Las contradicciones de la defensa de Cerisola, los planos que nadie buscó y el sainete judicial al desnudo
La abogada Silvia Peyracchia reveló que la querella que paga la Universidad no aportó los planos de la Ciudad Universitaria como prueba en el juicio, y confirmó que los mismos son "el quid de la cuestión". También sostuvo que "Cerisola no estaba obligado ni desobligado" a firmar el acta que promovieron Rodolfo Campero y Mario Marigliano desde YMAD que declaró a la UNT satisfecha en su derecho de recibir los fondos para el campus de San Javier.
Juan Alberto Cerisola y Silvia Peyracchia. (Foto: eltucumano)
Silvia Peyracchia, abogada del ex Rector de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) Juan Alberto Cerisola, brindó una entrevista a Gabriel Sanzano en FM LATUCUMANA 95.9 donde volvieron a quedar expuestas las contradicciones de la defensa del exjefe de la UNT en la causa que investiga el desfalco de los fondos de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD) que por Ley 14.771 debían y deben destinarse a construir la Ciudad Universitaria de San Javier, un sainete judicial tendiente al encubrimiento desde la no-investigación del fiscal federal Carlos Brito.
La abogada de Cerisola sigue sin poder explicar qué pasaba si el ex Rector se negaba a firmar el acta del 2 de enero de 2008 donde la UNT se declaró "satisfecha" en su derecho de percibir el 40% de las utilidades líquidas y realizadas de YMAD para construir -según indica la Ley 14.771 de creación del propio ente minero- la Ciudad Universitaria de San Javier y no ninguna otra: vale recordar que, según el ex Rector, la Ciudad Universitaria sí existe y es la propia ciudad de San Miguel de Tucumán.
El diario eltucumano.com ya le preguntó a Peyracchia si Cerisola estaba obligado a firmar el acta que -tal como reveló eltucumano- ya había sido redactada con antelación en el acta Nº498 del directorio de YMAD, donde los ex Rectores Rodolfo Campero y Mario Marigliano -ya fallecido- promovieron que la Universidad –cuyos intereses debían defender y representar- se declare satisfecha en un derecho garantizado por la propia Ley 14.771 a recibir el 40% de las utilidades para construir su Ciudad Universitaria.
"Terminada" la Ciudad Universitaria, los millones de la minería pasaban a ser de libre disponibilidad del Rectorado, y fue Cerisola el primer benefactor de esa "reducción de utilidades", aunque el propio Marigliano tras firmar un contrato con Minera Alumbrera Ltd. ya había cobrado anticipos de utilidades mediante un fideicomiso destinado a obras como el Museo de la UNT (MUNT) que ya se estaban ejecutando por administración; se sospecha que esos fondos se destinaron en realidad a financiar su candidatura a gobernador en 2007.
La abogada de Cerisola ya dijo semanas atrás que el ex Rector "no se podía oponer" a firmar el acta con YMAD aquel fatídico 2 de enero de 2008. En su declaración indagatoria, el propio Cerisola insistió con que estaba "obligado" a firmar el acta que a su criterio es "un recibo" del cobro de la última remesa dineraria por el 40% de las utilidades líquidas y realizadas a la UNT; si el Rector no firmaba, se entiende, dejaba de cobrar en ese momento $36 millones a los que accedió por rubricar aquel "instrumento".
En la entrevista en FM LATUCUMANA, Peyracchia ratificó que "Cerisola no estaba obligado ni desobligado, no tenía parte en esa decisión. Si no firma el recibo, no recibe la plata".
Así, de una semana a otra, Cerisola pasó de estar obligado a no estar “obligado-ni desobligado”, y hasta se lo presenta como un héroe que “logró que le dieran más plata que la correspondía porque al momento de empezar a distribuir plata fuerte ya no le pertenecía a la Universidad el 40%”.
Mandante – mandatario: ¿Quién es el jefe?
Uno de los ejes del sainete judicial es el debate en torno al rol de los directores por la UNT ante YMAD, si actúan con autonomía o si deben responder a la Universidad en la que se formaron, de la que fueron Rectores y que se supone como universitarios deben defender.
Para Cerisola y su defensa, Campero y Marigliano tomaron una decisión "legítima" y que es "definitiva, autosuficiente y ejecutoria adoptada por el ente minero". Peyracchia recordó en la entrevista que el fiscal federal Carlos Brito tras su investigación de 10 años decidió que Campero sea sobreseído.
“Cuando el Dr. (Fernando) Poviña insta a Brito y a la Universidad a que diga qué va a hacer con Campero, dijo (Diego) Lamoglia el querellante: “A mí no me han dado instrucciones para querellar a Campero y Marigliano”. El fiscal dijo ‘si usted entiende que es responsable investigue usted’. No debería haber ningún acusado, si quiere investigar debe llamar a todos a la investigación. Campero no es culpable de nada, toman bien esa decisión, fue legítima la decisión de YMAD”, remató Peyracchia.
El llamado Informe Aceñolaza, presentado al finalizar su mandato en YMAD por Florencio Aceñolaza -recientemente fallecido- indica que "el Rector el 18/03/08 instruyó a nuestros representantes en YMAD para que con los dineros de las utilidades se constituya un Fondo Nacional con el 20% que habría que entregarse al resto de las Universidades Nacionales de manera igualitaria (nota del Rector nº 032-08)".
Los lectores pueden descargar el Informe Aceñolaza completo al final de esta nota.
De allí se desprende que Campero y Marigliano respondían a Cerisola y juntos son artífices del contubernio que despojó a los tucumanos y a la UNT de su Ciudad Universitaria.
Peyracchia sostuvo que “las decisiones que tome YMAD no son ad referéndum de la Universidad y de Catamarca” y que Cerisola firma “cheques en base a la última distribución y reproduce esa decisión anterior que ya fue anterior, completa, autosuficiente, definitiva”.
Mónica Huerta de Labastida se desempeñaba como Secretaria de Planeamiento y Obras de Cerisola, y fue a quién le ordenó en cuestión de días que presente un “nuevo concepto” de Ciudad Universitaria que llamaron “La Ciudad Universitaria del Siglo XXI”, y reemplazaron al campus de San Javier por una serie de obras menores valiéndose de un dictamen de la dirección de Asuntos Jurídicos, a cargo de Augusto González Navarro.
El informe de la comisión investigadora creada en 2015 para investigar el destino de los fondos de YMAD de la propia UNT, Labastida aseguró que desde YMAD “presionaban” a la UNT para dar por terminado el reparto del 40% y declarar terminada la Ciudad Universitaria que ordena construir la Ley 14.771. Instada a detallar cómo se ejercía esa presión, respondió: "El doctor Campero habló con nosotros".
“Nosotros decimos la decisión de YMAD es legítima, Campero y Marigliano toman bien la decisión. Era el momento de repartir a las otras Universidades del país: la UNT no tenía un derecho eterno al 40%, eso se pensó en momento determinado: tenía que contribuir a concluir los planos aprobados a la época de la ley, en el año 1958”, indicó.
Los planos que nadie buscó y un tecnicismo para no cumplir con la Ley
En mayo de 2023, eltucumano localizó los planos de la Ciudad Universitaria en la Planoteca de la Secretaría de Planeamiento y Obras. Ni Cerisola al momento de recibir los fondos para construir la Ciudad Universitaria "conforme a los planos aprobados" ni ninguno de sus antecesores ni predecesores jamás los buscaron.
El Rector Sergio Pagani anunció la creación de una comisión ad hoc para analizar los planos cuyas conclusiones se mantienen en secreto y prometió además digitalizarlos para que estén al alcance de toda la comunidad universitaria, que sigue esperando. La defensa de Cerisola reclama ahora que el Rector sea el primero en declarar en el reinicio de las audiencias, al ser el impulsor de la querella: "El ingeniero Pagani va a tener que sostener si es viable o inviable el proyecto y si es inviable, porqué querella a Cerisola”, arremetió, citando justamente un artículo publicado en el diario eltucumano.
Ahora, la defensa de Cerisola pretende pasar por alto el hecho de que nunca se buscó los planos o que se pudo haber destruir los mismos para no cumplir con la Ley, poder así declarar terminada la Ciudad Universitaria y acceder a los fondos de libres disponibilidad.
“¿Cuáles son los planos de la Ley 14.771? Si hay planos, nosotros no los tenemos como pruebas. Nosotros somos la defensa", se excusó Peyracchia, y expuso que la querella universitaria a cargo de Rodolfo Tercero Burgos -múltiple agente del Saabismo de oscuro rol en la Justicia Federal, loobysta de La Gaceta y denunciado por abuso sexual- no pidió incorporarlos como prueba. Tampoco la Fiscalía.
"¿Por qué la UNT por medio de su representante judicial no ha incorporado esos planos al proceso? El Ministerio Público Fiscal tiene poder de traer prueba, no los pidió. Si los planos aprobados de la ley existieran efectivamente en la Universidad ya los hubieran agregado al juicio la propia querellante, la Universidad. En el juicio esos planos aprobados no están y si no están es que no existen”, disparó.
Vale señalar que los planos siempre estuvieron bajo custodia de funcionarios de la UNT que responden al sempiterno secretario general José Hugo Saab, influyente jefe de la burocracia universitaria desde hace décadas, cuya detención incluso fue solicitada dos veces por el fiscal federal general Gustavo Gómez. Ahora, convenientemente, se sostiene que “no existen” los planos sino otros planos que no serían esos planos.
La defensa de Cerisola sostiene que la Ley 14.771 establece la distribución de las utilidades líquidas y realizadas de YMAD pero que eso no significa que la UNT deba con esos fondos construir la Ciudad Universitaria, cuando el artículo 18 inciso b) reza: "El cuarenta por ciento (40%) restante será destinado para la terminación de la ciudad universitaria, conforme a los planos ya aprobados".
“La Ley 14.771 no manda a construir una Ciudad Universitaria. La ley dice ‘nosotros como entidad, vamos a distribuir a ustedes el 40% para la conclusión de la Ciudad Universitaria conforme a planos aprobados’. No la manda a construir, la Ley crea la obligación de YMAD de distribuir pero no de la Universidad de construir la Ciudad Universitaria. Los fondos que llegaron con el reparto del 40% se han aplicado a obras", aseveró Peyracchia.
"Los planos aprobados no están, ese es el quid de la cuestión. Cerisola logró que le dieran más plata que la correspondía porque al momento de empezar a distribuir plata fuerte ya no le pertenecía a la Universidad el 40%. Eso es un logro de su gestión: la Ley 14.1771 no obliga a la Universidad a construir la Ciudad Universitaria. ¿Qué tiene que ver con la Ley con la Universidad? Los fondos tenían una aplicación determinada y se aplicaron a las obras”, justificó la abogada.
Si "el quid de la cuestión" son los planos, y la UNT y la Fiscalía no los presentan como pruebas, el sainete está al descubierto.
El Informe Aceñolaza
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La entrevista completa a Silvia Peyracchia en FM LATUCUMANA:
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