En YMAD, Campero y Marigliano llevaban a sus bolsillos los millones que escamotearon a la UNT
Los Tribunales Federales de Tucumán y Catamarca tienen acreditado que, además de falsear la Construcción de la Ciudad Universitaria que ordena la Ley 14.771, los directores de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio privaron a la UNT de la mitad del dinero que le correspondía por Ley, y al mismo tiempo se autorizaron a sí mismos en "premios y bonificaciones" más de 180 millones de dólares durante su gestión.
Rodolfo Martín Campero y Mario Alberto Marigliano. (Foto tomada de eldiario24)
Rodolfo Martín Campero y el ya fallecido Mario Alberto Marigliano fueron rectores de la Universidad Nacional de Tucumán entre 1986-1993 y 1998-2006 respectivamente. En 2004, Campero fue designado director por la UNT en el directorio de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD) - del que la UNT es socia junto al Estado Nacional y la provincia de Catamarca-, y Marigliano asumió en YMAD tras la finalización de su mandato como rector en 2006 hasta 2010.
El acta Nº498 del directorio de YMAD -27 de diciembre de 2007- acredita de forma incontrovertible que ambos ex rectores les fueron infieles a su mandante a la UNT -cuyos intereses debían representar- al promover la falsificación de la construcción de la Ciudad Universitaria de San Javier que ordena la Ley 14.771, e impunemente se otorgaban a sí mismos más millones de dólares en premios y "bonificaciones extraordinarias" que los que remitían a la Universidad, de acuerdo a una investigación del diario La Nación.
En efecto, de acuerdo a la información revelada por el diario La Nación, entre 2006 y 2008 los directores de YMAD - entre los que se encontraban Rodolfo Martín Campero y Mario Marigliano - se repartieron a sí mismos "al menos" $537.000.000 de pesos (poco más de 180 millones de dóalres de aquel entonces) en "bonificaciones extraordinarias para los integrantes del directorio y a gastos discrecionales", es decir fondos para ellos mismos y sus bolsillos, al mismo tiempo que autorizaron un reparto de "poco más de $1.000.000.000" para la provincia de Catamarca y la Universidad Nacional de Tucumán -a la que YMAD, además de falsearle la construcción de su Ciudad Universitaria la viene estafando desde aquel entonces en el porcentaje que debe remitirle de acuerdo a la Ley 14.771-.
La investigación del diario La Nación y la pesquisa Federal a cargo del fiscal federal Nº1 Carlos Brito lograron determinar que la Universidad Nacional de Tucumán fue víctima de una doble violación por parte de sus ex rectores Campero, Marigliano y Juan Alberto Cerisola, ya que además del robo de la Ciudad Universitaria que debía construirse en San Javier "conforme a los planos ya aprobados", tal como ordena la ley 14.771; YMAD también estafó a la UNT respecto de los porcentajes de fondos que debía remitirle antes y después del acta 498 que falsificó la construcción del campus universitario: "Incluso previamente a la firma del citado convenio, las utilidades giradas por YMAD a la Universidad nunca alcanzaron el porcentaje del 40 % determinado por la Ley 14.771, así en el 2006 se giró un 19,28 %, equivalente a $ 57.112.000; en el 2007 un 25,35 % por lo que se recibieron $ 233.000.000, e incluso después de la rúbrica del convenio, tampoco se alcanzó el "nuevo" porcentaje legal del 20%, así en el 2008 se giró un 10,15 %, que resultaron unos $ 36.800.000 y en el 2009 un 6,41 % equivalentes a $ 26.300.000" , asegura el fiscal federal Brito en su investigación.
Cabe recordar que eltucumano.com halló en mayo de 2023 más de 2500 planos de la obra en la planoteca de la propia UNT que ninguna autoridad quiso hallar hasta entonces. Dichos planos se corresponden con "los planos ya aprobados" de la Ciudad Universitaria cuya construcción ordena la vigente Ley 14.771 de creación de YMAD y por la que en 1947 el gobierno de Juan Domingo Perón expropiara 18.000 hectáreas en los cerros tucumanos,.
De acuerdo al requerimiento de elevación a Juicio en la Causa Federal que investiga el robo de la Ciudad Universitaria a la UNT, el fiscal Federal Carlos Brito asegura que tanto Rodolfo Martín Campero, Mario Marigliano como Juan Cerisola promovieron “la reducción de utilidades pertenecientes a la Universidad, fijadas en un porcentaje del 40% por la Ley 14.771, siendo disminuidas al 20%, cuando no estaban dadas las condiciones para ello, ya que no se había satisfecho la finalidad que oportunamente motivó la remisión por parte del YMAD a la UNT, que consistía en la finalización de las obras de la Ciudad Universitaria. De esta manera se causó un perjuicio patrimonial gravísimo, de acuerdo a lo informado en detalle por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos, lo que se encuentra agregado en el legajo de prueba nº30”, acusa el fiscal federal.
La fiscalía Federal nº1, a cargo de Brito, logró acreditar que "incluso previamente a la firma del citado convenio, las utilidades giradas por YMAD a la Universidad nunca alcanzaron el porcentaje del 40 % determinado por la Ley 14.771, así en el 2006 se giró un 19,28 %, equivalente a $ 57.112.000; en el 2007 un 25,35 % por lo que se recibieron $ 233.000.000, e incluso después de la rúbrica del convenio, tampoco se alcanzó el "nuevo" porcentaje legal del 20%, así en el 2008 se giró un 10,15 %, que resultaron unos $ 36.800.000 y en el 2009 un 6,41 % equivalentes a $ 26.300.000".
Esta estafa se suma a la conducta inmoral de los directores de YMAD que la investigación del diario La Nación reveló:
"LA NACION pudo comprobar que de los casi $1600 millones que recibió YMAD por la explotación de Bajo La Alumbrera entre 2006 y 2008, sólo repartió poco más de $1000 millones, y que una porción de esa diferencia, de al menos $537 millones, se destinó a bonificaciones extraordinarias para los integrantes del directorio y a gastos discrecionales. En sus últimos informes, la Auditoría General de la Nación (AGN) se quejó de que la empresa no le había dado la información suficiente para realizar su tarea de control", denunció La Nación el 19 de abril de 2010.
La por entonces diputada catamarqueña Silvia Moreta (Partido Justicialista) planteó en un informe citado por La Nación que "el 60% del 20% de las utilidades de Bajo La Alumbrera es de US$ 285 millones y es dinero efectivamente percibido por YMAD. Menos lo percibido por Catamarca, US$ 151 millones, es igual a US$ 134, que es el dinero que se diluyó en los balances de YMAD, sólo por la parte de Catamarca".
El ex diputado Eduardo Pastoriza (directivo de YMAD 1974-1982) aseguró que "Minera Alumbrera declara menos de lo que se lleva, a Catamarca le llega menos de una quinta parte de lo que le corresponde", mientras que "durante los últimos tres años, YMAD destinó más de $ 40 millones a bonificaciones extraordinarias por "efectividad", que alcanzaron a todos los empleados y funcionarios de la empresa, incluidos los miembros del directorio".
Del dictamen Nº3282/2018 del fiscal federal Carlos Brito, donde pidió la elevación a juicio de la causa Cerisola Juan Alberto y otros s/ Malversación Culposa – se desprende que YMAD no le entregó a la UNT el 40% de sus utilidades que le correspondía antes del acta que declaró culminada la Ciudad Universitaria, pero tampoco llegó a otorgarle el 20% que le correspondía una vez falsificada la culminación de la misma al mismo tiempo que Marigliano y Campero se llenaban sus bolsillos con millones de dólares en "premios".
Entre 2006 y 2009, la UNT recibió de YMAD $353.212.000 (según se desprende del dictamen de elevación a juicio del fiscal Brito) mucho menos que los $517.000.000 que se otorgó el directorio de YMAD en bonificaciones extraordinarias.
La UNT recibió su primera regalía minera el 8 de agosto de 2006 por $18.360.000, y hasta el 7 de junio de 2010, período en el que ingresaron a la Casa de Altos Estudios $402.693.000, de los cuales $243.312.000 debían estar destinados a construir la Ciudad Universitaria exigida por ley 14.771, mientras que casi $ 159.381.000 llegaron como fondos de libre disponibilidad.
El 13 de septiembre de 2007, Marigliano y Campero le solicitaron mediante nota escrita al Rector Cerisola que les brinde la documentación necesaria "que permita ponderar la marcha de los trabajos y/o actos conducentes a obras para la construcción de la Ciudad Universitaria", y plantearon que hasta esa fecha, YMAD ya le había entregado a la UNT $210.422.000 entre un fideicomiso, anticipos de utilidades y el fin del ejercicio 2006.
Poco más de tres meses después, en reunión del directorio de YMAD, Campero y Marigliano promovieron y avalaron con su firma la decisión de condicionar la entrega de “créditos” a cuenta de “futuras utilidades líquidas” a la Universidad Nacional de Tucumán.
Dicha "extorsión financiera" por parte de YMAD no era otra que la de condicionar la entrega de fondos a la universidad pública tucumana a que el entonces rector Juan Cerisola firmase un acta -elaborada en y por el directorio de YMAD y adjunta al acta 498- en la que el entonces rector de la UNT diera por concluida y terminada la Ciudad Universitaria de San Javier, que garantizaba la ley 14.771 "conforme a los planos ya probados".
En su declaración indagatoria 813 de abril de 2016) Cerisola apuntó contra Campero y defendió la "reformulación" del concepto de Ciudad Universitaria:
"El concepto de Ciudad Universitaria responde a una idea dinámica e inagotable pero que en la práctica es un concepto estático representado por su plan de obra y su valuación. Lo contrario, sería pretender sine die seguir percibiendo el 40% por siempre lo que es ilícito e inmoral. Reconoce que habían iniciado conversaciones al respecto dentro de la UNT, que el doctor Campero insistía en la necesidad de darle corte a lo del 40% pero nuevamente niega haberle dado ningún mandato al respecto a los señores directores".
Rodolfo Martín Campero, en su declaración testimonial antes el fiscal federal Brito producida el 3 de julio de 2018, se limitó a explicar que "...aprobada la presentación de la UNT por el directorio de YMAD y ejecutado el pago por el valor presupuestado, por disposición de la Ley 14.771, la UNT deja de recibir el 40% de las utilidades líquidas para pasar a cobrar el 20%...".
La Ley 14.771 de creación de YMAD (1959) establece cómo se distribuirán las utilidades líquidas y realizadas que arrojen los balances:
a) El sesenta por ciento (60%) para la provincia de Catamarca.
Hasta el 7 de junio de 1968, o antes si se concluyera en menos tiempo la ciudad universitaria, el porcentaje establecido se reducirá al 50% del total general, destinándose el 10% restante a la referida construcción emprendida por la Universidad Nacional de Tucumán;
b) El cuarenta por ciento restante (40%) será destinado para la terminación de la ciudad universitaria, conforme a los planos ya aprobados;
c) Una vez cumplidos los propósitos señalados en el punto anterior de ese porcentaje del cuarenta por ciento (40%), se destinará el cincuenta por ciento (50%) a la Universidad Nacional de Tucumán y el cincuenta por ciento (50%) restante a la formación de un fondo nacional que será distribuido entre las demás universidades del Estado.
El pedido de Campero y Marigliano a Cerisola:
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El acta Nº498 del directorio de YMAD:
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El robo de la Ciudad Universitaria: