y tocó para todos La Tempranera"
No tan solo quedó ese momento inmortalizado, sino que Falú y Cruz, invitaron a todo el grupo de manera a especial a presenciar el espectáculo que los llevó a Sevilla. En medio del show, el guitarrista argentino contó la anécdota y pidió el aplauso para ellos.
Un encuentro mágico en tierras sevillanas dejó una marca indeleble en todos los presentes, un recordatorio de que el arte y las raíces compartidas tienen la capacidad de unir corazones más allá de las fronteras.
FUENTE: MONTERIZOS.COM.AR