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Alperovich, por primera vez en el banquillo de los acusados: "Es falso que yo buscaba estar a solas con ella"

ESCÁNDALO NACIONAL

El ex gobernador de Tucumán declaró en el inicio del juicio por abuso sexual de su sobrina segunda y ex secretaria privada. "Quiero la verdad, esto me mató", aseguró, y le pidió al juez Ramos Padilla que "preste atención a las pruebas".

José Alperovich. Foto: Franco Fafasuli, tomada de Infobae.





Este lunes comenzó el juicio oral contra José Alperovich por abuso sexual y violación de su sobrina segunda y ex secretaria privada. El ex gobernador de Tucumán se sentó por primera vez en el banquillo de los acusados para responder por los nueve abusos ocurridos en Puerto Madero y en Tucumán: "Es falso que yo buscaba estar a solas con ella", afirmó el ex senador, quien también le pidió al juez Juan Ramos Padilla que "preste atención a las pruebas". "Quiero la verdad, esto me mató", manifestó.

Alperovich se sentó ante el Tribunal Oral en lo Criminal 29 de la Ciudad de Buenos Aires ubicado en Paraguay al 1500 para la primera audiencia del juicio oral. El juez Ramos Padilla declaró abierto el debate e invitó al tres veces gobernador de Tucumán a prestar declaración indagatoria: "Sí, señor juez, pero mis abogados me piden que posterguen la declaración para el final", aclaró.

"Le pido autorización a usted. Sé que todos dirán lo mismo, pero yo quiero decirle, señor juez, que tengo 68 años, 11 nietos, 4 hijos, y quiero la verdad porque esto me mató. Con todo el respeto que le tengo al Poder Judicial, quiero la verdad y le pido que preste atención, señor juez, si puede, o el señor fiscal, a todas las pruebas", planteó.

El ex mandatario tucumano brindó detalles de su actividad empresarial para dar cuenta de sus ingresos personales: afirmó ser propietario de "una concesionaria de autos, una empresa agrícola y una inmobiliaria”, que le permiten retirar “5 millones de pesos por mes de esos emprendimientos”.

Tras la palabra de Alperovich, se realizó la lectura de las declaraciones que hizo en instrucción antes de que la causa se elevara a juicio. En sus indagatorias, expresó: “No abusé de FL” (las iniciales de la víctima, cuya identidad es resguardada desde que radicó su denuncia).

También desmintió tener un vínculo familiar con la víctima, y describió la relación laboral, en donde la joven se encargaba de manejar agenda y dinero. “Señor juez, claramente no había sumisión. Había un empoderamiento”, aseguró.

Es falso que yo buscara deliberadamente estar a solas con ella, para supuestamente atacarla”, se defendió. Además, reprochó que la denunciante habría borrado los mensajes que le enviaba: “Me encantaría que FL no haya borrado los mensajes” que ella me mandaba.


“Al igual que ella, yo también quiero la verdad. De los 15 meses que trabajo conmigo, jamás le pague nada. Si ella tenía un trabajo de por vida (en el Ministerio de Gobierno de Tucumán), por qué no regresó a su trabajo en el ministerio, si había sido violada y abusada. Había mucha gente que estaba conmigo”, enfatizó.

Cuando Alperovich lanzó su candidatura a gobernador, el por entonces mandatario Juan Manzur ordenó que todos los colaboradores del por entonces senador regresen a sus trabajos porque empleados públicos de planta permanente: “Todos volvieron a su cargo menos FL. Si yo la sometía y humillaba, por qué no volvió a su trabajo”, expresó Alperovich.

“Señor juez, FL no tenía personalidad sumisa. Tenía una fuerte personalidad, Para manejar lo que manejaba, lo necesita porque si no dura nada en ese cargo. Usted le pidió que presente el teléfono y no lo entrego. FL reseteó dos veces el teléfono. Sería hermoso que usted entre a la nube y logre recuperar los mensajes. Si fue abusada, por qué borró el teléfono”, ARREMETIÓ.

“La perito psicóloga no analizo los chats. Eso es relevante porque ahí se ve revelada su verdadera personalidad”, aseguró, y según dijo, ella misma le pidió trabajar con él en el Senado. “Si ha sido abusada en el departamento de Puerto Madero, por qué a los 10 días quiso volver a donde fue abusada”, añadió el ex mandatario.

En ese sentido, graficó: “Ella siempre quería ir conmigo. Mi chofer siempre estaba conmigo. Mi hija embarazada de 7 meses le pide a FL el lugar para estar al lado del padre y FL no lo dejó. Quería ir en el auto”.

Alperovich planteó: “¿Yo voy a abusar a los 67 años? No señor juez. Es una causa falsa, yo no abuse de FL. Después de renunciar, ella se dedica a fabricar pruebas. Señor juez, hay una prueba que también le quiero contar. Ella había hablado con un publicista y les contó del abuso sexual. Pero el testigo dijo que en ningún momento le dijo eso y que recién lo llamó tiempo después. Una persona que ha sido violada va a ir a buscar plata. Esta causa fue armada”.

Alperovich en el banquillo de los acusados

Foto: Celina de la Rosa, tomada de Twitter @Celina_Tuc

Foto: Franco Fafasuli, tomada de Infobae. 

Foto: Enrique García Medina, tomada de La Nación.

Foto: Daniel Dabove, Télam.


Los nueve hechos de abuso por los que acusan a Alperovich

En un extenso escrito (419 páginas), el juez Osvaldo Rappa, al frente del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 35, se explayó sobre "la perspectiva de género", habló de "violencia sexual, simbólica, emocional, física". Y decretó el procesamiento de Alperovich "por 'considerarlo 'prima facie' autor penalmente responsable del delito de abuso sexual simple reiterado en tres oportunidades, dos en grado de tentativa, en concurso real con abuso sexual agravado por seis hechos, mediando abuso de poder y autoridad; todo lo cual por sus circunstancias, y tiempo de duración le ocasionaron a la víctima un sometimiento sexual ultrajante".

A Alperovich se lo procesó por haber abusado de su sobrina, y entonces también su secretaria privada en nueve oportunidades.

Las dos primera veces fueron en diciembre de 2017 por la noche, en uno de los departamentos que tiene Alperovich en Puerto Madero. Allí el entonces senador intentó forzarla de varias maneras, tocándola, abusándola.

Luego la sobrina denunció que la abusó en tres oportunidades distintas en febrero de 2018 en el auto de él. Entonces vinieron las violaciones, en una casa de Tucumán, en marzo.

Después siguió tocándola, molestándola, abusándola y amenazándola: “Hace tal cosa sino ya sabes lo que te va a pasar”. Finalmente ella se animó a renunciar el 19 de mayo de ese año, y le dijo que era por todos los abusos sufridos.

Las pericias psicológicas realizadas a la víctima confirmaron las secuelas traumáticas y el daño psíquico producto de situaciones de violencia relacionadas con lo sexual.

En la causa, la sobrina de Alperovich pudo contar la presión psicológica que sentía por parte de él, que sentía que nadie nunca la iba a salvar, y que eso era paralizante, como saber que él tenía sus custodias fuera de la puerta, que eran muchos hombres, que estaban todo el tiempo y que estaban armados protegiéndolo a él.

También pudo decir que en terapia recién vio las distintas formas en que él la violó. Que el avasallamiento había sido tal, que lo vivió como una expropiación, como que ella no era dueña de su cuerpo. Tuvo un gran deterioro de su cuerpo, depresión, ataques de pánico, angustia y ansiedad, pérdida del pelo, uñas debilitadas, falta de apetito; bajo más de 10 kilos, tuvo temblores, sentía falta de aire, que había perdido el sentido de su vida.