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La Fundación Miguel Lillo se suma a la recuperación del abandonado Lago San Miguel

EN MARCHA

Para planificar acciones conjuntas, la intendenta Rossana Chahla recibió este viernes la visita de expertos de esa institución científica. “La mejor manera de resolver la situación del lago es mediante un trabajo conjunto, con la colaboración de expertos y científicos tucumanos”, expresó la jefa municipal.





La Municipalidad de San Miguel de Tucumán contará con la colaboración plena de expertos de la Fundación Miguel Lillo para llevar adelante el plan de recuperación del Lago San Miguel del Parque 9 de Julio, que desde hace tiempo se ve afectado por una invasión de algas que cubren gran parte de su superficie.

Para comenzar a delinear las acciones conjuntas a implementar a los fines de resolver esta problemática, la intendenta Rossana Chahla recibió este viernes la visita de profesionales de esa prestigiosa institución, encabezados por su director científico, el doctor David Flores. De la audiencia, que se realizó en la sede municipal de 9 de Julio y Lavalle, participaron la secretaria General, Camila Giulliano, el secretario de Servicios Públicos, Luciano Chincarini, y el director del Parque 9 de Julio, ingeniero Manuel Ángel Díaz. También estuvieron presentes las doctoras María Taboada, directora del Área Integrativa de la Fundación Lillo y especialista en algas, y Soledad Bustos, quien está al frente del Instituto de Aguas Continentales del organismo.


“El Lago se va a recuperar de la mejor manera, respetando la flora y la fauna, con la colaboración de expertos y científicos tucumanos de la Fundación Miguel Lillo”, expresó la intendenta.

La jefa municipal informó que, además de las tareas de mantenimiento y limpieza del Lago San Miguel que viene realizando el Municipio, se encararán trabajos con un enfoque científico para resolver el tema de las algas que cubren su superficie cuidando todo su ecosistema. “Se va a trabajar en lo académico, con grandes científicos y especialistas que llevan mucho tiempo analizando las algas, para ver si tienen que estar o no, y también con especialistas en peces, para cuidar toda la fauna y la flora de este lugar emblemático que tenemos en la ciudad”, subrayó.

Por su parte, el director científico de la Fundación Lillo, David Flores, resaltó que de la audiencia participaron “miembros del Instituto de Vertebrados y del Laboratorio de Ecología de Aguas Continentales, que son expertos que ya trabajaron anteriormente en el Lago del Parque 9 de Julio y que van a aportar ideas y sugerencias para resolver los problemas actuales que afectan a este espacio”.

El académico agregó que en la reunión también se abordaron otras problemáticas de interés común referido a lo ambiental, a los espacios verdes y al ordenamiento territorial en San Miguel de Tucumán. “Este es el puntapié inicial para la de sinergia institucional muy positiva”, resumió Flores.

Inicio de los trabajos

La semana pasada iniciaron los trabajos de limpieza del emblemático Lago San Miguel, en Parque 9 de Julio. Más allá de la basura flotando en la superficie, la problemática principal son las algas que se generaron a lo largo de todo el espejo de agua, producto de la falta de mantenimiento y tratamiento de las aguas por años abandonadas.

Este viernes, el periodista Franco Carletto atestiguó una nueva jornada de trabajo de empleados municipales de Servicios Públicos, área encargada de la recuperación de uno de los grandes símbolos dentro del principal pulmón verde que tiene San Miguel de Tucumán.


En el lugar estuvo presente Luciano Chincarini, secretario de la mencionada repartición. Al respecto, señaló: “Hoy estamos en una etapa de mantenimiento integral, con la cosecha manuel y mecánica selectiva de las algas, pero hay que tener en cuenta que son seres vivos vegetales que pueden coexistir con el ecosistema, lo que estamos haciendo es balanceando y equilibrando con una limpieza integral del lago”.

Chincarini también hizo referencia a la recomendación de científicos de la Fundación Miguel Lillo, quienes hicieron especial hincapié en la falta de higiene de quienes suelen visitar el espejo de agua. “El principal problema es el residuo y tiene que ver con la responsabilidad ciudadana”, enfatizó.