"Que vuelvan los cospeles": sigue la bronca de los tucumanos por la Tarjeta Ciudadana

Cientos de tucumanos vivieron una nueva mañana de furia y esperas interminables. El intento de hackeo contra la empresa Bilzard, encargada de brindar sistema a la Tarjeta Ciudadana, generó la imposibilidad de cargar saldos en el plástico. El inconveniente cumplirá mañana una semana y, si bien, algunos lugares están volviendo a la normalidad, está reducido a algunos sectores, muchos de ellos con un monto límite y con largas filas de personas. En este marco, los usuarios dieron su punto de vista al móvil de eltucumano. Denunciaron que no pueden llegar al trabajo, que les descuentan, que sólo les cargan $500 y pidieron la vuelta del antiguo cospel.

Santiago y Muñecas, uno de los puntos habilitados para recargar la Tarjeta Ciudadana, no está exento de las demoras. En el lugar se refleja la odisea y la complicación para los tucumanos de conseguir saldo, incluso con denuncias de que algunos puntos que se difundieron todavía no están habilitados.

"Estoy hace menos de media hora acá, es más rápido que otros puntos. Me recorrí desde las 8 de la mañana distintos lugares, el punto de la San Juan y Salta y había una cola que daba la vuelta. Fui por varios puntos y fue imposible", contó una transeunte que visitó diferentes puntos para poder utilizar el transporte público.

Muchos de quienes esperaban en la fila afirmaron que el kiosco es mucho más rápido que otros para recargar, pero aún criticaron el manejo del mismo: "la verdad es un caos la recarga de las tarjetas. Yo tengo que regresar al trabajo y nuevamente no pude conseguir, mucho de los puntos no tienen saldo, en el kiosco este están exigiendo como mínimo cargar $500 y encima te piden pagar con el monto justo. Me parece una falta de respeto a los ciudadanos. Me van a descontar el presentismo en el trabajo, solo me queda un negativo en la tarjeta y viajo 5 o 6 veces al día en colectivo", denunció una preocupada pasajera.

Con el correr de los minutos la irritabilidad de los usuarios del transporte público se hizo más evidente."Es una desgracia, una porquería. Esto de la tarjeta es cupa del gobierno y de nadie más. Nos dejan cargar solo $500 y únicamente dos tarjetas por persona", remarcó otra señora que se encontraba esperando.

A pesar de ser el punto más rápido, la fila se extiendía hasta mitad de cuadra de la calle Santiago. “Hace una hora que estoy esperando, necesito viajar en otra línea, así que no me queda otra que hacer la fila, sino me tengo que volver a mi casa", expresó un resignado jubilado haciendo la fila.

Al parecer, cientos de usuarios tuvieron inconvenientes con su horario laboral por las eternas demoras: "llegué tardes varias veces al trabajo por esto, que vuelvan los cospeles”, sentenció otro impaciente pasajero.

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