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Así es el bastón de mando que recibirá Javier Milei en el Congreso

NUEVO GOBIERNO

Lo recibirá de manos del saliente primer mandatario, Alberto Fernández.





Este domingo 10 de diciembre, Javier Milei asumirá la presidencia de la República Argentina en una ceremonia donde recibirá el emblemático bastón presidencial de manos del actual mandatario, Alberto Fernández.

El orfebre Juan Carlos Pallarols llegó a la Casa Rosada a las 11:30 para entregar al protocolo el bastón de mando que meticulosamente elaboró para el presidente electo.

La obra del afamado orfebre está confeccionada en plata, con una orla en la parte superior que ostenta el escudo argentino en oro.

En Argentina, los bastones de mando tradicionales son de malaca, con elementos de oro y dos borlas. En 1932 se establecieron las normas para su confección, especificando que la madera debía ser de caña de malaca barnizada. La empuñadura, de 8 centímetros de longitud, debía ser de oro macizo de 18 quilates y contener el escudo nacional esmaltado. La longitud del bastón variaba según la estatura del mandatario, y el regatón que cubría el extremo inferior también debía ser de oro.

Desde el retorno de la democracia en 1983, con la asunción de Raúl Alfonsín, Juan Carlos Pallarols ha sido el orfebre encargado de confeccionar el bastón. Utiliza madera de urunday proveniente de Misiones y el Chaco. El bastón presenta una flor con veinticuatro cardos, representando cada una de las provincias y la capital federal, y tres pimpollos que simbolizan las Islas del Atlántico Sur. Además, cuenta con adornos de plata (argentum en latín). Desde 2011, Pallarols ha añadido un detalle significativo: dos manos estrechándose como símbolo de unión, utilizando madera de firme estructura que no requiere barniz para resplandecer.

El significado del bastón presidencial

A lo largo de la antigüedad, en las diversas civilizaciones, el gesto de regalar un bastón ha simbolizado la entrega de poder a una persona. Este ritual tuvo sus orígenes en Oriente Próximo, abarcando las regiones de Asia y África, durante los primeros momentos de jerarquización en las sociedades de Mesopotamia y Egipto.

En la historia argentina, específicamente en el Cabildo Nacional, surgió la práctica de portar el bastón de mando como un distintivo de poder tras el Acuerdo de 1808. Este acuerdo establecía el derecho de los regidores a llevar el bastón, marcando el inicio de jerarquías en consonancia con el crecimiento poblacional en Buenos Aires. La creciente población llevó a una disminución en el reconocimiento de las figuras de autoridad, lo que generó la necesidad de un elemento tangible que los distinguiera claramente como líderes.

No fue sino hasta 1814, con la creación del Directorio como el primer Poder Ejecutivo, que se adoptó el uso del bastón y la banda presidencial, aprobados por la Asamblea en 1813. Desde entonces, la banda y el bastón presidencial se han otorgado como una adaptación del cetro europeo. El primer Director Supremo que recibió estos símbolos fue Gervasio Antonio de Posadas.