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"Ya de este sitio del infierno no queda nada": la decisión de la abuela de Benjamín tras el hallazgo de su cuerpo

conmoción

La periodista Mariana Romero informó que la vivienda en Atahona, donde el pequeño residía con sus progenitores, fue destruida luego de que sus restos fueran encontrados cerca de una laguna de la zona.

La vivienda donde Benja vivía con sus padres, fue destruida por una de sus abuelas.-





Tras un año desaparecido, ayer  miércoles 27 de marzo, en horas de la tarde, fue hallado el cuerpo de un niño en la localidad de Ensenada, a pocos kilómetros de la residencia en donde Benjamín vivía junto a sus padres y dos hermanos. Si bien resta determinar la identidad a partir de muestras de ADN, los investigadores encontraron coincidencias con las características del menor desaparecido desde aproximadamente un año.

 "El cuerpo tiene todas las características de Benjamín, está dentro de una bolsa envuelto en una sábana, es la información que podemos dar, la familia está aquí en el lugar", anunció el periodista Franco Carletto de eltucumano, apostado desde en el lugar de los hechos, donde horas antes habló con las abuelas del niño, que al no tener noticias sobre su nieto, decidieron realizar la denuncia que derivó en el hallazgo. 

Este jueves, la periodista Mariana Romero, que la vivienda en la que el menor habría sido asesinado y enterrado por uno de sus padres, fue destruida durante la noche por una de las abuelas del pequeño. 

“De esta casa ya no queda nada. Tras el hallazgo ayer del cuerpo de Benja, su abuela se quedó toda la noche en el lugar. Quemó todo lo que recuerde ese horror y rescató lo que pudo para los hermanitos. Ya este sitio del infierno no queda nada”, escribió en su cuenta de Twitter la periodista, que ayer también estuvo cubriendo los rastrillajes.


La investigación sobre el paradero de Benja empezó a raíz de la denuncia de sus abuelas, tanto materna y paterna, al percatarse de que nunca iban a las visitas y las fotos que les enviaban eran siempre las mismas. Luego, uno de los hermanitos de Benja le contó a su tía que Benja estaba muerto, ahí se encendieron todas las alarmas.

“Siempre tuve el contacto por teléfono. Cuando parecía que el chiquito no estaba, cuando ya había desaparecido, yo pedía, no sé por qué será intuición de abuela, pero yo pedía que me manden fotos y siempre me mandaba la misma foto. Después, cuando el más grande fue a la casa de mi hija y dijo que me contarán que Benjita había muerto, y cuando mi hija lloraba le dice ‘no tía, lo llevaron al hospital’. Entonces yo empecé a averiguar en el hospital, pero no. Cuando yo hice la denuncia el oficial hablaba con la madre, pero ella no lo negaba, negaba la existencia del bebé. Entonces yo fui a Archivos y llevé el acta de nacimiento e hice ver que, si existía”, contó ayer Mercedes Luna sobre el inicio de esta sospecha.

La última vez que Mercedes vio a su nieto Benja tenía poco más de dos años. Sobre la situación de violencia que vivían sus nietos, asegura que nunca le contaron esas cosas. “Era un amor, una preciosura, mi yerno le decía Pirulin y cuando le decía Pirulin él se reía y corría”, dice al recordar a Benja.

En medio de la entrevista, Mercedes rompió en llanto: “Yo no sé lo que le ha pasado a mi hijo. Porque cuando él era grande y se enfermaba iba a mi casa y yo acariciaba, lo abrazaba, estaba en la cama y lo besaba, y yo no sé lo que le ha pasado para hacer eso con esa criaturita”. Y cuenta sobre su carácter: “Era muy nervioso, cuando hablábamos por teléfono y él se ponía nervioso, yo lo bloqueaba”.

Luego, reveló una conversación que tuvo con su hijo tras la denuncia: “Me llamó de la comisaria, y ese día le digo ‘¿dónde está Benjita?’ Y me dice ‘Ma quiero que me ayudes a salir, ayúdame a salir y después te lo entrego a Benja’, y yo le dije ‘No, entrégamelo a Benja y después te ayudo’”.