"Ingresó caminando y me lo entregaron en un cajón": el pedido de justicia de una mamá a ocho años de la muerte de su hijo

Se cumplen ocho años de la muerte de Matías Juárez, el niño que tenía 8 años cuando falleció luego de una operación de amígdalas en el Sanatorio San Lucas. Su familia denuncia mala praxis y exige justicia.

Matías Juárez tenía tan solo 8 años cuando ingresó al sanatorio San Lucas por una operación programada de amígdalas y terminó perdiendo la vida. Esta calurosa mañana de este viernes 25 de octubre, a ocho años del fallecimiento de Matías, su mamá, María Luna y toda su familia se encuentran en la puerta del sanatorio para exigir justicia. 

En ese mismo lugar estuvo presente el periodista de exteriores, Franco Carletto, y escuchó el doloroso relató de María: “Hace ocho años Matías ingresó caminando a este sanatorio, en donde me dijo ‘Mamá no te olvides de comprarme el helado’. Matías ingresó para mejorar la calidad de vida, ingresó por esa puerta y me lo han entregado por la puerta del garaje en un cajón”.

Matías ingresó al sanatorio el 20 de octubre de 2016, con los prequirúrgicos realizados de manera correcta: “El médico me dijo que me quede tranquila, que era una operación rápida, que en 30 minutos Matías ya iba a salir del quirófano. Eso nunca sucedió, pasó una hora y Matías salió del quirófano gritando diciéndome ‘Mamá ayúdame, mamá no puedo abrir los ojos’. Matías estaba helado, estaba pálido, no podía abrir los ojos, lo llevaron directamente a la terapia porque no reaccionaba y supuestamente tenía un cuadro de broncoespasmo, que eso nunca existido, mi hijo había perdido sangre en el quirófano y el motivo de la demora supuestamente de la cirugía era por un punto que no se estaba pudiendo suturar”.

María cuenta que en el marte médico figura un paro cardiorrespiratorio producto de un ACB isquémico, producto de los tres sangrados. “Si ellos lo hubieran ingresado nuevamente al quirófano, hoy mi hijo hubiera estado vivo, pero lo han subestimado al sangrado. Matías sangraba y, en vez de pararlo, le reponía el volumen de sangre y eso lo ha producido el ACB isquémico y cinco días después fallece, un 25 de octubre”, afirma.

En estos ocho años, María ha tocado las puertas de la justicia en búsqueda de respuestas: “Ninguno reconoce que hubo mala praxis”. “Yo voy a seguir luchando, quiero juicio oral y público, que la justicia deje de garantizarle los derechos al asesino porque es como si fuera que nosotros somos los delincuentes y ellos son las víctimas”, manifestó.

 A mi me hubiera gustado que mi hijo este vivo, no pedir que mi hijo descanse en paz y justicia por él, pero ya nadie me lo va a devolver.